UNAL se une a la fiesta del arte y la ciencia en la Noche de los Museos

En las aulas anexas al Instituto Pedagógico Arturo Ramírez Montúfar (IPARM), el Museo de la Ciencia y el Juego ha montado una “Carpa museo recargada”, en la que a partir de las 4 de la tarde se ofrecerá un bazar de burbujas.

“La idea es que niños, jóvenes y adultos disfruten de este espacio creado para el juego y la diversión, para que se den gusto en esta fiesta de burbujas grandes, medianas y pequeñas, además de esculturas humanas y de animales (orugas, tortugas, etc.) con burbujas”.

“Sin importar la edad, el juego es importante para el ser humano, pues le sirve –entre otras cosas– para descansar el cerebro, y por eso debemos jugar después de afrontar épocas tan estresantes como las recientes”, anotan sus organizadores, quienes anuncian que esta noche también habrá una actividad sorpresa, algo nuevo en el Museo.

En el centro de Bogotá, al lado de la Casa de la Nariño, el profesor Santiago Vargas y un equipo del OAN estarán listos desde las 5 de la tarde con un domo planetario y telescopios para recibir a los asistentes de la Plaza Núñez (carrera 7 con calle 8), quienes podrán disfrutar de la observación de Júpiter y Saturno. Además, en el campus se ofrecerán charlas y recorridos por la cúpula principal de observación, ubicada en el edificio 413.

El Museo de Arquitectura Leopoldo Rother, localizado en el edificio 207, estará abierto para que los capitalinos asistan a la exposición “100 años: Una mirada desde la academia”, con la que el Museo le rinde un homenaje al fallecido pintor y escultor Eduardo Ramírez Villamizar, uno de los artistas plásticos más importantes de Colombia durante el siglo XX.

De la muestra sobresale El gran acueducto, de 1993, creada al regreso de su viaje a Machu Picchu en la década de los ochenta. Se trata de escultura de hierro de 2 m de alto por 1 m de largo a la que el maestro decide no ponerle color, ya que fue tal su fascinación con este emblemático e histórico lugar del Perú, que quería que sus obras se asemejaran a las piedras de esa zona.

Otras obras que se podrán observar en la exposición son: Mariposa horizontal (1958), pintura en témpera sobre papel que consiste en un juego de círculos y formas, creada en la época en que el arte abstracto tuvo influencia en el trabajo del artista; Saludo al astronauta (1965), hecha como un homenaje al viaje del hombre a la Luna.

La obra Doble arco caracol (1994), que también nace de su inspiración en Machu Picchu y cuya maqueta estará en la exposición, es emblemática para la Universidad, ya que la obra original –de 9 toneladas y 6 m de alto por 3 m de largo– se encuentra en el campus de la UNAL Sede Bogotá, entre el Edificio de Ciencia y Tecnología y las canchas de tenis.

Los recorridos guiados por las nueve colecciones del Museo de Historia Natural iniciarán a las 5 de la tarde y cada uno tendrá una duración máxima de 20 minutos para que el público se lleve una idea de la ilustración y el arte como un medio para la divulgación científica.

Evolución biológica, antropología, artrópodos, mundo marino, cavernas de murciélagos y peces de agua dulce son algunas de las salas que se podrán recorrer esta noche en el Museo, ubicado en el primer piso del edificio 425, del Instituto de Ciencias Naturales.

Naren Mauricio Téllez, coordinador general del Museo, menciona que “además se podrá acceder a la nueva exposición ‘Habitantes de seis patas’, un proyecto de ilustración científica con los insectos de campus”.

Moscas, avispas y mariposas, los otros habitantes de la UNAL Sede Bogotá, protagonizan la muestra, en la que convergen arte y ciencia para sensibilizar acerca de la importancia de conservar este valioso patrimonio natural que alberga el campus.

Las Facultades de Ciencias y de Artes se han unido para presentar los resultados de un estudio adelantado entre 2019 y 2020 sobre los insectos que habitan el campus, en el cual se recolectaron 4.700 ejemplares de 116 familias, 30 de ellas presentes en la exposición, como mariposas amarillas, mariposa espejo, crisopas, moscas de las flores, escarabajos peloteros e insectos espina.

La riqueza de esta entomofauna se documenta por medio de trabajos de ilustración científica de alta calidad, dándole valor al campus de la UNAL como un eje ambiental para Bogotá.