Universidades deben impulsar la diplomacia científica
“Este término se podría resumir como la necesidad que tienen los científicos de tratar de influir en las políticas públicas del país para que el Gobierno defina sus ejes estratégicos de inversión en ciencia”, detalla el académico, quien estuvo en la UNAL Sede de La Paz, en el marco del “Taller de habilidades: liderazgo científico y trabajo en equipo multidisciplinar”, organizado por la Dirección de Relaciones Exteriores (DRE) de la Institución.
Cabe anotar que, según el Banco Mundial, en los últimos seis años en Colombia se ha registrado un promedio de inversión del 0,3 % del producto interno bruto (PIB) en investigación y desarrollo (I+D), mientras que otros países de la región –como Chile, Argentina, México y Brasil– registran mayores niveles de inversión, con Brasil como líder en este sentido.
Según el Observatorio de la Universidad Colombiana,en el Presupuesto General de la Nación de 2023 se asignaron 410.000 millones de pesos al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, cifra que aunque representa un incremento del 21 % frente a 2022, es inferior al asignado en 2013 (430.150 millones de pesos) a Colciencias, y el más alto de la última década.
El profesor Moisés Wasserman, exrector de la UNAL, es una de esas voces que, desde hace tiempo, ha cuestionado los pocos recursos que se le asignan a esta cartera. En su momento señaló: “aunque hoy todo el mundo habla de la sociedad del conocimiento y del papel que juega la ciencia en el desarrollo de las naciones y en el bienestar de los pueblos, conviene que midamos el amor que le tenemos con los montos adjudicados en el Presupuesto General de la Nación”.
Ante este panorama, desde las universidades, los profesores o los investigadores en distintos escenarios se ven obligados a buscar recursos por su cuenta para financiar problemas de las regiones. “Cuando salgo a un congreso internacional puedo unirme con otros científicos para aplicar, por ejemplo, a recursos multilaterales en pro de solucionar problemas que impacten a nuestra comunidad”, manifiesta el docente Cortés.
También recalca que es apremiante que expertos de diferentes disciplinas investiguen una temática: “las agencias nacionales e internacionales están apostando a que los proyectos sean presentados por un equipo de múltiples investigadores o de múltiples disciplinas”, dijo.
Por su parte, el profesor José Ismael Peña Reyes, vicerrector de la Sede Bogotá, diserta sobre las cualidades idóneas de un líder científico: “debe ser una persona capaz de conversar, escuchar las necesidades tanto de la región como de sus colegas; debe ser capaz de proyectar, de construir colectivamente una visión de solución o de lo que debería trabajarse académicamente en pro de solucionar problemas reales”.
Al respecto, la directora de la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (Avanciencia), María Piedad Villaveces, recalcó que la ciencia no solo se hace en un sitio, sino que es clave conocer trabajos similares de sus pares, así como interactuar con ellos, de tal manera que se vaya construyendo un conocimiento universal.
La experta invita a los jóvenes a entusiasmarse por la ciencia y no concebirla como un proceso lejano. “Nace de la curiosidad que cualquier persona tiene, luego la ciencia genera un método o una metodología a seguir para llegar a unas respuestas. Las personas que quieren emprender el camino científico transitan por un sendero de descubrimiento permanente, en el que también se encuentran con pares en el territorio y fuera del país”, concluye.