Vacunación, principal medida para contrarrestar impacto de la variante JN.1 de COVID-19

Con respecto a la recién confirmada presencia de la subvariante de ómicron, JN. 1, el profesor Germán Camacho, del Departamento de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), específica que, “en la medida que los virus van transmitiéndose de persona a persona en el tiempo, su bioquímica va generando variantes -mutaciones no idénticas al virus original-, entonces, la acumulación entre tales diferenciaciones y el sistema inmunitario es menos afín”.

Se trata de un aspecto muy importante porque debido a su componente bioquímico, o sea su composición química, el virus puede presentar diferentes manifestaciones clínicas con respecto a las variantes anteriores.

“Desde un primer momento se supo que el COVID-19 era muy susceptible a variantes, así, además de la cepa ancestral, estuvieron entre otras, alfa, beta, delta, mu, variante sudafricana o B.1.351 y ómicron; de esta última, por ejemplo, surgieron las subvariantes como XBB y ahora, JN.1”.

Según la Organización Mundial de la Salud, debido a su rápida propagación JN.1 es una “variante de interés” y se caracteriza por tener más de 50 mutaciones en la proteína spike, es lo que da el nombre a la familia de virus llamada coronavirus. 

A partir de un nuevo estudio genómico, el Instituto Nacional de Salud (INS), confirmó la detección de los primeros casos de la nueva variante de ómicron, desde la semana del 24 de diciembre. De otra parte, indicó que mientras entre el 5 de noviembre y el 2 de diciembre de 2023 se habían presentado 1.066 contagios de COVID-19, entre el 3 y el 30 de diciembre se reportaron 1.647 casos.

El profesor Camacho indica que en el país la vacuna disponible es la bivalente de Moderna, la mitad compuesta por la cepa ancestral y la otra mitad por ómicron. Estas son efectivas para generar anticuerpos que controlan las nuevas subvariantes de ómicron, sin embargo, cada vez hay vacunas más específicas para cada variante.

“En este momento nos encontramos en la segunda generación de vacunas de ARN que son las bivalentes –la primera fue la vacuna que todos nos pusimos en 2021-2022 centrada en el virus ancestral-. Sin embargo, por ejemplo, en Estados Unidos se han desarrollado vacunas de tercera generación o monovalentes actualizadas a las variantes circulantes”, menciona.

Agrega que, “aunque las vacunas bivalentes funcionan y al reforzarse estimula el sistema de defensas y se logra controlar el virus, también sería ideal que el país contara con vacunas actualizadas monovalentes”.

Prevención y responsabilidad

El académico señala que el tiempo que transcurre entre la infección con JN. 1 y los síntomas (dolores de cabeza y de garganta, y congestión nasal) es más rápido.

“Una vez declarada la finalización de la pandemia por COVID-19, la vacunación se realiza solamente a personas de riesgo: mayores de 60 años, personas con comorbilidades (cardiopatías, diabetes, inmunodeficiencias, etc.) y personal de salud. Los niños también se incluyen en este rango, pero en este momento el país no cuenta con biológicos para este grupo poblacional”, indica.

De igual manera, el uso de tapabocas no es universal, pero sí se recomienda en personas con síntomas respiratorios y en pacientes con riesgo o sea personas con bajas defensas, adultos mayores y en ambientes cerrados, como los sistemas de transporte público.

Agrega que, “quienes los presenten deberían autoaislarse, es decir, en la medida de lo posible no deberían realizar actividades presenciales en oficinas y colegios, es mejor hacer trabajo casa, por ejemplo, sino pueden hacer hay que usar tapabocas”.

De igual manera se debe mantener una adecuada higiene de manos y mantener los espacios ventilados o sea que el aire corra, “recordemos que en los espacios cerrados los virus circulan menos”, advierte el profesor Camacho.

Recomendaciones de autocuidado

*Uso de tapabocas si se tienen síntomas respiratorios o gripa.

*Lavado de manos frecuente.

*Mantener los espacios ventilados.

*Evitar las aglomeraciones en espacios cerrados o poco ventilados.

* Acudir a los puntos de vacunación dispuestos por las secretarías de salud e IPS en todo el país, especialmente niños y niñas menores de 5 años, personas mayores de 60 años y con enfermedades crónicas.

*Reportar a su IPS o encargado de Salud en caso de que se presenten síntomas respiratorios que requieran de atención médica.

*Atender las recomendaciones que emitan las entidades de salud en el País a Nivel Nacional, Distrital y/o Municipal.