UNAL Sede de La Paz analiza condición de migrantes venezolanos

El tema de frontera forma parte de uno de los cuatro objetivos que aborda el Laboratorio de Paz Territorial, dirigido por la profesora Lucía Eufemia Meneses Lucumí y coordinado por la profesora Claudia Mosquera Rosero-Labbé, docentes de la UNAL Sede de La Paz.

El Laboratorio tiene como objetivo potenciar la innovación comunitaria para la gestión de la paz local, valorando las características culturales, sociales e históricas y reconociendo a las comunidades como dueñas de saberes y conocimientos sobre los ecosistemas presentes en sus territorios.

La actividad principal que se desarrollará se relaciona con la caracterización sociodemográfica y laboral de la población venezolana –objeto de prácticas de xenofobia y de discriminación en algunos municipios del departamento del Cesar–, con el fin de conocer vías de inserción potenciales para estas personas en la economía cesarense.

Para adelantar esta actividad el equipo de trabajo cuenta con el apoyo de aliados regionales e institucionales, además del aporte académico de expertos como la profesora Socorro Ramírez, del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (Iepri) de la UNAL Sede Bogotá, reconocida como autoridad en el conocimiento de la interacción política, económica y social de Colombia con Venezuela, Ecuador, Brasil y los países caribeños.

Según las profesoras Meneses y Mosquera, esta iniciativa de la Sede de La Paz coincide con preocupaciones de la profesora Ramírez, quien con base en su conocimiento de la región y el interés por el tema, compartió con el equipo de trabajo ideas clave para identificar las categorías específicas de los migrantes.

Desde su punto de vista, este tema se debe ubicar en un contexto más amplio para ver su magnitud, que a su vez depende de dónde están ubicadas las zonas fronterizas y cómo se retroalimentan con otras dinámicas.

Para entender el contexto de la inmigración en esta región, la investigadora traza un esquema dividido en tres partes: la ubicación del Cesar en la frontera colombo-venezolana; el conocimiento de la magnitud y las variadas formas del éxodo de Venezuela, y saber cómo se le está haciendo frente a la inmigración en Colombia.

Así mismo, indicó que al hablar de frontera esta no se debe reducir a las divisiones político-administrativas, sino a los ámbitos a partir de las interacciones que las definen.

“Conocer esos ámbitos y sus características –que no suelen verse como parte del problema porque se le da un tratamiento homogéneo a una realidad que es muy distinta– es importante para entender por dónde y cómo pasa la gente, y por qué el tema migratorio y de población que va y viene es un asunto de poblaciones compartidas en interacciones fuertes”, agregó la profesora Ramírez.

Ante estas y otras recomendaciones de la analista, el equipo de trabajo que adelanta las discusiones para la creación del Observatorio indicó que la información presentada es de alta relevancia para su trabajo, considerando que entre sus primeras apuestas está la de caracterizar a la población migrante en algunos municipios del Cesar a partir de una encuesta sociodemográfica y de mercado laboral. También se tiene en cuenta el sondeo de medios de comunicación de todo el Caribe, con el propósito de obtener información que permita revisar la situación de esta población para formular propuestas que beneficien a la comunidad.

“Una de las razones que inspiró la creación de la UNAL Sede de La Paz fue la frontera entre Colombia y Venezuela en esta región del país. Por eso tomamos estas preocupaciones y las incluimos en el proyecto del Laboratorio de Paz Territorial, con miras a generar unos productos importantes para la política local y nacional”, concluyó la profesora Mosquera.