Escudo de la República de Colombia Escudo de la República de Colombia
/Vallecaucanos respiran aire de “buena calidad”
Medioambiente

Vallecaucanos respiran aire de “buena calidad”

    Según estudios realizados por expertos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, en convenio con la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) y el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma), el aire que se respira en el Valle del Cauca está dentro de los niveles normales de contaminantes criterio, como el material particulado y el monóxido de carbono.

    El monitoreo de la calidad del aire desempeña hoy un rol fundamental en las grandes urbes del mundo, en donde se utiliza el Sistema de Vigilancia y Control Ambiental (SVCA), que constantemente mide las concentraciones de contaminantes atmosféricos.

    Así mismo, en muchas ciudades se están utilizando sensores portátiles de bajo costo que miden en tiempo real la exposición de los ciudadanos a diferentes contaminantes atmosféricos y en lugares específicos para alertar y tomar medidas oportunas.

    Los principales contaminantes atmosféricos son el material particulado, el dióxido de azufre, los óxidos de nitrógeno, el ozono troposférico y el monóxido de carbono, que son los que se miden en los SVCA, entre más de 180 contaminantes definidos por Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.

    El informe State of Global Air 2020 señala que en 2019 murieron 6,67 millones de personas en el mundo por factores relacionados con la contaminación del aire, siendo la cuarta causa de muerte global.

    En el Valle del Cauca, los monitoreos realizados por la CVC y el Dagma, entidades ambientales de la región, evidencian en general una buena calidad del aire, aunque los perfiles de concentración de los contaminantes atmosféricos están condicionados por variables meteorológicas y por la actividad propia de los municipios.

    “Por eso se podrían presentar aumentos en las concentraciones de algunos contaminantes atmosféricos en ciudades con acelerados procesos de expansión urbana y con aumentos en la tasa de motorización, o con una gran actividad industrial”, así lo informa el profesor Germán Rueda Saa, de Ingeniería Ambiental de la UNAL Sede Palmira.

    En el marco del concurso Cali Respira, organizado en los últimos años por Gases de Occidente, la Sede evaluó los niveles de material particulado fino (PM 2.5) en el sur de Santiago de Cali (comuna 17) mediante sensores portátiles tipo AirBeam2, cuyo uso permitió medir la exposición de los ciudadanos a concentraciones de PM 2.5 en diferentes sitios.

    Es importante anotar que, según su tamaño, el material particulado respirable presente en la atmósfera de forma sólida o líquida (polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento y polen, entre otras) se puede dividir en dos grupos principales: (i) los PM 10, cuyo tamaño es de 10 µm (micrómetros; 1 µm corresponde a la milésima parte de un milímetro), y (ii) a la fracción respirable más pequeña, PM 2,5, en la que las partículas son hasta 100 veces más delgadas que un cabello humano y su origen suele estar en las emisiones de los vehículos diésel.

    En este estudio se encontró que las mayores concentraciones se encuentran cerca de las intersecciones viales. “Se resalta que aunque el uso de sensores portátiles de bajo costo permite hacer mediciones en el lugar de la exposición a contaminantes del aire, estos estudios no reemplazan el monitoreo realizado en los SVCA operados por las entidades ambientales de la región”, aclara el profesor Rueda.

    La capital vallecaucana y los municipios del área circundante (Jamundí, Palmira, Yumbo y Candelaria) afrontan desafíos en torno a la protección y preservación de la calidad del aire, debido especialmente al aumento de su población, la densificación y la tasa de motorización.

    Según el profesor Rueda, “en estos municipios se ubican 3,2 millones de habitantes, el 72 % del departamento”. Es por esto que en sus planes de acción el Dagma y la CVC han desarrollado proyectos con la UNAL orientados a generar estrategias encaminadas a la gestión adecuada de la calidad del aire en la región.

    En relación con el impacto de las emisiones por fuentes fijas, en el Valle del Cauca se han logrado importantes avances en el control de emisiones, “gracias al seguimiento que las autoridades ambientales realizan sobre el cumplimiento de las normas de emisión, y también al compromiso de muchas industrias que han implementado sistemas de control o tecnologías más limpias”, destaca el docente.

    Al respecto, recomienda “estar atentos a la dinámica de las emisiones vehiculares en los próximos años, especialmente en el sur del departamento, lo cual debe ir de la mano de políticas, planes y programas de movilidad sostenible que garanticen la protección y preservación del recurso aire”.