Este inconveniente que ha acarreado cientos de catástrofes en la capital caldense, se genera principalmente por la obstrucción de los drenes con algunos óxidos, producto de la descomposición química del suelo conocida como caparrosa.
De las 500 zonas con laderas y en las que han sido tratados los taludes, el Grupo de Investigación de la UN en Manizales, conformado por Edison Cuéllar Urrego, estudiante de Ingeniería Civil y los docentes Óscar Correa Calle y Óscar Hernán Giraldo, han ejecutado en 17 de ellas un estudio preliminar con el fin de identificar los óxidos que generan el inconveniente y así poder analizar las muestras en el laboratorio de Ingeniería Química.
"Si los drenes se tapan el agua no sale de la ladera y además empieza a acumularse dentro de ella y en los periodos invernales pueden precipitarse los deslizamientos, entonces una forma de prevenirlos es mantener estos desagües funcionando, puesto que están integrados al sistema hidráulico propio de las laderas y taludes", comentó Oscar Correa Calle, docente de la Institución.
Así mismo, Correa Calle aseveró que "con este estudio queremos hacer una determinación de la forma de inhibir los procesos químicos que llevan a la oxidación, pero estudiando una posible tecnología de mantenimiento y de recuperación para los drenes que sea económica y que se pueda implementar en el programa de guardianas de la ladera, la cual entregue como resultado la nueva funcionalidad de los drenes en lo que respecta a la estabilización, protección de la vía y bienes de las personas".
Una vez terminada esta técnica, será aplicada a través del programa de la Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas), Guardianas de la Ladera, que agrupa a mujeres cabeza de hogar que trabajan en la estabilidad, mantenimiento y preservación de las laderas, en un intento de prevenir las causas que generan los deslizamientos.
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