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UNAL inicia proceso de consulta en línea sobre información de sus colecciones científicas

    Aunque los cerca de 7 millones de datos contenidos en 63 colecciones científicas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) se guardan con total sentido de conservación del patrimonio cultural y natural del país, este acervo no está unificado y por eso se requiere de un esfuerzo articulado para ubicar las recopilaciones en la Plataforma de Colecciones Naturales de la Institución.

    La iniciativa ya comenzó y su primera socialización a curadores de colecciones de la UNAL se hizo en la Sede Bogotá. El profesor Gonzalo Andrade, director del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) y del proyecto “Portal de colecciones científicas de la UNAL”, explica que “esta es la colección más grande que tiene el país con datos históricos desde los recolectados por el botánico José Celestino Mutis, en 1765, hasta el presente.

    Esta información se sumará a la contenida en el portal Biovirtual (www.biovirtual.unal.edu.co) del ICN, que alberga 13 colecciones, 10 de ellas de tres sedes de la UNAL. Para junio de 2024 queremos recoger la información de 20 colecciones de unas seis sedes. El plan es tener a futuro las 63 colecciones en línea y las que continúen emergiendo” explica el profesor Andrade.

    El Sistema de Información de la Investigación, Extensión y Laboratorios Hermes la Universidad tenía 51 colecciones científicas registradas; recientemente aparecieron 12 más para ajustar 63, de las cuales 44 son biológicas y 19 geológicas, paleontológicas, arqueológicas y antropológicas.

    Ocho de las nueve sedes de la Institución tienen colecciones que recogen información de senderos, jardines botánicos y estaciones científicas; estas constituyen el Sistema de Colecciones Científicas, articulado al Sistema de Patrimonio de la UNAL que estarán dispuestas para consultar en línea.

    Serán unas 20 colecciones consultables por toda la comunidad de Colombia y del mundo, en la que pueden recoger información geográfica de los especímenes y su taxonomía, ver registros fotográficos y saber en dónde fue recolectado, entre otros datos.

    El convenio firmado con la Global Biodiversity Information Facility (GBIF) en febrero de este año permitirá alojar datos relacionados con la distribución. Información como fotos, cantos de aves y ranas, etc., quedarán soportados en una plataforma de Amazon, dispuesta por la Vicerrectoría de Investigación de la UNAL.

    “Queremos aportar información del patrimonio natural, de la riqueza en biodiversidad de Colombia, y en datos que tenemos en la UNAL para que los estudiantes de colegios puedan hacer tareas con esta información, saber qué es una planta y dónde están las serpientes distribuidas en Colombia”, explica el profesor. Estos datos permiten la incidencia en la creación de estrategias de conservación o de declaración de áreas protegidas y especies amenazadas en el país.

    A esta iniciativa se sumarán dos colecciones: Suta, recogida en Villa de Leyva (Boyacá), y Checua, en la sabana de Bogotá. La profesora Hellen Hope Henderson, del Departamento de Antropología de la Sede Bogotá, lidera un proceso colaborativo para fortalecer las colecciones científicas desde el Laboratorio de Arqueología.

    “La colección de Suta es de una comunidad muisca que ocupó el territorio entre los años 1000 y 1500 d. C. La segunda es resultado de las investigaciones de la profesora Ana María Groot, quien documentó los pisos de las viviendas y los contextos funerarios de las poblaciones tempranas en la sabana de Bogotá”, explica la profesora Henderson.

    Por ejemplo, con la información cargada en la nueva plataforma se pueden tener unos 1.500 registros de la colección de Suta, sobre el contexto asociado con la vida diaria en viviendas entre fragmentos de piedra como lítico, carbón y fauna, entre otros hallazgos. Se espera tener registradas las dos colecciones el 15 de diciembre.

    “Este proyecto se enmarca en un fin misional de la UNAL que es estudiar y enriquecer el patrimonio cultural y ambiental de la nación y contribuir a su conservación. Es importante que esta iniciativa de equipo multidisciplinar converse para cumplir este fin misional”, concluye la profesora Henderson.