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Según un informe de las Naciones Unidas en Colombia, aunque se han dado pasos importantes en materia de equidad de género, la sociedad está lejos del ideal de una democracia incluyente y paritaria.
Dicho organismo propone que tanto mujeres como hombres puedan contribuir plenamente a la sociedad y que, por lo tanto, participen en la toma de decisiones sobre una base paritaria, cuyo objetivo último será alcanzar el 50 % para cada uno de los sexos.
Un ejemplo de que esta situación no se da en el plano nacional es el Congreso de la República, donde el porcentaje de mujeres que forman parte de él no supera el 15 %, con escasas variaciones en los últimos períodos electorales.
Asimismo, en materia de violencia machista, la mujer sigue perdiendo, pues según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, de todos los dictámenes realizados por la institución en el 2006, el 61,2 % correspondieron a casos de violencia de pareja y, de estos, en el 79 % de los casos las víctimas fueron mujeres.
Por ello, Dora Isabel Díaz, docente de la Escuela de Estudios de Género de la Facultad de Ciencias Humanas de la U.N., sostiene que en Colombia hay un problema cultural de equidad de género que no solo se refleja en lo cualitativo sino en lo cuantitativo.
"Nuestra educación sigue siendo discriminatoria y sexista, más aún cuando no ha pensado el asunto de la equidad en los currículos y en las prácticas institucionales cotidianas que involucran a docentes y estudiantes", afirma la experta.
En ese sentido, resalta que a pesar de que la academia produce conocimiento y se propone como principio ético la equidad, en la práctica no se interroga a fondo qué está haciendo por la equidad de género.
"El Estado tiene gran cantidad de prácticas discriminatorias y, a pesar de que emite leyes y normas para todo, en la práctica permanece la inequidad de género. Hay que cambiar la cultura a través de un debate ético aterrizado sobre cómo se refleja esa política en las distintas mujeres del país", señaló la experta.
Por su parte, la profesora Alejandra Quintana, también de la Escuela de Equidad de Género de la U.N., señaló que la misma educación está excluyendo los aportes al conocimiento que han hecho las mujeres a lo largo de la historia, por lo cual también las excluye de los cargos directivos.
"Eso genera una inequidad sin que te lo digan de frente. La exclusión de la mujer existe desde la educación en las familias, colegios y universidades. Aquí sigue primando la subordinación de lo femenino", aseguró.
Política de equidad U.N.
Por ello, la Universidad Nacional de Colombia es la primera institución universitaria del país en contar con una política institucional de equidad de género y de igualdad de oportunidades.
La política se recoge en el Acuerdo 035 del 2012, que determina la apuesta institucional de equidad y que contiene medidas de restitución, estrategias, reconocimiento y acción para la protección de los derechos de las mujeres.
"Otras universidades no han pensado la equidad de género como política, por eso la U.N. está a la vanguardia en implementar esta política institucional", dice la profesora Dora Díaz.
No obstante, ambas docentes aseguran que es necesario continuar difundiendo el documento en toda la Universidad y replicarlo en otras instituciones de educación superior.
"Somos la primera Universidad a nivel nacional que tiene un acuerdo de política institucional de equidad de género, sin embargo, hasta ahora no hemos logrado una apropiación total, porque de ahí a que realmente se incorpore en todos los procesos hay un gran trabajo", concluye.
Las profesoras asistieron a la Sede Palmira para difundir la política institucional y presentarla a colegas, estudiantes y directivos de la U.N.