UN, certificada para experimentar con animales

"Durante años el país ha venido adelantando investigación biológica y biomédica sin darle jamás un analgésico al animal. Eso es parte de lo que se quiere evitar. Nosotros, los que trabajamos con animales, estamos obligados a conocer los protocolos de analgesia y anestesia adecuada con los animales, eso hace parte del respeto con ellos"; explica la investigadora Alicia Cardozo, miembro del Comité Institucional de Ética de la UN.

Argentina es un ejemplo, porque la Universidad de Buenos Aires desde hace tiempo viene trabajando en el manejo adecuado de animales en investigación y no solo eso, sino replanteando lo que hacen en docencia y promoviendo la emisión de reglamentación adecuada sobre el tema.

La Universidad Nacional ha tratado de establecer un camino medio para escuchar los argumentos de los abolicionistas, quienes están totalmente en contra de la experimentación con animales, y oyendo también los argumentos de aquellos que creen que los animales se pueden utilizar indiscriminadamente.

"Nosotros creemos que hay otra manera de trabajar con los animales. No queremos promover esa tendencia de que nosotros somos los reyes de la naturaleza, y que solamente las decisiones del ser humano valen. Nosotros queremos reconocer a los animales, pero tenemos que situarnos en el campo de la ciencia y la investigación. Así que aceptamos la experimentación solo en algunos casos, en algunas circunstancias y con determinadas condiciones", complementa Cardozo.

Una de las condiciones, la primera de hecho, que establece la Universidad, es el respeto por la vida, por el dolor y el sufrimiento a que los animales puedan ser sometidos en los trabajos de investigación. "La premisa es el respeto por el animal, por eso hay que tener claro qué es lo que se quiere del animal", afirma la investigadora.

Lo segundo es que los investigadores que trabajan con animales deben conocer a fondo cómo se comportan. Alicia Cardozo explica que los animales pueden tener un muy buen desarrollo de su condición de animales cuando pueden comer, seleccionar el territorio donde ellos viven y aparearse. Insiste en que aunque el animal esté en cautiverio, el investigador está en la obligación de respetarle esos espacios, "uno debe saber todo acerca de cómo se comportan, cuando les duele y qué les molesta", aclara.

Entonces esta regla va a direccionar todo lo demás, hasta el diseño de las jaulas, los materiales con los que están hechas. "Se termina, por ejemplo, con el problema de tener jaulas de cemento o de metal donde el animal no pueda ver hacia fuera, porque eso lo inmunosuprime y eso afecta los resultados, así que incluso desde el aspecto técnico es indispensable tener a los animales en buenas condiciones", expresa la investigadora.

"Si yo quiero que la investigación que hago sea válida, una investigación donde lo que yo invertí en recursos dé los resultados que yo necesito, el animal necesita condiciones buenas para poder estar ahí", agrega.

Otro punto indispensable es que los animales que se usan para investigación nunca hayan conocido otra vida diferente al cautiverio, porque si el animal ha conocido otra vida diferente, cuando se trae al cautiverio, sufre y se estresa.

"Por eso no se permite utilizar animales de granja y traerlos para acá a hacer experimentación", explica la profesora Cardozo. Ellos han tenido una oportunidad de correr, de retozar y de desarrollar otras condiciones comportamentales y porque ellos han estado expuestos a infecciones y enfermedades, y ya el animal sabe responder a esas enfermedades, insiste.

Por último, la profesora Cardozo expresa otros puntos importantes: "La Universidad se apega a aceptar un proyecto de investigación con animales es porque el investigador ya demostró, por todos los medios, que nadie ha hecho la misma investigación, y que la investigación tiene tal nivel de certeza que es seguro hacerlo en animales, es decir, ya ha pasado por cultivo de células, simuladores, etc.".

El Colegio Internacional de las Organizaciones Médicas y la Unesco, desde la década del 60, establecieron que esos principios fueran parte esencial de la política en los países donde se trabaja con animales de experimentación. Colombia se ha demorado en adherirse y por primera vez la Universidad se va a acoger a estos principios.