Escudo de la República de Colombia Escudo de la República de Colombia
/Urge fortalecer el Tratado Pandémico para que responda a futuras pandemias
Política y Sociedad

Urge fortalecer el Tratado Pandémico para que responda a futuras pandemias

    A menos de 2 meses de la fecha límite, el Tratado de Pandemias Global se enfrenta a retos críticos que podrían descarrilar su concreción. Entre los principales obstáculos se encuentran la precisión en el lenguaje, la inclusión de derechos y garantías para los trabajadores de la salud, y la claridad en términos puntuales como las patentes y la propiedad intelectual.

    La devastadora pandemia de COVID-19 que azotó al mundo desde 2020 puso en evidencia la necesidad de fortalecer la preparación y respuesta internacional frente a futuras amenazas sanitarias. Ante esta crisis global, que expuso las desigualdades y fragilidades en los sistemas de salud de muchos países, surgió el Tratado Pandémico, también conocido como “Instrumento Jurídico Internacional sobre Pandemias”.

    Desde 2021, los 194 Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre ellos Colombia, se sentaron a negociar sobre este histórico acuerdo. El objetivo central del Tratado Pandémico es establecer un marco legal y regulatorio robusto que fortalezca la capacidad de los países para prevenir, prepararse y responder de manera efectiva a futuras pandemias.

    “Esos instrumentos internacionales representan el compromiso asumido por todos países de atender las necesidades de sus ciudadanos en materia de salud, a fin de mejorar su estado de salud y fortalecer la situación socioeconómica de sus comunidades en general”, así lo indicó la OMS.

    Aunque hasta la fecha se han celebrado 7 rondas de negociación y se ha avanzado significativamente en la definición del marco general del Tratado, aún existe un gran debate sobre diferentes aristas, como por ejemplo el lenguaje laxo que este maneja.

    “Una de las situaciones es que no se sugiere la obligatoriedad en temas como la participación en el beneficio del uso de los patógenos como recurso para generar cualquier tipo de tecnología, ya sea diagnóstica, de tratamiento o incluso de dispositivos médicos”, dijo la profesora Yulieth Alexandra Upegui, del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) en el debate sobre salud pública: “Luces y sombras del Tratado sobre Pandemia para el sur global”.

    Según la experta, “son los términos laxos que tiene el trato, que en casos como la solidaridad que expresa el Tratado, está sujeta a la voluntariedad de los países”.

    Además el Tratado pone de manifiesto la importancia de que los países ganen soberanía sanitaria; sin embargo, los expertos consideran que lo que pretende es abordar dicho concepto de una manera muy general, sin tener en cuenta los determinantes económicos, sociales y culturales de cada uno de los países, siendo estos de gran relevancia en la incidencia de las pandemias, patógenos y surgimiento de los brotes. A esto se le atribuye el término de sindemia.

    Si bien el texto del Tratado aún está en desarrollo, se espera que incluya disposiciones que protejan y garanticen los derechos de los trabajadores de la salud. Expertos señalan que los esfuerzos apuntan a los derechos que estos profesionales deberían tener, en especial el acceso a un entorno de trabajo que minimice los riesgos para su salud y seguridad. Esto incluye medidas como la disponibilidad de equipos de protección personal (EPP) adecuados, capacitación en seguridad y salud ocupacional, y protocolos para la prevención de infecciones.

    Susana Barria, secretaria subregional para la región andina de la Internacional de Servicios Públicos (ISP), señaló “que en el borrador 0, a inicio del 2023, nos dimos cuenta de que estos derechos no estaban incluidos. Había consideraciones respecto a las calificaciones necesarias para esa fuerza de trabajo, pero no se reconocían esas necesidades de derecho y protección”.

    Por eso la experta menciona que “se ha invitado a Gobiernos amigos a la movilización, y uno de ellos es Colombia. Dentro de los logros obtenidos, en el borrador se han dado inclusiones de lenguaje, de cláusulas importantes y un artículo sobre el personal de la salud y de cuidado. Sin embargo aún hacen falta. Estamos pidiendo la integración de garantías de trabajo decente y se deben incluir mecanismos de diálogo social”.

    Por su parte Claudia Vargas, directora de Medicamentos y Tecnologías en Salud del Ministerio de Salud y Protección Social (Minsalud), mencionó que la postura de Colombia ha sido la prevalencia de los derechos de la salud sobre los intereses comerciales.

    “El COVID-19 nos mostró que si la lógica sigue siendo la prevalencia de los intereses comerciales sobre los derechos, nunca vamos a tener una respuesta oportuna, equitativa y que garantice el derecho a la salud de las personas”.

    “No queremos repetir lo que ocurrió con esa pandemia: aunque se facilitó el acceso al patógeno por los temas de vigilancia en salud pública, al final hubo mucha inversión de recursos públicos para obtener una respuesta rápida y todo terminó privatizado”, señaló.

    A esto se suma el tema de las patentes y la propiedad intelectual (PI), uno de los más controvertidos en el debate sobre el Tratado Pandémico. Algunos países y organizaciones abogan por una suspensión temporal de las patentes para las tecnologías relacionadas con la COVID-19, mientras que otros defienden la importancia de la PI para la innovación.

    Según los expertos, aunque en el documento se aborda la necesidad de flexibilizar las patentes enfocadas en emergencias como una pandemia, el debate está situado en que los términos no están completamente claros.

    La Asamblea Mundial de la Salud tiene hasta el próximo 27 de mayo para negociar un tratado de pandemias global que corrija los errores de la COVID-19.