A partir de esta hipótesis, el Grupo de Investigación Educación Social y Ámbitos Académicos, adscrito a la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira y dirigido por el profesor Néstor Fabio Valencia Llano, desarrolló para el gremio de educadores el curso formativo "Pedagogía/educación social", con el fin de identificar los conflictos socioeducativos que atañen a la docencia colombiana.
"Como Universidad Nacional tenemos la hipótesis de que existen unas problemáticas sociales "diferentes a las pedagógicas" que están afectando el proceso educativo de los niños y jóvenes, y que reflejan las de una sociedad", explicó el docente Valencia.
Según el Ministerio de Educación Nacional, las instituciones educativas del país se han convertido en el escenario de encuentro entre estudiantes que viven en carne propia situaciones de riesgo y vulneración extrema.
La Encuesta Internacional de Enseñanza y Aprendizaje 2018, de la OCDE, muestra que el 55 % de los maestros del país requiere de capacitación para dictar clases a estudiantes con necesidades especiales de aprendizaje, como desventajas mentales, físicas o emocionales.
Así mismo reporta que en Colombia un promedio del 68 % de los directores de escuela informan que la falta de maestros con competencia en la enseñanza de estudiantes con necesidades especiales obstaculiza la entrega de una instrucción de calidad en su escuela.
Visión holística
En ese sentido, la metodología del curso propone encadenar el pensamiento holista con el reduccionista, lo que permitiría desarrollar herramientas que contribuyan a entender el contexto que rodea a la institución (una visión holística o global de las problemáticas) junto con la priorización y clasificación de los inconvenientes que afectan a cada escuela y estudiante en particular (reduccionismo). Ambas corrientes se toman por complementarias en vez de antagónicas, dando paso a la búsqueda de soluciones inteligentes a los problemas socioeducativos del país.
Profesionalización docente
Este curso está disponible para docentes que no superaron la calificación mínima de la Evaluación con Carácter Diagnóstico Formativa (ECDF), y solo podrán acceder aquellos inscritos en el Estatuto de Profesionalización Docente (Decreto 1278 de 2002), que regula las relaciones del Estado con los educadores a su servicio.
La ECDF determina la posibilidad de ascender en el escalafón docente, lo que a su vez representa un sueldo más alto para los profesores. Por ejemplo, según la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), a partir del 1 de enero de 2019 lo mínimo que recibe un docente siendo grado 1 en el escalafón es un poco más de 1.600.000 pesos, hasta un máximo de 7.710.374 pesos para aquellos ubicados en el grado 4 del escalafón y con al menos un doctorado.
Para acceder a esta prueba es necesario cumplir con ciertas condiciones: estar inscrito en el escalafón docente, llevar mínimo tres años de servicio, y haber logrado puntajes superiores al 60 % en las últimas dos evaluaciones anuales de desempeño.
En la ECDF que se realizó entre 2016 y 2017 solo pasó el 50,1 % de los docentes, por lo que entre los educadores existe una polémica sobre los criterios de la prueba, teniendo en cuenta que esta consiste en la autograbación de una clase, para luego subir el video a una plataforma habilitada.
Para los docentes que no culminaron con éxito la evaluación existen cursos formativos ofrecidos por diferentes universidades, entre ellas la UNAL. Al respecto, el profesor Valencia argumentó que "lo fundamental es contribuir colectivamente con los educadores a adquirir una mayor conciencia social, ya que las problemáticas sociales existentes se deben abordar para formar unos mejores ciudadanos y fortalecer la democracia".
El curso cuenta con tres módulos que se desarrollan en tres meses en las sedes principales de la UNAL: Bogotá, Medellín, Manizales y Palmira.