Un pasado común: la histórica relación entre Panamá, Colombia y San Andrés
Este año se conmemora el centenario de las relaciones diplomáticas entre Panamá y Colombia, que tomaron casi dos décadas en recomponerse tras la separación del istmo. Sin embargo este fue solo un momento de inflexión en la relación de dos naciones que compartían un pasado común, como el mismo origen afrocaribeño.
El historiador Raúl Román Romero, doctor en Historia de América, profesor de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Caribe y líder del XIII Simposio de Historia del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina –desarrollado con el objetivo de contribuir en nuevas reflexiones sobre esta relación–, menciona que “tras la independencia de Panamá en 1903 estas tomaron nuevas dimensiones políticas, económicas y sociales”.
“Las relaciones entre Panamá, Colombia y el Archipiélago se remontan a un pasado histórico colonial que los vincula a las costas caribeñas panameñas Portobelo y Nombre de Dios, las cuales estuvieron articuladas al circuito mercantil español, ya que formaban parte de los puertos recorridos y eso creó armonía y puntos de contacto”, explica.
De manera similar, las relaciones entre Panamá y el Archipiélago empiezan con la incorporación de ambos territorios a la República de Colombia en 1821 y 1822 respectivamente. “San Andrés estuvo mucho más relegada, autónoma y distante de ese esfuerzo de nacionalización de Colombia, mientras que Panamá, por formar parte de la costa Caribe, construyó lazos, amistades y matrimonios”, agrega.
En ese sentido, entre ambos territorios se configuraron relaciones culturales, sociales y hasta simbólicas, pues diversas situaciones, como el fenómeno de la construcción del canal de Panamá, propiciaron una migración importante de isleños. Aspectos como la familia, la arquitectura e incluso la política formaron todo un tejido entre las dos sociedades.
A propósito de estos 100 años, el historiador Félix Chirú Barrios, profesor de la Universidad de Panamá y expositor en el Simposio, precisa que “es un momento oportuno para indagar sobre estas conexiones históricas entre ambos países y sus diferentes regiones”.
Los académicos también resaltan la separación de Panamá, uno de los territorios más importantes del país a inicios del siglo XX, como un hecho que marcó un antes y un después en la configuración final de San Andrés, pues generó preocupación en el Estado colombiano y lo llevó a ejercer soberanía y seguridad en otras regiones, especialmente en el Archipiélago.
Y es que ambos académicos –como lo narra la historia– destacan la importancia de las migraciones entre el Archipiélago y regiones de Panamá, como Bocas del Toro y Colón, como un aspecto fundamental para entender las conexiones existentes hoy entre los territorios.
“Este contexto explica por qué Panamá construye su propia simbología mientras en las islas, por el contrario, se empiezan a inducir esos referentes patrióticos e históricos de la Colombia continental: dos caminos distintos después de haber estado vinculadas a un proyecto nacional llamado Colombia”, plantea el historiador Román.
En cuanto al estado de las relaciones entre ambos territorios, más allá de la diferencia geopolítica, aún hoy persisten encuentros e intercambios comerciales y sociales; muchos sanandresanos tienen familiares en Panamá y viceversa. En ese orden de ideas, comparten costumbres, gastronomía, lengua, arquitectura, toda una serie de elementos que los unen como pueblos caribe.
“Precisamente el propósito es volver a estudiar ese siglo XIX, cuando definitivamente hubo un pasado común compartido, el momento en que se establecieron las relaciones, ya que los archivos dan cuenta de la gestión, especialmente de los diplomáticos panameños, quienes buscaron los puntos de encuentro entre ambos países, relaciones que además continuaron en el siglo XX porque hay un tema migratorio bilateral”, explica el docente Chirú.
Para profundizar en los elementos históricos de esa relación se avanza en el proyecto de la Cátedra Internacional y Transfronteriza: “Panamá-Colombia: relaciones, encuentros y desencuentros”, iniciativa que se viene forjando en el marco del convenio interinstitucional entre la UNAL Sede Caribe y la Universidad de Panamá, coordinada por los profesores Chirú y Román.
“Desde 1924 la relación entre ambos países ha sido estrecha y cooperativa, con una agenda bilateral sostenida en torno a preocupaciones comunes como la seguridad fronteriza, la misma relación comercial, la cooperación técnica y la protección del medioambiente. Sin embargo, aunque estas conexiones son muy importantes, es muy poco lo que se ha discutido para comprender ese pasado y este presente”, concluye el profesor Román.