Desde hace 40 años, en el departamento de Caldas se contempla la idea de construir un aeropuerto de gran capacidad en el municipio de Palestina, a 20 minutos de Manizales. El proyecto hoy toma forma y se concibe como polo de desarrollo para la región cafetera.
Entre los años 2005 y 2007, la Universidad Nacional de Colombia hizo parte de ese sueño colectivo al disponer de todo su conocimiento científico y tecnológico para cumplir con su misión institucional de aportar a la construcción de Nación.
En ese momento, la Sede Manizales fue contratada para realizar la interventoría técnica, administrativa y contable de siete terraplenes a través de los respectivos convenios y contratos. En el 2008 también participó con una consultoría para realizar los cálculos de consolidación del presupuesto de la obra y hacer la revisión de los diseños del terraplén 8.
Dada la desinformación que existe entre algunos sectores sobre el papel que cumplió la Universidad en el proyecto, se debe aclarar que la participación no incluyó la elaboración ni la interventoría de diseños en ninguna de las fases para las cuales fue contratada.
Acorde con su misión institucional de brindar apoyo al Estado en el desarrollo de proyectos estratégicos para el país, la UN en Manizales participó en la construcción del Aeropuerto del Café (Aerocafé) estrictamente en los espacios establecidos en los convenios y contratos.
Es así que los expertos de la Institución entregaron recomendaciones puntuales para que esa iniciativa regional, que lideran la Alcaldía de Manizales, la Gobernación de Caldas y el Gobierno nacional, se llevara a cabo de la mejor forma.
La participación
Aerocafé requiere una inversión cercana a los 257 mil millones de pesos, de los cuales 118 mil millones son recursos aportados por la región, 109 mil millones por la Nación y 30 mil millones por la Aerovicil. Según información del Instituto de Financiamiento, Promoción y Desarrollo de Caldas (Inficaldas), en la actualidad es un macroproyecto de importancia estratégica nacional a través del documento Conpes 3586 del 11 de mayo del 2009.
El aeropuerto tendrá una longitud de pista de 2.400 metros y está diseñado para operar aviones tipo Air Bus A-319 con capacidad para 120 pasajeros, que cubren rutas mediadas (Miami y Suramérica), en contraste con el actual aeropuerto La Nubia que tiene restricciones en la capacidad de los aviones y por las condiciones meteorológicas.
Las características geográficas y climáticas del municipio de Palestina (parte del área metropolitana de Manizales) permiten que durante la mayor parte del año hayan condiciones favorables de operación con una baja nubosidad. De ahí su importancia estratégica.
Uno de los mayores retos de la obra, y que requiere las mayores inversiones, es la adecuación del terreno en donde se construirá la pista y la terminal aérea. Para ello, es necesario nivelar el suelo y formar una superficie plana y estable en la cual puedan aterrizar los aviones. Esto se logrará a través de la construcción de 10 terraplenes, o rellenos de tierra, que permitirán generar la superficie.
La UN realizó la interventoría técnica, administrativa y contable para vigilar y verificar que se diera ejecución y cumplimiento a las obligaciones contraídas en los trabajos de construcción de los terraplenes 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7 del proyecto.
La Institución siempre estuvo al frente de sus compromisos asegurando el normal avance de las obras y exigiendo las medidas correctivas del caso, para la solución técnica de las dificultades que se iban presentando a lo largo de los trabajos bajo su responsabilidad, tal y como consta en los diversas actas e informes de interventoría.
Vigilancia
Debido a que el progreso de la construcción del aeropuerto estaba ligado "como aún hoy ocurre" a metas económicas (desembolso de recursos), las obras del terraplén 4 quedaron inconclusas y la interventoría solo pudo avanzar hasta agotarse el presupuesto; por tanto, se recomendó la permanencia de un grupo con conocimiento del proyecto y con el entrenamiento suficiente para encargarse de hacer el debido mantenimiento.
Ese equipo humano debía revisar el comportamiento de todas las estructuras, la evolución de los desplazamientos anormales de las bases de los terraplenes y del sellado de las grietas que se generaran por el movimiento de tierras, para evitar problemas mayores sobre las estructuras, dada la saturación de las masas de suelo de los cuerpos de los terraplenes.
