Escudo de la República de Colombia Escudo de la República de Colombia
/Una segunda “vida” para los residuos de la fabricación de postes
Ciencia y Tecnología

Una segunda “vida” para los residuos de la fabricación de postes

    Una sola empresa a regional genera cerca de 2 toneladas de residuos mensuales de polímeros, producto de la fabricación de postes de energía. En la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín se probó si estos se podrían usar en el concreto, reemplazando en un 100 % los agregados convencionales como la grava y la arena, lo que reduciría cerca del 17 % de los costos, evitaría la explotación innecesaria de canteras y contribuiría al cuidado del medioambiente.

    “Si hacemos los cálculos, la cifra de desechos sería de 30 a 40 veces mayor para todo el Valle de Aburrá. Toneladas de residuos que se convierten inmediatamente en basura”, estima el investigador Faber Esneider Villa Cardona, magíster en Construcción de la UNAL Sede Medellín.

    Los residuos de polímeros suelen ser resistentes a la descomposición, por lo que si se disponen inadecuadamente contaminan suelos y aguas. “Le vimos potencial porque, pese a tener mucho volumen, es un material muy ligero, que casi no pesa, y que contribuiría a prácticas constructivas más sostenibles”, agrega.

    Estos mismos residuos han representado retos en países europeos a raíz de la fabricación de turbinas eólicas, por lo que explorar nuevas formas de aprovechamiento en Colombia sería crucial en el marco de la transición energética.

    “Para el estudio lo concebimos como una materia prima para reemplazar los agregados tradicionales que se mezclan con el cemento, es decir la grava y la arena, que se obtienen de la explotación de las rocas de las montañas”, menciona el magíster.

    Usualmente este tipo de agregados deben viajar largas distancias desde las canteras hasta los centros de producción donde se les dan utilidad, lo que incrementa su impacto ambiental. “Teniendo esto en cuenta, reemplazamos el 100 % de los agregados, lo que representaría una disminución aproximada del 17 % de los costos. Estos los mezclamos con un cemento Portland de uso general y luego evaluamos, mediante ensayos mecánicos, las propiedades del concreto a la edad de 28 días”.

    De residuo a materia prima

    El tamaño de los residuos obtenidos para la investigación era de 30x30x10 cm, por lo que fue necesario reducir su tamaño a secciones irregulares de máximo de 8x4 cm, que luego el investigador clasificó para obtener partículas con características similares a las de los agregados convencionales.

    “También probamos algunas modificaciones químicas (modificación polimérica con látex y butadieno estireno –SBR–) y térmicas (realizando poscurado a temperaturas superiores a 23 ºC) para determinar su impacto sobre algunas propiedades del concreto”, explica.

    Así constató que las mezclas modificadas con látex presentaron una menor resistencia a la compresión que las modificadas con SBR y que aquellas a las que no se les aplicó nada. “Descartamos entonces el látex porque empeora la resistencia de los concretos con el agregado polimérico, y mantuvimos como posible alternativa el SBR, pues presentó mejoras de hasta el 12,47 % en la resistencia a flexión”.

    Así mismo, el concreto obtenido mostró una capacidad de absorción menor, lo que lo hace poco susceptible a la suciedad, y por ende a la necesidad de lavado. Con respecto al método térmico, se determinó que los valores poscurado más viables están en torno a los 87 ºC.

    “Este es un primer análisis técnico, de aquí en adelante pueden venir muchos más para perfeccionar algunas propiedades. Por ahora creemos que estas mezclas servirían para hacer mobiliario de parques, por ejemplo, que sea más liviano y pueda moverse para dinamizar los espacios”, resalta.

    Así mismo, el magíster está preparando futuros análisis con respecto a la cantidad de energía que se necesita para generar y reaprovechar este residuo, con el fin de hacer balances técnicos y de costos.

    La investigación fue dirigida por el profesor Juan Carlos Ochoa Botero, adscrito a la Facultad de Arquitectura de la UNAL Sede Medellín.