Vehículos afectan calidad de vida en San Andrés

El funcionario público Roberto Hudson, estudiante de la Maestría de Ambiente y Desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia, en la Sede Caribe, desarrolla una investigación que tiene como objetivo crear una propuesta de movilidad acorde con las condiciones de la isla.

"Ya hemos identificado los impactos negativos que tiene el actual modelo de movilidad, que va en contravía con los objetivos de la Reserva de Biósfera, como fue declarado nuestro archipiélago por la Unesco. Hay riesgos tanto en lo ambiental como en lo social", asegura Hudson.

En lo ambiental se destaca la emisión de gases contaminantes de los vehículos, muchos de los cuales son de segunda y hasta de tercera mano, que fueron desechados en los Estados Unidos e importados a la isla. En la actualidad, la Gobernación desarrolla medidas para impedir el ingreso de estos automotores, altamente contaminantes.

De otro lado, la concentración de chatarra metálica, llantas y diversos desechos derivados de los vehículos se puede hacer insostenible a mediano plazo, teniendo en cuenta que la isla de San Andrés tiene poco espacio para reciclar este tipo de materiales.

Hudson, que es el actual Secretario de Agricultura del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, asegura que otro impacto tiene que ver con la salud de los habitantes.

Al año se registran en la isla cerca de 14 muertos por accidentes, y el 95% de las víctimas son jóvenes entre los 18 y 23 años. Con relación a las motos, cada año se reportan oficialmente 25 accidentes, solo teniendo en cuenta a los residentes de la isla. Para las semanas de vacaciones y de Semana Santa, se incrementan los accidentes por la llegada masiva de turistas.

Otro efecto tiene que ver con la salud de los sanandresanos. En el estudio se detectó que en los últimos años se incrementó el registro de muertes por enfermedades cardiacas. Según Hudson, esto tiene que ver con el hecho de que la gente en la isla ya no quiere caminar. El sobrepeso de las personas es algo visible en las calles de la isla.

Son varias las propuestas que hay para cambiar esta realidad. Se plantea la posibilidad de construir más senderos peatonales y ciclorrutas, con el fin de que los vehículos solo lleguen hasta ciertos lugares del centro del municipio. Así se podrían descongestionar las principales calles.

"Hace unos años, taxistas, comerciantes y hoteleros se oponían a la peatonalización de la Avenida Colón, que creaba un obstáculo entre los edificios y las playas. La Administración siguió adelante con la idea y sacó los carros de esa vía. Hoy los hoteleros son los más contentos, debido a que más gente se hospeda ahora en esa zona. Antes, el ruido y la congestión alejaba a los visitantes", detalla el Secretario de Agricultura.

También se quiere promover el transporte marino y ponerles mayores reglas a los motociclistas, entre otras iniciativas. Hudson enfatiza que el aporte de la maestría ha sido fundamental para crear todo un movimiento de ordenamiento en la isla en diferentes ámbitos.

"Los estudiantes de la maestría acordamos que nuestras investigaciones tendrían que conformar un bloque que se ajustara a las necesidades de la isla y que, en su conjunto, se convirtiera en una herramienta para mejorar la calidad de vida de todos los isleños y un modelo de desarrollo viable ambiental y socialmente", concluye Roberto Hudson.