La riqueza hídrica de Colombia es una realidad que nadie se atreve a discutir. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el país ocupa el séptimo puesto en abundancia de agua en el mundo, después de otras naciones de enormes proporciones como Brasil, Indonesia, Rusia, India, Canadá y China.
Lo anterior contrasta con el mal manejo que durante décadas le ha dado a este recurso natural la administración central y la municipal, debido a la falta de coordinación integral de una política, como los actuales planes departamentales de agua. Según la Defensoría del Pueblo (2009), el 89% de los municipios y más de la mitad de la población total colombiana afronta problemas de abastecimiento del líquido.
Luego de una planeación ordenada, los proyectos definen las políticas y obras más importantes de los municipios y regiones, con el fin de "acelerar el crecimiento de las coberturas y mejorar la calidad de los servicios", según reza en el documento Conpes del 12 de marzo del 2007, que traza la estrategia nacional para crear los planes.
Actualmente, Cundinamarca es uno de los departamentos líderes del país en esta materia, con alrededor de 300 procesos viabilizados a través de la Ventanilla Única del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, instancia que filtra la calidad técnica y aprueba los proyectos relacionados con el tema.
Para comenzar con pie derecho el ambicioso proyecto, el Gobernador de Cundinamarca invitó a la Universidad Nacional a participar en esta sinergia nacional en beneficio del saneamiento básico de dicha región, considerada el corazón de Colombia. La UN aceptó y lo está haciendo a través del Centro de Extensión Académica de la Facultad de Artes, que ya había participado junto a la Secretaría de Educación de Bogotá en el programa más grande de transformación de la infraestructura educativa en la historia de la capital: la construcción, ampliación, mejoramiento integral y reforzamiento de más de 300 escuelas públicas.
Más aguay alcantarillado
Félix Guerrero, gerente de Empresas Públicas de Cundinamarca S.A. ESP, indica que debido al mal manejo en la contratación, diseño y planeación de proyectos de agua potable por parte de gobiernos anteriores, el departamento puso en riesgo más de 50 mil millones de pesos. "En aras de enderezar ese camino se buscó el acompañamiento de la academia", asegura.
Actualmente, la UN lleva a cabo la gerencia e interventoría integral (técnica, administrativa y financiera) en la construcción de cuatro acueductos para los municipios de La Mesa, Anapoima, Puerto Salgar y otro para Chipaque y Cáqueza.
César Camargo, secretario general de la entidad, le dijo a UN Periódico que los principales problemas de agua que enfrentan los cinco municipios citados son suministros deficientes, mala calidad del líquido y abastecimientos intermitentes (algunos de ellos cuentan con el servicio solo tres días a la semana). "No solo buscamos que tengan agua potable, sino también un servicio continuo", dice Camargo.
Por su parte, Jorge Baquero, gerente de la interventoría de las obras de los acueductos y miembro del grupo de la Facultad de Artes de la UN, señaló que para ello el Centro de Extensión conformó un equipo de profesores de la Facultad de Ingeniería, expertos en acueductos, alcantarillados, plantas de tratamiento, hidrología, geotecnia, estructuras y construcción, encargados de establecer protocolos y asesorar al equipo de campo.
Un acueducto es un sistema compuesto por una bocatoma que se ubica en un cuerpo de agua y se conecta a una tubería encargada de transportar el líquido hasta una planta de tratamiento. Allí es potabilizado, y mediante una red, distribuido a cada una de las viviendas.
Las obras para Cundinamarca tienen un costo de 18 mil millones de pesos y beneficiarán a cerca de 60 mil usuarios. El primer acueducto será entregado en abril del 2011.
Planes maestros
La participación de la UN en la ejecución de este Plan Departamental de Aguas se sumerge también en los procedimientos maestros de acueducto y alcantarillado inscritos en el proyecto macro; conjunto de directrices que determinan los lineamientos conceptuales, técnicos y de financiación de los componentes de acueducto y alcantarillado que permitirán la provisión de los servicios públicos domiciliarios desde la perspectiva de la oferta y demanda, a una población durante 25 años.
La interventoría técnica, administrativa, financiera y ambiental que realiza la UN a los contratos de consultoría celebrados para el ajuste, actualización, terminación o formulación de planes maestros de los sistemas de acueducto y alcantarillado en 87 municipios incluye alrededor de 190 proyectos diferentes.
"Analizamos con rigor las alternativas planteadas por los consultores y acompañamos a las Empresas Públicas de Cundinamarca en la selección de la más adecuada desde el punto de vista económico y constructible", señala el ingeniero Luis Enrique Gil, jefe de la sección académica de estructuras y construcción del Departamento de Ingeniería Civil y Agrícola de la UN.
Así, la academia apoya procesos de coyuntura nacional para el mejoramiento de la calidad de los servicios públicos. Quizá, de esta manera, en un futuro cercano no se repitan anuncios alarmantes como el que hizo en el año 2008 Edgardo Maya, entonces Procurador General de la Nación, con el que se evidenció la muerte de 20 mil niños entre 2004 y 2006 por complicaciones relacionadas con el consumo de agua de mala calidad.