UNAL participa en la formulación de la Política Pública Nacional en Agroecología
El docente Álvaro Acevedo Osorio, ingeniero agrónomo, magíster y doctor en Agroecología, adscrito al Departamento de Desarrollo Rural y Agroalimentario de la Facultad de Ciencias Agrarias, forma parte del grupo que junto con técnicos del Ministerio de Agricultura y con líderes de movimientos sociales conformaron el equipo de redacción de esta nueva Política Pública.
Estos aportes se presentaron en el Congreso Popular, Político y Científico de Agroecología desarrollado esta semana en las instalaciones de la UNAL, en alianza con el Comité de Impulso del Movimiento Agroecológico Colombiano (Cimac), conformado por 16 redes, plataformas y organizaciones regionales de todo el país que aplican este tipo de prácticas agrícolas agrupando a más de 300 organizaciones de distintos lugares del país.
La Agroecología se propone como un enfoque científico-técnico para lograr sistemas agroalimentarios justos, sanos y soberanos en los que se organiza la producción, la comercialización en circuitos cortos y el consumo, cuidando la salud de los consumidores.
Sin embargo, hasta ahora no existe en el país una política que logre que las experiencias exitosas en el tema se puedan llevar a una escala mayor, es decir que los programas de alimentación nacional de producción y consumo logren ser de base agroecológica, ya que es la forma como los ciudadanos se pueden alimentar mejor, y además es una opción para hacerle frente a la crisis climática, porque es una agricultura sana que no utiliza agrotóxicos ni libera gases efecto invernadero, sino que, por el contrario, los retiene y evita el calentamiento global.
La Agroecología es el enfoque que mejor responde a los desafíos del sistema agroalimentario, que incluye la inseguridad alimentaria, la contaminación ambiental, la injusticia social y los impactos de la agricultura industrial; por eso es necesario concretar políticas consistentes, sólidas, y con una perspectiva de largo plazo que logre su escalamiento en todo el país.
La Universidad forma parte de la Red de Instituciones de Educación Superior con Programas de Agroecología en Colombia (Iesac), una de las organizaciones que integran el Cimac. Además ofrece el Doctorado en Agroecología, de la Facultad de Ciencias Agrarias, y desde allí se hace un acompañamiento al movimiento agroecológico colombiano.
Es así como se acepta la invitación de los movimientos sociales y del Ministerio de Agricultura a participar en la construcción de la Política Pública Nacional de Agroecología, acompañamiento centrado en apoyar y dinamizar las discusiones regionales.
“Una política en Agroecología no se puede hacer desde los escritorios de los técnicos que se la imaginan y la hacen a la distancia; esta requiere la participación de los movimientos sociales, de quienes realmente hacen agroecología, que son campesinos, indígenas, raizales y afrodescendientes”, señala el profesor Acevedo, integrante del equipo de formulación.
Cabe señalar que la UNAL ha participado activamente en las discusiones, la escritura, la redacción, los ajustes y lineamientos de la Política desde el ámbito académico, que dio como resultado una resolución presentada ante las autoridades competentes.
La Política contempla los sistemas de producción agroecológica basados en agro-biodiversidad, semillas nativas y criollas, con lo cual se reconoce que para que haya sistemas alimentarios justos, resilientes y sustentables es necesario proteger estas semillas y valorar los conocimientos tradicionales de las comunidades para su manejo, uso, reproducción y consumo.
Otro elemento importante de la Política es el cambio climático y el manejo del agua, demostrando que la Agroecología es una respuesta a esta problemática, ya que aporta a la retención de las emisiones de carbono de las actividades agrícolas y genera balances hídricos para economizar y mejorar el uso del agua.
Además contempla la necesidad de gestionar el conocimiento agroecológico para promover sistemas en los territorios rurales, escuelas, centros de formación técnica y tecnológica, así como en universidades para formar más practicantes y más investigadores en estas áreas.
Por último, la Política propone un esquema de gobernanza para organizar a las comunidades rurales para que puedan participar en la planeación y veeduría sobre los programas de la Política.
En este documento se reconoce la importancia de la agricultura en la soberanía alimentaria y propone que los sistemas alimentarios le den más protagonismo al campesinado y a las comunidades étnicas. Cabe resaltar que el lapso propuesto para esta política pública es de 10 años y busca que en ese tiempo se logren ejecutar todas las metas propuestas en términos de ampliar la agricultura agroecológica, fortalecer los mercados territoriales y robustecer la gestión de este conocimiento.