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A partir de un conjunto de estrategias promovidas durante todo el año, el campus universitario ha logrado optimizar sus recursos así como disponer y aprovechar adecuadamente los residuos sólidos y peligrosos.
De acuerdo con Jairo Dávila, ingeniero ambiental del SGA, uno de los más grandes logros desde el 2008, luego de la implementación de cinco pozos subterráneos en la Sede, ha sido la optimización del consumo de agua potable por parte de la comunidad universitaria.
"Esta iniciativa, sumada a una serie de estrategias educativas, nos ha permitido reducir significativamente el consumo de agua, pasando de 39.000 metros cúbicos en el 2008 a 18.387 en el 2014, lo que representa una reducción del 55 % en total y del 14,8 % comparado con el año anterior", afirma el ingeniero.
En cuanto al consumo eléctrico, también se han logrado importantes avances y reducciones: la Sede pasó de 1.070 Mhz/hora al año en el 2013 a 962 Mhz/hora en el 2014. Esto, teniendo en cuenta que la Universidad ha invertido en la actualización de las redes eléctricas, lo que ha repercutido en la reducción de fugas y de fluctuaciones de energía.
"Porcentualmente hemos obtenido una reducción de un 11 %, superior al 2013. Hemos hecho un énfasis en el uso eficiente de los equipos, sobre todo, para que administrativos y docentes apaguen las luces de las oficinas y los equipos, lo que va permitiendo que se genere más conciencia en la comunidad universitaria", comenta el ingeniero.
En el tema de residuos sólidos comunes, el SGA ha logrado aprovechar el 30 %, equivalente a 142 metros cúbicos (m3), considerando que este año alcanzaron los 672 m3 en total, dispuestos en rellenos sanitarios.
"Necesitamos implementar una planta de aprovechamiento integral de estos residuos para darles un mejor tratamiento y hacer un aprovechamiento para la venta", agrega el ingeniero ambiental.
En cuanto a residuos peligrosos, se generaron 1.550 kilogramos de este tipo de materiales, que si se compara con el 2013, se ha logrado una reducción del 40 %.
"Desde que se empezó a utilizar el programa de residuos peligrosos en 2008 se ha logrado una reducción significativa. Ahora las personas tienen un uso más eficiente de reactivos químicos y las prácticas de laboratorios están en busca de ser cada vez menos contaminantes", dice Dávila.
Para el próximo año, el SGA buscará la certificación bajo la norma ISO 14001, para lo cual se seguirán implementando estos programas y se crearán otros que apoyen esta gestión ambiental.
"Es importante continuar con el proceso de toma de conciencia de la comunidad universitaria para que todos interioricemos la política de gestión ambiental de la U.N.", concluye Jairo Dávila.