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Ocho décadas de existencia, más de un millar de investigaciones y 5.000 egresados son algunas de las cifras contundentes de esta Sede de la Universidad Nacional, creada en 1934 bajo el nombre de Escuela Superior de Agricultura Tropical (ESAT), cuando el departamento aún no tenía clara su vocación agrícola y científica.
El profesor Néstor Fabio Valencia, reseñador histórico de la U.N. Sede Palmira, destaca el gran aporte del equipo de trabajo de su fundador Demetrio García (hijo de Evaristo García, uno de los precursores de la medicina en Colombia y científico de la Universidad) y su promotor Ciro Molina Garcés, quienes concebían una lógica diferente a la operatividad de otras instituciones de agricultura en el departamento.
"Mientras estas se basaban en la transferencia de conocimiento, nuestros líderes pensaban que se debía investigar la agricultura tropical en contexto. Por ello se manejaba docencia, investigación y extensión como unidad inseparable, lo que significó el éxito en educación", asegura el profesor Valencia.
En 1934, el Valle del Cauca se consideraba un potrero abandonado a nivel nacional, pero 10 años después, luego de la creación de la ESAT, la mayor parte de la superficie agrícola del departamento comenzó a disponer de cultivos y a establecer actividades ganaderas caracterizadas no solo por el extractivismo sino por el extensionismo. Para estas acciones empezó a disponer de gran variedad de cultivos, lo que le permitió abrir el panorama de la exportación en el país.
"Nuestros egresados, que hoy son 5.000, contribuyeron en un 100 % al desarrollo agrícola inicial del Valle del Cauca. Si observamos instituciones de ciencia y tecnología en el campo, como el ICA, Corpoica y Asocaña, entre otras, nacieron con egresados de esta Institución, quienes aportaron la base de la investigación agrícola al desarrollo de la región", dice el profesor.
Esta Institución tuvo una génesis agrícola que le permitió crear nuevas disciplinas que apoyarían todos los procesos. De hecho, en la actualidad es reconocida no solo por la agronomía y la zootecnia, sino por la transformación de productos agrícolas y pecuarios y por la administración y el diseño de empaques y productos que han apoyado al agro nacional.
Una máquina despeluzadora de lulo; empaques para conservar la vida útil de frutas de exportación como el mango, la piña, el banano y la papaya; la identificación de mejores sitios de pesa con tecnologías satelitales; y herramientas para la cosecha de pitahaya, entre muchos otros, forman parte del millar de investigaciones que han apoyado la agricultura desde otras disciplinas.
El profesor Néstor Fabio Valencia concluye que para la Sede es importante seguir sembrando progreso, con miras a convertirse en una universidad holística en la que se integren todos los conocimientos, contando con el apoyo estatal y departamental.