UNAL lidera creación de política pública para fortalecer las ciencias humanas y sociales en el país
Durante la audiencia pública realizada este jueves 16 de mayo en el Congreso de la República para socializar el proyecto, la profesora Alejandra Jaramillo Morales, vicedecana de Investigación y Extensión de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), señaló que “las visiones econométricas, tecnicistas y productivistas en torno a problemáticas sociales han tendido a dejar por fuera la visión de lo humano, y por eso la mayoría de los grandes proyectos de desarrollo del país no involucran de manera central los enfoques de las ciencias humanas”.
“Las políticas públicas de investigación y conocimiento impuestas hasta ahora tienen, en términos generales, una visión gerencial y administrativa que confunde los contenidos de una política con los instrumentos cuantitativos que se usan para medir sus efectos”, añadió la académica, quien recordó que esta iniciativa es liderada por la UNAL y la Asociación Colombiana de Facultades de Humanidades y Ciencias Sociales (ASOCOLFHCS).
Manifestó además que “en el país es necesario reconocer las ciencias humanas como un bien público, por su papel determinante en la construcción de sentidos y de memoria histórica en la territorialización de las problemáticas socioambientales y culturales”.
Al evento también asistieron otros académicos, senadores, representantes a la Cámara y la ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación (Minciencias), Yesenia Olaya, quien resaltó la importancia de esta articulación entre actores para pensar en las apuestas de país.
“Es importante que esta misión nos lleve a construir entre todos la sociedad del conocimiento que deseamos que avance en Colombia; esto implica discusiones incómodas”, dijo.
Agregó que “los análisis sociales son importantes para abrir las fronteras tanto del conocimiento como de las formas de representación de otras subjetividades que requieren un lugar de enunciación para construir un proyecto común de gobernanza en los territorios”.
La iniciativa surgió como una estrategia para formular una política pública que fortalezca y revalorice las áreas de derecho, economía, periodismo, antropología, filosofía, historia, literatura y sociología, entre otras.
Hasta el momento ha reunido a alrededor de 74 universidades colombianas y su propósito central en esta etapa es construir, con la comunidad académica y actores sociales, de manera participativa y concertada, un documento que servirá como punto de partida para negociar y tramitar la formulación de la política pública ante el Gobierno nacional.
En este momento se adelanta un diagnóstico exhaustivo de la situación actual de las ciencias humanas en el país, análisis que permitirá identificar las principales problemáticas, necesidades y retos que enfrenta este campo del conocimiento en ámbitos como financiación, normatividad, fortalecimiento de la investigación, docencia, extensión e infraestructura, entre otros.
Cuando el documento de diagnóstico y lineamientos esté completo, un ministerio o un comité interministerial lo presentará ante el Departamento Nacional de Planeación (DNP), entidad que elaborará un documento técnico que llevará ante el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) con acciones definidas que se implementarían a través de proyectos, planes, programas y normas según los procedimientos de la administración pública colombiana.
En el diagnóstico se reconoce que en 2015 varias asociaciones académicas y universidades –entre ellas la UNAL– se desvincularon del antiguo Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias) –entidad que regulaba y financiaba la investigación en el país– como protesta porque este tenía una visión muy limitada y desvalorizaba las ciencias humanas y sociales.
Muchos docentes dejaron de actualizar sus hojas de vida académicas en el sistema de Colciencias y algunos grupos de investigación en áreas humanísticas decidieron no presentarse a las convocatorias de medición, pues no estaban de acuerdo con la manera como la entidad concebía e incentivaba inequitativamente este campo del conocimiento.
Este antecedente se sumó a procesos como la Ley 1874 de 2017, la cual buscaba fortalecer la enseñanza de la historia en los colegios reconociendo la importancia de esta disciplina humanística.
Además, en 2019 se publicaron documentos elaborados para la Misión de Sabios que evidenciaron el desconocimiento de las ciencias humanas en el diseño de políticas públicas recientes. Así se fue formando una movilización académica más grande.
“Gracias a las ciencias humanas se han diversificado las preguntas sobre nuestra realidad y se han creado métodos cualitativos de análisis cruciales en la negociación e implementación de nuestros procesos de paz; sin sus aportes la formulación de políticas públicas sería limitada y su aplicación imposible, pues no existe dimensión social, política, cultural, ambiental o científica que pueda prescindir de una mirada humanística y social”, puntualizó la docente Jaramillo.