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Ciencia y Tecnología

Universidades siguen liderando solicitudes de patentes en Colombia

    Un nuevo alimento, un polímero, un sistema electrónico o un medicamento son algunas ideas que, aunque creadas por primera vez, corren el riesgo de ser plagiadas o robadas. Para evitar que esto ocurra, existen mecanismos como las patentes, cuyas solicitudes en el país vienen en aumento. Una de las fuentes más próspera de estas innovaciones son las universidades, y con 107 patentes nacionales y 10 internacionales, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) es la más prolífica.

    La patente es un privilegio que le otorga el Estado al inventor como reconocimiento a la inversión y los esfuerzos realizados para lograr una solución que le aporte a la sociedad. Según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), la propiedad intelectual se relaciona con las creaciones de la mente: invenciones, obras literarias y artísticas, símbolos, nombres e imágenes utilizados en el comercio.

    Según datos de LicenciArte –empresa pionera en la comercialización de patentes en América Latina–, en Colombia las patentes originadas tanto en las universidades como en los centros especializados de pensamiento e investigación tienen un valor estimado y previsto de 13,3 millones de dólares, y su promedio en el continente alcanza los 500 millones de dólares.

    La profesora Yazmín Yaneth Agámez Pertuz, del Departamento de Química de la UNAL, señala que “desde inicios de siglo el país ha dado un importante salto en términos de solicitud y obtención de patentes: antes de 2000 el porcentaje de solicitudes era del 5 % y hoy es cercano al 15 %”.

    Parte de este incremento se debe al “Tratado de cooperación en materia de patentes” (PCT) implementado en 1978, lo que ha permitido que distintos países aumenten las solicitudes; Colombia ingresó en 2001.

    Según la experta, “el liderazgo de las universidades –no solo en solicitud de patentes sino en la concesión y adquisición de estas en el país– es producto de su misión y objetivo como centro de investigación y ciencia”.

    Tipos de patente

    Existen dos tipos de patentes que los Gobiernos y entes de cada país se encargan de aprobar y dar exclusividad: el de invención y el de modelo de utilidad. En el primero otorga una vigencia de 20 años para el producto creado, y en el segundo por 10 años.

    “Como no existe una patente internacional que englobe a todos los países, los investigadores deben hacer la solicitud por separado, tanto en su país como en el extranjero si así lo requieren”, comenta la docente.

    Una de las diferencias fundamentales entre una “patente de invención” y un “modelo de utilidad” es que el segundo solo protege la invención del producto como tal, mientras que la primera también considera el procedimiento con el que se llegó a tal producto.

    “En la patente de invención se debe tener una aplicación industrial clara, mientras que en los modelos de utilidad se incluyen dispositivos que tienen en su configuración alguna función que permite una novedad dentro de sí mismos”, explica la profesora Agámez.

    Algunos ejemplos famosos en la historia de las patentes de invención son el ácido acetilsalicílico, perfeccionado por Felix Hoffmann en 1900, la máquina y la hoja de afeitar inventada por King Gillette en 1904, y el aeroplano de los hermanos Wright, patentado en 1906.

    Por otro lado, en las patentes por modelos de utilidad se tendrían mejoras o novedades de algún objeto, como por ejemplo la “sombrilla perfeccionada”, un paraguas que se puede usar como gorro y que se patentó en 1979, o un brazalete para envase de bebidas, que sirve para enrollar una lata y poder agarrarla más fácilmente, presentado en 1986.

    La legislación vigente en patentes está contenida en la Decisión 486 de 2000 de la Comisión de la Comunidad Andina. En Colombia, la Superintendencia de Industria y Comercio expide la Circular Única, la cual contiene el conjunto de directrices que guían a los usuarios acerca de cómo se deben adelantar los trámites de propiedad industrial.

    “Hoy, gracias a la gran cantidad de información y a las tecnologías existentes, se pueden tener mejores modelos de análisis de las patentes, que evalúen de manera precisa que lo propuesto en cada invención sea realmente novedoso”.

    “La gratuidad de muchas bases de datos llegó en el año 2000, gracias a oficinas de propiedad intelectual de Estados Unidos y Europa, y esta dinámica representa un reto para la sociedad en cuanto a la constante revisión y actualización de los antecedentes científicos y el estado del arte de la investigación”, concluye la profesora Agámez.

    El diálogo sobre la importancia de las patentes en Colombia se dio en la sección ABC de Periódico UNAL.