UNAL trabaja con estudiantes tumaqueños en temas de ecología, paz y reconciliación

El proyecto “Tejiendo resiliencia: ecología para la paz y la sostenibilidad en el municipio de Tumaco, Pacifico colombiano” es liderado por la ingeniera ambiental Karold Viviana Coronado Franco, doctora en Vida silvestre, Pesca y Acuicultura con el apoyo de la joven investigadora Andrea Carolina Cobos Neira. Este es  financiado en el marco de la misión "Ciencia para la Paz" del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, a través de la convocatoria "Programa Orquídeas, mujeres en la ciencia: Agentes para la Paz", para fomentar la vinculación de doctoras que realicen estancias posdoctorales y jóvenes Investigadoras e Innovadoras colombianas.

El proyecto se desarrolla desde el Instituto de Estudios del Pacífico de la UNAL Sede Tumaco, donde el Profesor John Josephraj Selvaraj participa como supervisor de la estancia postdoctoral..

La investigadora Coronado, afirma que “el proyecto es una iniciativa participativa para fomentar la conservación de los ecosistemas marinos y terrestres que pretende educar y empoderar a los estudiantes en temas de ecología, paz y sostenibilidad motivándolos a generar ideas que puedan contribuir a la solución de problemas socio ambientales de su entorno aportando a sentar las bases para un futuro sostenible en el municipio y la región del Pacífico Colombiano”. 

Además, durante el proyecto los estudiantes realizarán 4 talleres mensuales con una duración de 3 horas para trabajar en temáticas relacionadas con ecología y paz ambiental; concientización sobre la relación ser humano-naturaleza, y búsqueda de soluciones a conflictos socioambientales aplicados a la realidad ambiental del municipio.

La selección de los estudiantes se realizó con los coordinadores académicos de las instituciones educativas urbanas Misional Santa Teresita, Max Seidel y Fátima, además de la rural San José de Caunapí y Tangareal Carretera.

Leonardo Padilla, docente de la Institución Educativa San José de Caunapí, ubicada en el kilómetro 80 de la vía al Mar, área rural de Tumaco, señala que “se escogieron 40 estudiantes de diferentes grados de bachillerato con buen rendimiento académico a través del departamento de ciencias”. Como ya habían participado en el Proyecto “Ondas” del Ministerio de Ciencias, la UNAL Sede Tumaco los invitó a participar en este proyecto de investigación.

“El objetivo es identificar una problemática de un tema ya escogido, después formar un semillero de investigación y por último formular una propuesta de investigación en ecología y paz para esta zona”, menciona.

Esta institución –con 4 sedes sobre la vía al mar y alrededor de 460 estudiantes provenientes de veredas como La Variante, El Gualtal, Llorente, Chinguirito– realiza valiosos esfuerzos para proteger y garantizarles la seguridad a los estudiantes por estar ubicada en una zona considerada como de alto riesgo por el conflicto armado y la presencia de grupos armados organizados. Ante esta situación, los docentes incentivan con la formación integral a los alumnos a estudiar y ver en la academia la forma de salir adelante con sus proyectos de vida.

Bryan Stiven Hernández, estudiante de décimo grado, indica que “la experiencia me ha enseñado cosas nuevas para mi formación académica, sobre todo en ecología y en reconciliación con el ambiente”.

Por su parte la docente Fabiola Salazar Torres, en Ciencias del Mar en Max Seidel del área urbana de Tumaco, asevera que “se trata de una gran oportunidad para que ellos aprendan a valorar el territorio y a cuidar y preservar todo lo que hay en nuestro entorno. Seleccionamos a los estudiantes de sexto a once grados de bachillerato debido a su gran potencial en proyectos de investigación”.

El colegio Max Seidel lleva el nombre de un joven alemán de 29 años, quien por su vocación pedagógica llegó a Tumaco para iniciar su gran labor educativa, portando material didáctico, una biblioteca básica y laboratorios de física y química. Seidel emprendió su actividad educativa en un edificio de dos plantas con vista al mar.

Los 1.500 estudiantes provenientes del área rural y las zonas urbanas tienen en este lugar la oportunidad de estudiar y enfatizar sus proyectos de vida en ciencias del mar, mejorar sus condiciones de vida y rescatar su identidad cultural, además de aportar a la conservación y explotación de los recursos hídricos y agroindustriales de la región.

A través de la educación y concientización sobre la importancia de conocer las dinámicas ecológicas de los ecosistemas de la región y su relación con el bienestar social y la seguridad alimentaria, se busca generar un impacto positivo en la conservación del entorno natural y promover la convivencia armoniosa en estos territorios del Pacífico nariñense.