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Educación

UNAL Sede Amazonia da la bienvenida a sus nuevos estudiantes

    Con 110 nuevos estudiantes del Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (Peama) provenientes de zonas como La Macarena, Puerto Asís, Santiago de Putumayo, Orito, la Hormiga, Vaupés, Mitú y San José del Guaviare, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Amazonia inició la semana de inducción del primer semestre de 2023.

    Gracias al Peama cientos de jóvenes pueden cumplir el sueño de acceder a la educación superior de calidad en una la institución pública más importante del país y una de las diez mejor posicionadas en América Latina, la UNAL.

    En la Amazonia, dicho Programa es quizá la única oportunidad de estudio para miles de jóvenes bachilleres, quienes por falta de recursos económico o por la lejanía de sus territorios, no logran continuar sus estudios de educación superior. Hasta allí, ha llegado la Universidad para hacer presencia y ofrecerles ese anhelo.

    La bienvenida a los nuevos estudiantes estuvo a cargo del profesor Germán Ignacio Ochoa, director de la Sede Amazonia, quien destacó el esfuerzo que hace la Institución para ofrecerle a los jóvenes de la región la posibilidad de formación.

    “En este salón de clase, hoy está presente el 40 % del territorio nacional, el cual corresponde a la Amazonia colombiana”.

    Manifestó que 30 de los nuevos estudiantes provienen del departamento del Amazonas, 6 del Caquetá, 1 del Guainía, 12 del Guaviare, 3 del Meta, 54 del Putumayo y 4 del Vaupés de los cuales. Además, 14 de estos jóvenes forman parte de comunidades indígenas de la zona.

    Alexander Posada ingresó al programa de Ingeniería Civil y llegó desde La Macarena. En el colegio donde estudié, todos los profesores nos hablaban de la Universidad Nacional y del Peama como una oportunidad que no podíamos desaprovechar. Yo no lo hice, presenté el examen de admisión y hoy estoy aquí, feliz de este nuevo inicio en mi vida”.

    Agrega que, “de Leticia solo sabíamos por los libros del colegio. De mi territorio, que está en la frontera con Brasil y Perú, me gustan la selva, el río y mi comunidad”.

    Juan Diego Pavón de 16 años, es oriundo de Santiago Putumayo. Es un nuevo estudiante de la carrera de Ingeniería Geológica. “Para mi familia y para mí es muy significativo llegar hoy a Leticia, ya que sé que son muchas las personas que se presentan a la Nacional y soy uno de esos privilegiados que consiguió un cupo, algo a lo que intentaré sacarle el mejor provecho”.

    Los nuevos estudiantes de posgrado

    La bienvenida de la Sede Amazonia a sus nuevos estudiantes también cobijó a los 26 que inician sus estudios de posgrados. Entre ellos se encuentran: 3 de la Especialización en Estudios Amazónicos, 18 de la Maestría en Estudios Amazónicos y 5 del Doctorado en Estudios Amazónicos.

    Con sus líneas de investigación y arduo trabajo, los titulados de estos programas cuentan con gran aceptación en el ámbito laboral nacional e internacional. Esa es una de las razones por las que cada vez la Sede acoge a estudiantes provenientes de Suramérica, Norteamérica y Europa.

    Elena Stübinger-Janas de Mannheim (Alemania), inicia hoy el doctorado en Estudios Amazónicos y para ella es un sueño cumplido estar primero en la UNAL y en la Amazonia. “Ha sido una región que me ha fascinado desde que era niña y hoy, me siento feliz aquí; echaré de menos a mi familia, pero el anhelo de aprender y de conocer la cultura y riqueza en biodiversidad de esta región será compensado con la formación que recibiré”.

    Según el profesor Ochoa dar la bienvenida a una nueva cohorte de estudiantes es motivo de alegría y esperanza, pues los jóvenes de la región son una promesa y un proyecto político de sus familias, sus municipios y sus comunidades.

    Al tener en la Sede Amazonia toda la cadena de formación universitaria, desde pregrado hasta doctorado, la Universidad refuerza su compromiso con esta región, que cumple un papel fundamental en el futuro climático, biológico y cultural del planeta.

    “Estamos en un momento clave, donde es imprescindible el diálogo de saberes entre los conocimientos tradicionales y los desarrollos científicos y tecnológicos. No podemos volver a los modos de vida indígena de hace cientos de años, pero tenemos que trabajar incansablemente por recuperar y fortalecer esos conocimientos”.

    “Estos conocimientos deben dialogar con la academia, la ciencia y la tecnología para crear una nueva cultura más amazónica, respetando los límites de los ecosistemas y las intensas y, necesarias interacciones de la región con el mundo global”, concluyó.