UNAL consolida doble vía para su transformación: diálogo multiestamentario y proceso constituyente
La Mesa Nacional de Diálogo Multiestamentaria que se realizó del 30 de octubre al 1 de noviembre surgió de las mesas de diálogo que se realizaron en las distintas sedes de la Universidad durante el 2024 para abordar las necesidades particulares de cada una de ellas.
Al iniciar la agenda, el profesor Leopoldo Múnera Ruiz, rector de la UNAL, se refirió al trabajo adelantado: “venimos de un trabajo intenso que empezó el 6 de junio para retomar las clases y procesos académicos. Las mesas locales fueron muy importantes, pero también empezamos a desarrollar el Plan Global de Desarrollo (PGD) 2025-2027”.
Este espacio nacional tuvo el propósito de debatir y articular los temas propuestos por cada una de las mesas de sede, con el fin de retroalimentar el PGD y la propuesta que presentará la Rectoría junto con el equipo directivo para dar inicio al proceso constituyente universitario.
“Este es un espacio de participación muy importante que no sustituye a los Claustros y Colegiaturas, sino que los complementa y busca llenar los vacíos o limitaciones que algunas y algunos han identificado”, explicó el profesor Andrés Felipe Mora, vicerrector General de la UNAL.
Durante los dos días de agenda se identificaron ocho ejes temáticos fundamentales: bienestar; enfoques diferenciales; derechos humanos y política de paz; modelo académico; financiación; dignificación laboral; democracia; y gobierno universitario. Además, se estableció una mesa específica para tratar asuntos de posgrados.
Uno de los puntos que abrió el debate fue la necesidad de replantear el bienestar universitario como un proyecto académico integral en vez de una propuesta asistencialista. Esto implicaría fortalecer aspectos como el apoyo psicosocial, la habitabilidad en los campus, la ampliación de subsidios de alimentación, la adecuación de su infraestructura y la implementación de campañas de autocuidado.
También se abordó la urgencia de fortalecer los enfoques diferenciales, especialmente para estudiantes que ingresan por programas especiales, y la importancia de la salud mental para toda la comunidad universitaria.
Sobre el eje financiero las discusiones se centraron en dos niveles: la redistribución interna de recursos entre Sedes y Facultades, y la necesidad de una reforma estructural a los artículos 86 y 87 de la Ley 30 para fortalecer la base presupuestal de la Institución.
“Estos puntos nos llevan a pensar en mecanismos solidarios de distribución que permitan un desarrollo igualitario en las disciplinas de las sedes y las facultades”, puntualizó el vicerrector General.
La mesa también dio especial relevancia a temas de equidad de género, dado que solo el 30 % del estudiantado y del cuerpo docente son mujeres. Además se destacó la importancia de reconocer la neurodiversidad y combatir el capacitismo en la Universidad.
Tras esta serie de diálogos y la sistematización de las conclusiones, la Secretaría Técnica presentará un documento que recogerá todos estos aportes, los cuales servirán como insumo para el PGD 2025-2027.
Este informe también incluirá mecanismos de seguimiento para verificar el avance en cada compromiso. Según el vicerrector General de la UNAL, la meta es lograr que estos diálogos se traduzcan en acciones concretas que fortalezcan la Universidad como un espacio plural y comprometido con la educación pública de calidad.
Paralelamente, la Universidad dio inicio al Proceso Constituyente Universitario, enfocado en la democratización de la vida universitaria y el gobierno institucional.
El profesor Iván Darío Ávila Gaitán, del Departamento de Ciencia Política de la UNAL y asesor de Rectoría, explicó que este proceso que se inicia formalmente con esta propuesta responde a una demanda histórica de la comunidad universitaria.
“Este es el inicio formal del proceso constituyente en términos de ir estableciendo rutas claras que modifiquen el gobierno universitario y la manera en que se toman las decisiones en la Universidad”, señaló.
La propuesta inicial contempla cuatro grandes espacios de participación: Claustros y Colegiaturas, Cuerpos Colegiados (que incluyen Consejos de Facultad, de Sede y de Consejo Académico), espacios participativos autónomos y la mesa constituyente universitaria.
Entre los aspectos fundamentales a discutir se encuentran la elección y designación de autoridades académicas, el fortalecimiento de la cultura democrática universitaria, y la participación de organizaciones estudiantiles y profesorales en la toma de decisiones.
“Un proceso de democratización de la Universidad implica dinámicas también democráticas. No se puede realizar esto de manera antidemocrática o mediante mecanismos y formas no democráticos”, enfatizó el profesor Ávila.
Por su parte, el rector Múnera hizo énfasis en que este proceso aún está en desarrollo. “Necesitamos al menos dos espacios adicionales: uno para trabajar este documento con calma en cada sede, permitiendo que se construyan propuestas alternativas desde allí; y otro para compartir las reflexiones y alcanzar acuerdos a partir de los consensos logrados”.