"Una de las ventajas de este prototipo es que su sistema de tracción está diseñado a partir del concepto de trípode, de tal manera que pueda soportar con mayor eficacia el impacto de la onda explosiva", explica uno de sus credores.
Así, este vehículo robotizado busca ser una alternativa capaz de acompañar procesos de desminado, además de proteger los sistemas de detección de daños causados por eventuales explosiones.
La iniciativa de los estudiantes de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), de construir un vehículo capaz de identificar artefactos explosivos no convencionales es producto del trabajo desarrollado en el Laboratorio 3, con el fin de realizar una serie de proyectos relacionados con el proceso de paz.
"Puesto que en la actualidad se emplean equipos provenientes del extranjero, estos resultan poco útiles, debido a que difícilmente se adaptan a las condiciones topográficas de nuestro país", explica Luis Alejandro Herrera Martínez, quien trabajó junto con Carlos Augusto Monroy y Miguel Ángel Ruiz en el proyecto.
Teniendo en cuenta la posición de sus ruedas "dos a los lados y una en su parte posterior", el vehículo está diseñado para que una vez reciba el impacto, las ruedas laterales frenen de tal manera que pueda darle a la estructura mayor estabilidad y evitar su volcamiento.
Gracias al uso de un material conocido como Kevlar "de uso frecuente en la elaboración de chalecos antibalas", la carcasa del vehículo es mucho más resistente a impactos de este tipo de explosivos que los materiales comúnmente empleados para el blindaje de vehículos.
Detección de minas optimizada
Con un rango de distancia mínimo "establecido en 100 metros" el radiooperador puede hacer que el vehículo se detenga o que esquive la mina y prosiga con el proceso, para que cada artefacto quede identificado en un punto específico de una cuadrícula predeterminada, para iniciar el proceso de desminado.
Aunque el proyecto contempla que el vehículo cuente con un detector de metales convencional, también se desarrolló en la U.N. un procedimiento de detección a partir de nitrato de amonio. "Tras enviar un pulso hacia el suelo, este compuesto emite señales a una frecuencia específica que permite identificar el explosivo", precisa el estudiante.
En la actualidad se trabaja en el desarrollo de una aplicación para teléfonos inteligentes que le permita al operario controlar el robot y observar el desarrollo de la operación en tiempo real.
No obstante, debido a que las zonas donde se encuentran los artefactos explosivos suelen ser de difícil acceso, y la conexión a internet es muy limitada, el vehículo cuenta con una conexión análoga que permite conducir al vehículo y recibir la información que suministren los dispositivos de detección a través de un sistema de radiofrecuencia.