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Ciencia y Tecnología

Usos de las palmas definen la cultura indígena amazónica

  • La palma se convierte en un recurso indispensable para los indígenas del Amazonas. Foto: Néstor García.

  • Las palmas se destacan también por su importancia en la cosmología de los pueblos amazónicos. Foto: Gloria Galeano

  • En el estudio se registraron 82 especies de palmas usadas. Foto: Néstor García

  • Dentro de la categoría de uso está la construcción de casas y malocas. Foto: Víctor Holguín

  • En otras categorías de uso están las herramientas, alimentación, uso cultural y medicinal. Foto: Archivo

  • Algunas especies se usan para la elaboración de trajes ceremoniales.

Las palmas son un recurso potencial muy importante para la seguridad alimentaria y el desarrollo sustentable de la Amazonia colombiana. Así lo demuestra un estudio hecho por la U.N.

Además de ser reconocidas como componente florístico y ecológico relevante en los ecosistemas amazónicos, las palmas se destacan también por su importancia en la cosmología de los pueblos amazónicos, y como una fuente valiosa de recursos para satisfacer las necesidades más básicas.

De las 41 etnias indígenas estudiadas, 36 tuvieron registros de uso de esta planta. Al mismo tiempo se cuentan 82 especies de palmas usadas y 165 aplicaciones distribuidas en 8 categorías, entre las más importantes están: utensilios y herramientas, construcción, y alimentación humana.

Dentro de la categoría de utensilios y herramientas sobresalen los de uso doméstico y de trabajo, así como los implementos para caza y pesca. La fibra que se obtiene a partir de varias partes de las hojas de las palmas (vaina, pecíolo y lámina) es una de las materias primas más importantes para la elaboración de estos productos.

Cordeles, sogas, tensores para arcos, cuerdas de dardos, hilos y redes de pesca, hamacas, canastas y escobas son productos elaborados con fibras principalmente de chambira (A. chambira), canangucha (M. flexuosa) y chiquichiqui (Leopoldinia piassaba). Por otro lado, las hojas enteras, las pinnas y el raquis de varias especies de Attalea y de Oenocarpus son utilizadas para fabricar esteras, abanicos, canastos y morrales de transporte.

En la segunda categoría sobresale la construcción de casas y malocas, especialmente para la elaboración de techos en la que se aprovechan especies como la caraná (Lepidocaryum tenue), canangucha (M. flexuosa) y milpesos (O. bataua). Por su parte, los pisos y paredes se elaboran con tallos de zancona (S. exorrhiza) y pona barrigona (I. deltoidea).

En cuanto a la alimentación humana, se consumen 34 especies, entre las que se destacan: Bactris gasipaes, Mauritia flexuosa, Oenocarpus bataua y Euterpe precatoria, así como las semillas de varias especies de Attalea. Además, se extrae el palmito de E. precatoria y B. gasipaes para consumirlo fresco o hacer conservas, y en sus recorridos por la selva, los indígenas se refrescan con el endospermo inmaduro de Manicaria saccifera.

Del mismo modo, se obtienen bebidas en las que se emplean los frutos de 17 especies, entre los que sobresalen milpesos (O. bataua), canangucha (M. flexuosa), asaí (E. precatoria), y chontaduro (B. gasipaes). Es muy común también la "chicha" de chontaduro y de canangucha, una bebida fermentada, muy usada en las celebraciones de los pueblos indígenas amazónicos.

En otras categorías están las de usos culturales: 41 especies para 18 empleos relacionados con bailes y trajes ceremoniales. Las hay también para extraer sal (28 especies) para preparar el ambil (pasta de tabaco) y la elaboración de trajes ceremoniales con fibras y hojas, especialmente de A. chambira y M. flexuosa.

Asimismo, dentro del campo medicinal, se hallaron 26 aplicaciones para 29 especies de palmas. Los tratamientos para infecciones e infestaciones (antipalúdico, antihelmíntico, contra piojos) involucraron el mayor número de especies, seguido de la elaboración de antídotos y los remedios para afecciones respiratorias.

En estos últimos sobresale el aceite de milpesos (O. bataua) para tratar la tuberculosis y la tos ferina, manejada también con el aceite de pusuy (O.minor). Para la tos común se utilizan las raíces de E. catinga y E. precatoria, que mezcladas con cogollos de Hyosphate elegans se emplean como antigripal.

Entre los contravenenos se registra el uso del cogollo de O. bacaba, O. minor y Phytelephas macrocarpa, aprovechados por los ticunas como antídoto contra la picadura de alacrán. Se destaca, además, el uso de los frutos de P. macrocarpa y Astrocaryum ciliatum como antídotos contra la mordedura de serpiente.

Como alimentación animal predominan los frutos del chontaduro (Bactris gasipaes) por ser los más mencionados como cebo para cacería y carnada para pesca.

Entre tanto, los indígenas nukak emplean las hojas secas de E. precatoria y O. bataua para elaborar antorchas y quemar los panales de abejas.

A pesar de su importancia, la mayoría de las especies no reciben ningún tipo de manejo y predominan las técnicas de cosecha innecesariamente destructiva.

"Es urgente trabajar en el tema de manejo de especies útiles en la Amazonia. Al menos, algunas de las más importantes y con mayor presión de cosecha deberían incluirse en sistemas de manejo, incluyendo las agroforestales; para ello es necesario, en primer lugar, implementar y popularizar las técnicas de cosecha no destructivas", explicó Gloria Galeano, profesora del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.