UNAL firma compromiso con la biodiversidad en la Reserva Bosque de Yotoco en acto simbólico
La Reserva, protegida por la UNAL desde 1959, abarca 559 hectáreas de bosque húmedo subtropical y es símbolo de la expresión de la diversidad biológica, pues aquí se encuentran 750 especies de plantas, 449 de aves y 68 de mamíferos –como el emblemático mono aullador y la amenazada pava caucana–, solo por señalar algunas cifras.
Allí, el rector de la UNAL, profesor Leopoldo Múnera Ruiz, y otras directivas académicas sembraron árboles nativos y dieron inicio a la COP16. En solo tres días del evento sobre biodiversidad más importante del mundo se inscribieron 1.000 personas para visitar esta zona, que se abrió al público para que conozca la naturaleza que se busca proteger.
Como parte del compromiso institucional con la biodiversidad, el rector Múnera inició oficialmente el evento mediante la firma de un retablo que permanecerá en el lugar como recordatorio del esfuerzo compartido, en el cual quedaron marcados los mensajes dedicados al cuidado de los recursos naturales y genéticos que se salvaguardan en la Reserva. El Rector estuvo acompañado de las directivas académicas, investigadores, estudiantes y miembros de la comunidad local.
“La Reserva no es solo un espacio de estudio, sino un santuario de vida que debemos cuidar y proteger para las generaciones futuras”.
Como acto simbólico, el rector de la UNAL sembró un guayacán manizaleño que crecerá hasta 20 m de altura y del cual brotarán flores de pétalos blancos y estambres largos color blancuzco.
Por su parte, la profesora Luz Estella Cadavid Rodríguez, vicerrectora de la UNAL Sede Palmira, sembró un monte frío, árbol que crece en los bosques húmedos de la Región Andina y que es reconocido por atraer aves; y el profesor Gonzalo Andrade, director del Instituto de Ciencias Naturales (ICN), plantó un arrayán blanco.
Este ecosistema vital para la preservación de especies resguarda una rica variedad de fauna, entre ellos insectos como la mariposa monarca, 26 especies de anfibios y 32 de peces de agua dulce; y flora que incluye orquídeas, plantas nativas como el cedro amarillo, el aguacatillo y la jigua.
Por ello, el rector de la UNAL afirmó que “el futuro de la sostenibilidad depende de nuestro compromiso hoy. […] La Universidad tiene un papel esencial en la conservación del ambiente, no solo como generadora de conocimiento, sino también como garante de la protección de estos territorios que son el corazón ecológico de la región”.
Además de ser un laboratorio ambiental esencial para la investigación científica y académica, la Reserva ofrece alojamiento, senderos interpretativos y un mirador que les permite a científicos y visitantes nacionales e internacionales conectarse con la naturaleza.
“Aquí uno se siente vivo, contrario de lo que sucede en la ciudad, aquí la vida brota de todas partes, está en el camino, en la vegetación, en los árboles, en los animales, aquí está reflejada la vida de la Universidad”, agregó el profesor Múnera.
Por su parte, el profesor Andrade, del ICN, se comprometió a “seguir apoyando la conservación y protección de la Reserva de Yotoco por todos sus aportes a la conservación de la biodiversidad, el fomento de la investigación científica, la educación ambiental y la valoración de los servicios ecosistémicos”.
A su turno, la vicerrectora de la Sede Palmira aprovechó el espacio para plantear la necesidad de “transitar de un enfoque extractivista centrado en el hombre y su postura de dominación, a uno horizontal en el que reconocemos que somos otra especie en la naturaleza y propendemos por la conservación de todas las formas de vida”.
La COP16 representa una oportunidad única para que visitantes locales e internacionales no solo conozcan la riqueza de la biodiversidad en el Valle del Cauca, sino que también apoyen los emprendimientos sostenibles de la región, ya que podrán interactuar con proyectos que promueven la conservación ambiental, el uso responsable de los recursos naturales y el fortalecimiento de las comunidades rurales, enfocados en áreas como la agroecología, el ecoturismo, la acuicultura y la producción sostenible.
En la Reserva de Yotoco, estudiantes, investigadores y docentes llevan a cabo estudios sobre biodiversidad, ecología y conservación. Cada año más de 2.000 visitantes, entre los que se encuentran académicos y científicos nacionales e internacionales, desarrollan proyectos de investigación que tienen un impacto directo en la preservación de especies y el mantenimiento de los ecosistemas.
Uno de los grandes logros recientes en la Reserva ha sido el aumento de la población de la pava caucana, una especie endémica y en peligro de extinción. Mientras que en 2006 se registraban entre 6,5 y 10 individuos por km2, este año los estudios revelaron una densidad de 46 ejemplares en la misma área, lo que representa una recuperación significativa para esta especie amenazada.
Además de la pava caucana, otras especies notables como el tucán rabirrojo y la guacamaya se han avistado en la Reserva, lo que indica que el hábitat natural está en proceso de recuperación. Estos resultados son alentadores para los conservacionistas y destacan la efectividad de las estrategias de gestión ambiental implementadas por la UNAL.