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Educación

UNAL le entrega 10 propuestas al país para la reforma a la educación superior

    Como parte de la discusión sobre la reforma a la Ley 30 de 1992, presentada por el Ministerio de Educación Nacional (MEN), el equipo directivo de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), en cabeza de la rectora Dolly Montoya Castaño, le presentó al país un decálogo de propuestas para construir una nueva ley de educación superior.

    Uno de los temas destacados del documento que será entregado al Mineducación es el de la autonomía universitaria. La Rectora asegura que “la autonomía universitaria es un pilar para el funcionamiento de las instituciones de educación superior en el país, por ello se debe ofrecer un panorama de gobernanza abierta y responsabilidad social, en donde todos los sectores puedan participar en la construcción de estas políticas”.

    “Las universidades deben trabajar sin presiones y promoviendo la libertad académica, con igualdad de oportunidades y posibilidades; los estatutos deben prever sus órganos de gobierno en cabeza del Consejo Superior Universitario, manteniendo su régimen especial, por ser universidad del Estado para la unidad de la nación”, afirma.

    Según la académica, “la gobernanza universitaria debe implementar un carácter abierto que asegure los mecanismos de participación y colaboración en la toma de decisiones, avanzando en la adopción de buenas prácticas de gestión pública como políticas de transparencia, rendición de cuentas, innovación y gobernanza de datos”.

    El segundo tema fundamental dentro de estas 10 propuestas es la financiación de las instituciones de educación superior (IES) del país, un tema que siempre está sobre la mesa, pues es una de las peticiones más urgentes de las universidades al Estado, debido a los problemas de desfinanciación.

    Este año el Presupuesto General de la Nación aprobado en el Congreso parece mostrar una luz para la educación, ya que tuvo un aumento considerable que es determinante, pues es un aporte para poder destinar recursos de inversión a funcionamiento. Esto se logró con el trabajo conjunto con algunos parlamentarios y permite que esos dos puntos presupuestales se inviertan para toda la vida, es decir que no se irán si llega otro gobierno.

    La UNAL le apuesta a reformar los artículos 86 y 87 de la Ley 30 para un nuevo modelo de financiación que vaya en la misma línea de lo propuesto por el Sistema Universitario Estatal (SUE) y el MEN. Algunas reformas a los artículos incluyen que los aportes del Presupuesto General y entidades territoriales a las IES públicas se calculen tomando la base del presupuesto para cada institución por año, y ajustándose al índice de costos de la educación superior (ICES) calculado por el DANE.

    Esto permitirá que el acceso y la permanencia se puedan consolidar, lo cual en la UNAL es clave por programas como el de Admisión Especial y Movilidad Académica (Peama), que atiende a las regiones más apartadas y vulnerables del país, y que hace poco logró tener 209 nuevos profesores que fortalecerán esta labor.

    Dentro del decálogo también se identifica una reforma fundamental al artículo 87 de la Ley 30, que consiste en que el Gobierno incrementará sus aportes para las universidades en un porcentaje no inferior al 50 % del incremento real del producto interno bruto; estos no formarán parte de la base presupuestal de las instituciones.

    “Queremos diseñar un sistema nacional de Educación Superior, que esté conjunto y coordinado por todas las instituciones, actores, políticas y recursos, para garantizar los derechos constitucionales en educación con una mejor planeación y articulación, ya que es un sistema mixto y se debe trabajar entre lo público y privado para el beneficio de todo el país”, manifiesta la Rectora.

    Estas propuestas se hacen con base en la lectura hecha por la UNAL sobre lo que está pasando con la educación en el mundo, y como ejemplos importantes en Latinoamérica se tiene a México, Chile y Argentina, que han logrado consolidar buenas políticas públicas. “Para ello es necesario que la calidad en ciencia y tecnología siga permitiendo estos avances en un diálogo simétrico entre todas las comunidades del país”, amplía la profesora Montoya.

    Las otras 7 propuestas son:

    • Principios fundamentales para la educación superior en el siglo XXI.
    • Educación superior centrada en el estudiante: acceso con inclusión, gratuidad, permanencia, bienestar educativo y educación para la vida y toda la vida.
    • La calidad, la pertinencia y la acreditación a través de la innovación y el mejoramiento continuo.
    • Transformación digital para el cambio cultural institucional en la educación superior.
    • Ciencia, tecnología, creación artística e innovación: políticas, articulación multisectorial y fondos de fomento.
    • El diálogo simétrico de saberes de la nación en la educación superior.
    • Internacionalización y cooperación en red: la educación superior colombiana con perspectiva de mundo global.

    Como parte de la apuesta por una participación activa tanto de la comunidad universitaria como de cualquier persona interesada, se diseñó una plataforma que aloja cada uno de los 10 puntos del decálogo propuesto por la UNAL, e incluso se puede dejar un aporte para que la discusión en pro de la construcción de la nueva ley de educación superior siga creciendo.

    La Rectora recalca que “esta es una oportunidad para beneficiar a los más jóvenes para que puedan tener un acceso de calidad a las instituciones de educación superior, y los cobije un marco de ley más acorde con los nuevos tiempos”.