El doctor de la UN Andrés Jagua y presidente de la Sociedad Colombiana de Apiterapia (agremiación que agrupa a todos los médicos que trabajan en la rama), diseñó un sistema terapéutico que se basa en el estudio de los frutos de las abejas para tratar enfermedades.
Dentro del grupo Terapéuticas y Desarrollo Farmacéutico de Productos de la Colmena, durante los años 2009-2011, el médico llevó a cabo una revisión sistemática de la literatura existente hasta el momento sobre estudios experimentales en animales y en humanos.
La investigación develó que existen cuatro productos que se han estudiado en relación con el cáncer: el veneno, la miel, la jalea real y el propóleo.
"Hay otros, pero sus aportes con respecto al cáncer no han sido estudiados", cuenta el doctor Jagua. Y añade que la mayor cantidad de estudios realizados han sido sobre el veneno y la miel, seguidos por los del propolio y la jalea real.
En cuanto al veneno, han mostrado que existen mecanismos moleculares que explican el porqué de su efectividad en el manejo del cáncer. Este permite reducir el tamaño del tumor primario "es decir, cuando comienza" y, cuando hay un proceso metastásico, disminuye el número y el tamaño de las metástasis.
Un proceso parecido ocurre con la miel. En la medida en que el animal la consume, disminuye el tamaño de los tumores que tiene. En particular, el investigador de la UN elaboró un modelo para evaluar si reducía el riesgo de padecer cáncer. Así, demostró que los animales que la consumen desde jóvenes lo desarrollan menos que los que no.
"Su consumo continuo, desde mucho tiempo antes, sí reduce el riesgo de desarrollar cáncer; es decir, lo previene. Todos los demás son elementos de tratamiento, pero este es de prevención", afirma.
El médico también resalta que los mecanismos que explican su efectividad son coherentes con la ciencia occidental, vigente hasta la actualidad, y que existen muchas esperanzas acerca de que, probablemente, los productos de las abejas puedan ser utilizados con certeza en el tratamiento del cáncer.