Villa de Leyva estrena guía de flora

Se trata del resultado de un trabajo de investigación adelantado por el profesor Favio Antonio González Garavito, del Instituto de Ciencias Naturales de la U.N. (ICN), el cual acaba de recibir Mención de Honor en los Premios Alejandro Ángel Escobar.

Según el investigador, para elaborar este libro ilustrado, que posee cerca de 1.300 fotografías y textos actualizados, basados en la clasificación evolutiva de las plantas, se realizó una extensa revisión y uso de recursos bibliográficos y del Herbario Nacional Colombiano de la U.N.

"Con este documento se responde a una deuda que se tenía con la población de Boyacá, así como con los visitantes nacionales y extranjeros que suelen ir a Villa de Leyva", menciona el experto, quien destaca que este lugar no contaba con una guía ilustrada que ayudara a promover el ecoturismo y el conocimiento de las plantas de la zona.

Esta investigación, en la que el profesor González ha centrado parte de sus esfuerzos durante tres décadas, permite comprobar, por ejemplo, que en dicha región ecológicamente variada, se pueden encontrar zonas desérticas, zonas de bosque y de páramo.

En las desérticas la guía caracteriza varios cactáceos o cactus, que se encuentran en peligro de extinción, así como especies de agaváceas de donde se extrae la cabuya. Dentro de las especies de este género que también se encuentran en riesgo están la mammillaria y el melocactus, tradicionalmente conocido como "cabeza de negro", el cual se extrae ilegalmente de su hábitat para ser comercializado como planta ornamental.

Se conserva su uso

En cuanto a la flora, la publicación establece relaciones filogenéticas entre los grandes linajes de plantas. De esta manera, se pueden encontrar entre muchas otras, licófitas, monilófitas y espermatófitas, o plantas con semilla, que tienen relación con plantas acuáticas, con esporas grandes y pequeñas, y con hierbas terrestres, colgantes o erguidas y trepadoras.

La guía también presenta un trabajo sociológico y antropológico, que realizó el profesor González en la región con respecto a los usos de muchas de estas plantas.

Así, el docente concluyó que el mercado de Villa de Leyva aún conserva el conocimiento y el uso de las plantas que utilizaron los antepasados, en relación con la cocina, medicina y hasta la brujería.

Es el caso de los cubios, las ibias, la quinua y algunas variedades de papa y arracacha, nativos de los Andes colombianos, que aunque no se conocen en todo el país, en el mercado siguen consumidos por la población de la zona.

Un ejemplo es el comúnmente llamado cardón (Dipsacus fullonum), una planta que se ha incorporado a la gastronomía tradicional como condimento en la preparación de frijoles.

Diversidad en frutales

Del libro Villa de Leyva florece forman parte también frutales nativos como la curuba, el maracuyá, la granadilla y el tomate de árbol, muy utilizados por indígenas antiguos.

Algunos de estos frutos nativos se pueden ver representados en el libro, gracias a la reproducción que hace el autor de dos piezas del Museo del Oro, una de ellas de los indígenas Calima, en la que se ve una flor de oro de pasiflora, con 1.300 años de antigüedad, que se puede relacionar con la de la flor de la granadilla.

En la guía también se puede encontrar una clave de identificación, con los nombres científicos, los comunes y los usos respectivos de muchas de las especies que allí se encuentran.

Versión en inglés en:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/ndetalle/article/ivilla-de-leyva-blossomsi-a-floral-guide-to-the-boyaca-region.html