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Educación

UNAL aporta conocimientos para combatir el hambre y preservar la cultura del Pueblo U'wa

    A través del Proyecto Mentores de la Sede Orinoquia, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) está capacitando a docentes y estudiantes de la institución Etno Educativa U'wa Izketa con talleres de innovación, emprendimiento y agronomía sostenible, enfocados en el aprovechamiento de recursos naturales y sus residuos en sistemas de economía circular.

    Esta iniciativa busca integrar el conocimiento ancestral con nuevas tecnologías, para que la comunidad U'wa se pueda desarrollar de manera sostenible conservando su identidad cultural y su rol como guardianes de la madre tierra. Además los talleres se enlazan con los contenidos curriculares del colegio para que los niños continúen la dinámica desde sus clases.

    Los U’wa, que significa “gente inteligente que sabe hablar”, son un pueblo indígena que habita en la región andina de Colombia, especialmente en los departamentos de Norte de Santander, Arauca y Boyacá; son conocidos por su fuerte conexión con la naturaleza y su cosmovisión centrada en la protección de la madre tierra. En los últimos años sus tradiciones y rituales se han visto modificados por la expansión agrícola, que ha llevado colonos a sus alejados territorios, y otras presiones económicas externas.

    En Samoré, corregimiento de Toledo (Norte de Santander), la comunidad Segovia del pueblo U'wa ha mantenido sus tradiciones y formas de vida, pues no son nómadas, a diferencia de la mayoría de las etnias de la Orinoquia, pero su necesidad de adaptarse a los cambios los ha impulsado a buscar nuevas estrategias para preservar su cultura mientras mejoran sus condiciones de vida.

    La intervención de la UNAL ha sido crucial para acompañar este proceso de adaptación, respetando su identidad étnica y su relación con el territorio. “Queremos mostrarles que hay opciones viables y sostenibles para la economía y la agricultura, que respetan su identidad cultural y su relación con la tierra”, precisa el líder del proyecto Jesús Farías, ingeniero agrónomo de la UNAL.

    Del aula al campo

    Las actividades educativas y productivas compartidas por la UNAL inician con la formación de docentes, quienes luego replican este conocimiento en sus estudiantes de la Institución Etno Educativa U'wa Izketa de Segovia. Para esto se han realizado talleres de emprendimiento, innovación y aprovechamiento de residuos, con un enfoque en economía circular, “por ejemplo en la cría de pollos de engorde, se parte de la semilla de maíz que ellos producen, con la cual se hace forraje verde hidropónico que es excelente para alimentar a las gallinas, y luego los desechos, que es la gallinaza, se utiliza para compostaje, y este se reintegra al suelo para que no haya ningún tipo de desperdicio”, explica el ingeniero Farías.

    También se fomenta el uso de biodigestores para la generación de biogás partiendo de excretas de cerdo y cabra, y la producción de biofertilizantes tanto sólidos como líquidos para las huertas del colegio, y se incentiva la creación de emprendimientos a partir de lo producido o cosechado. Con esto se busca que los estudiantes aprendan mientras se dedican al proyecto, integrando las materias que ven el colegio como química, biología y agronomía que les permitan desarrollar nuevas habilidades.

    Esto se ha logrado con la colaboración de los docentes para que los estudiantes comprendan conceptos científicos complejos de manera práctica y tangible. “En la materia de química, por ejemplo, los niños y niñas U’wa ven temas como la metanogénesis y el uso de biogás permitiendo que los estudiantes comprendan la conexión entre la teoría y su aplicación en proyectos como el biodigestor comunitario”, añade el líder del proyecto.

    Cultivar mejor, comer mejor

    Uno de los aspectos más innovadores de la iniciativa es la incorporación de plantas endémicas de la región en los procesos de investigación y cultivo, entre ellos la bágala y el platanillo, heliconias cuyo consumo no es común para los “occidentales” pero sí es base de alimento para las comunidades indígenas.

    El enfoque no solo es preservar estos cultivos, sino también hacerlos más eficientes y sostenibles, reduciendo la necesidad de talar árboles para nuevas zonas de siembra. El Proyecto Mentores busca optimizar el uso de las tierras existentes, garantizando que los cultivos sean rentables a largo plazo sin comprometer el equilibrio ecológico de la región. Además, se están explorando alternativas innovadoras en la alimentación de los animales, como el uso del ortigo (pringamosa) y otras plantas autóctonas que no solo son nutritivas para las aves, sino que también forman parte de la dieta de los indígenas U’wa.

    El proyecto también busca enfrentar el problema del acceso irregular a la alimentación en la comunidad. Actualmente, cultivos como la bágala solo se consumen en épocas de cosecha, lo que genera periodos de escasez. “Al establecer un sistema de cultivo más sostenible y regular, se espera reducir el hambre en la comunidad y mejorar su calidad de vida. Combatir el hambre no solo mejora la salud, sino también la armonía dentro de la comunidad, reduciendo los conflictos”, añade del ingeniero Farías.

    El impacto del Proyecto Mentores no se limita a la comunidad U’wa de Arauca. Este modelo de trabajo se ha replicado en otras comunidades indígenas de la región, como el pueblo Guahíbo Betoy. La UNAL ha logrado establecer un vínculo sólido con diversas etnias, promoviendo el desarrollo sostenible y el respeto por sus tradiciones.

    Otro de los grandes logros del Proyecto ha sido el fortalecimiento de la identidad étnica a través del lenguaje, pues la información impartida en los talleres se registra en la lengua natal de los U’wa (u´wa ajca o Uwakuta) con ayuda de los etnoeducadores, lo que no solo preserva su idioma, sino que también asegura que las futuras generaciones continúen con estos conocimientos. Según el líder Farías, “lo que buscamos es que esta información solo sea útil no hoy, sino que se mantenga viva en la cultura U’wa para que puedan seguir cuidando de su tierra y su gente en los años venideros”.