Esta planta se distribuye por la cordillera de los Andes en países como Ecuador, Perú y Colombia. Existen otras especies en Brasil que se extienden hasta Argentina y Paraguay.
Carmen Emilia Benítez de Rojas, taxónoma de plantas de la Universidad Central de Venezuela, invitada a la franja Jueves de la Biodiversidad, explicó que del género Sessea no se tiene mucha información porque casi no ha sido estudiado. "Existe una revisión de hace más de 60 años que incluye cerca de 35 especies".
"Los estudios que aparecen después solamente se concentran en descripciones individuales de especies nuevas y como parte de estudios en flora", explicó la invitada quien dijo que la vegetación de Venezuela y Colombia son similares porque la Cordillera Oriental de este país coincide con la Cordillera de Mérida.
Del género Sessea hacen parte árboles muy altos, poco vistosos, no comestibles y no ornamentales. Como lo menciona la profesora Benítez "solo los pájaros lo disfrutan y al estar en el bosque se confunden con la densa vegetación".
"Todo el material examinado en herbario puedo asegurar que existen 17 especies de Sessea para el neotrópico: el 50% pertenece a Ecuador y el resto la mayoría está en Colombia", subrayó la docente.
Agregó que en Venezuela solo existen dos especies y por eso centró su investigación en ese género, que complementa los estudios de la planta de la cual es experta (el Cestrum) porque comparten muchas afinidades.
Una de las características diferenciales que encontró en su observación es que los frutos de Sessea son como cápsulas mientras que en el Caballero de la Noche (Cestrum) son vallas como una arveja de color negro.
"Otro aspecto interesante es que como sus semillas son aladas se reproducen espontáneamente", adujo la profesora Benítez quien puntualizó que estas se esparcen por el aire.
Finalmente aclaró que la importancia vegetal de este árbol radica en que se puede utilizar en programas de conservación y reforestación porque se adaptan fácilmente.