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Política y Sociedad

Villamaría (Caldas) necesita una política pública que impulse su riqueza y diversidad cultural

    “Hacer política pública en cultura va más allá de organizar actividades y eventos; implica, entre otros aspectos, formular normas e impulsar proyectos y programas que fomenten el patrimonio y la diversidad cultural, además de buscar apoyos económicos e incentivos que promuevan el acceso a la educación artística y garanticen la igualdad en el acceso a la cultura”, afirma el profesor Winston Licona Calpe, de la Facultad de Administración de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales.

    En la investigación adelantada por él y su colega Natalia Osorio Grajales –desde el Centro de Pensamiento Cultura, Territorio, Gestión– identificaron que aunque en este municipio de Caldas las actividades culturales se centran en la plaza principal Simón Bolívar y en la Casa de la Cultura, existen 8 infraestructuras culturales más que no están siendo aprovechadas: el Teatro Municipal 19 de Octubre, la Biblioteca Municipal, el Parque de las Garzas, la Media Torta en el Barrio la Pradera, el Coliseo Municipal Jaime Duque, la Casa Lúdica, la Hemeroteca, y una escuela musical.

    El objetivo de su trabajo era realizar una caracterización cultural de todos los actores –privados, públicos o comunitarios– que le apuestan a transformar social y culturalmente el territorio. Para ello encuestaron a más de 200 personas del municipio, conformado por 70 barrios en el área urbana y 36 veredas en el área rural.

    Para ello utilizaron la escala de Likert, que consiste en calificar en un nivel “de acuerdo” o “desacuerdo” una serie de enunciados particulares como: ¿Reconoce usted los espacios culturales del municipio? ¿Ha participado en actividades culturales en Villamaría?, o ¿Cuántos procesos culturales conoce?

    Así, identificaron que más del 80 % de los entrevistados desconocen que Villamaría cuenta con un Concejo Municipal de Cultura y una estampilla procultura para recaudar fondos destinados a proyectos y programas para enriquecer la vida y el arte, y que el municipio ha sido reconocido como Paisaje Cultural Cafetero de la Nación en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, según la Resolución 2079 de 2011.

    Además evidenciaron que la cultura ha impactado al 94,7 % de los habitantes de las zonas urbanas de Villamaría y al 6 % de las áreas rurales, y que los jóvenes son quienes más aprovechan las iniciativas adelantadas.

    Con respecto a la participación ciudadana en las actividades culturales del territorio, los encuestados reconocen eventos emblemáticos como el Festival Campo Elías Vargas Duque y la Feria Nacional de la Horticultura.

    En el sector privado funcionan la Institución de Formación para el Trabajo y Desarrollo Humano (Edutec), Kairos, una entidad lucrativa que trabaja con las artes y el ocio en formación tradicional y alternativa en actividades como la danza, y la Caja de Compensación Familiar de Caldas (Confacaldas).

    En relación con las organizaciones comunitarias, están, entre otras: la Cofradía Iglesia Nuestra Señora del Rosario; Villamaría Mountain Bike, con experiencias a campo abierto; la Corporación Montaña de Colores, tejer lazos en comunidad por medio de arte; el Colectivo Libera tu mente, con enfoque comunitario como la Granja Toma Cultural; el Mural Villajuanita; Spike Ball Villamaría, como actividades deportivas y enseñanza, y Hakuna Matata, para crear conciencia en los niños y adolescentes a través del deporte Ultimate.

    Además está la Fundación Paz y Arte, que promociona, incentiva y difunde la cultura en Villamaría a partir de la lucha contra drogadicción, y el Centro de Capacitación Laura Pinzón, que facilita procesos de destrezas y habilidades ofreciendo alternativas de aprendizaje en diferentes campos, y la Fundación Morenita de Tepeyac, un centro de rehabilitación para personas con problemas de adicción, depresión, baja autoestima, problemas cognitivos y conductuales, que acompaña procesos de recuperación física, emocional y afectiva.

    “La falta de información local se evidencia en todas las instancias del gobierno, por lo que recomiendo que la Corporación Casa de la Cultura armonice sus bases de datos con el SINIC (Ministerio de Cultura) para optimizar el rastreo de proyectos culturales y visibilizar en el sector las organizaciones culturales de base del municipio”, concluye el académico.