Específicamente, para esos terraplenes se sugirió hacer seguimiento al manejo de aguas, revisar y hacer mantenimiento a las redes de drenaje, supervisar las estructuras de corrección de cauce y mantenimiento, perfilado y conformación de surcos en los taludes o laterales de cada terraplén.
Asimismo, la Universidad recomendó continuar con las labores de establecimiento de coberturas vegetales en los taludes y cimas de los rellenos, con el fin de controlar la erosión hídrica intensa. El objetivo era evaluar la estabilidad de áreas adyacentes al proyecto y ejecutar las actividades necesarias en forma oportuna.
Por otro lado, también se planteó la necesidad de continuar con el monitoreo topográfico de los rellenos, para analizar la evolución de la consolidación en el tiempo de las bases de los terraplenes y hacer seguimiento a su posible desplazamiento.
Adicionalmente, se recomendó examinar el lugar para detectar posibles grietas y proceder a su sellado, revisar y hacer seguimiento de las entregas de los drenes (escapes de líquidos) horizontales y el mantenimiento a los desvíos de aguas, colocar franjas de rastrojo para controlar la erosión y defender los canales frente a la saturación por sedimentación, continuar con la vegetalización de los taludes y sembrar estacas vivas (tallos o ramas de árboles) en los drenajes de influencia.
Finalmente, la UN sugirió que para los terraplenes 2, 3, 5, 6 y 7 era necesario inspeccionar permanentemente los drenajes y subdrenajes para verificar su funcionamiento, así como realizar el mantenimiento y las revisiones en forma oportuna y hacer los correctivos requeridos. Para cada una de estas observaciones también se solicitó llevar registro de las lluvias y su incidencia.
Vale la pena aclarar que la Universidad se desvinculó de esta fase del proyecto en diciembre del 2007 y que los trabajos solo se reanudaron en agosto del 2008, quedando la obra inconclusa, y a cielo abierto, por un espacio de ocho meses en un territorio de alta precipitación y complejidad geológica.
Consultoría para el terraplén 8
De acuerdo con la información que brinda Inficaldas, en la actualidad ya se encuentran construidos los terraplenes o rellenos 1, 2, 3, 5, 6 y 7. En proceso de nivelación final el 4, y de construcción el 8 y el 10.
Precisamente, sobre el relleno de tierra número 8, cabe destacar que en agosto del 2008 la Sede Manizales adelantó la consultoría para realizar los cálculos de consolidación del presupuesto del proyecto y hacer la revisión de los diseños, todo con base en los planos entregados por el contratante, que, como se aclaró anteriormente, no fueron elaborados por la UN.
En su informe final de consultoría, la Institución recomendó realizar un estudio detallado de la cimentación del terraplén, que incluyera, entre otros, la elaboración de ensayos de campo y de laboratorio de mecánica de rocas (cómo responden ante las fuerzas aplicadas en el entorno físico), levantamiento geológico, clasificación de macizo rocoso y pruebas de carga. Además, un estudio de discontinuidades del terreno, de estabilidad, de efecto local por sismo y análisis de estabilidad general de la ladera.
De igual forma, hacer un modelamiento bidimensional especial que definiera las zonas de agrietamiento potencial, así como delimitar los sectores de alta amplificación sísmica, con el fin de diseñar las medidas de control de estabilidad y deformabilidad más adecuadas para cada caso (ver recuadro Vigilancia al terraplén 8).
Mientras que la Universidad Nacional de Colombia acompañó el proceso de construcción de
Aerocafé siempre realizó un acompañamiento constante y un seguimiento a las novedades que se presentaran en el transcurso del proyecto, para que existiera una retroalimentación en la base de datos de manera detallada, exacta y actualizada.
Adicionalmente y bajo los parámetros misionales que direccionan la actuación de la Universidad, la participación en el proyecto siempre estuvo orientada a garantizar el cumplimiento de las funciones exigidas en los contratos y convenios bajo su interventoría, y ofrecer así la necesaria seguridad y confianza para la entidad contratante.