Así lo advierte el investigador Orlando Salcedo, magíster en Medio Ambiente y Desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien considera importante fomentar alianzas entre comunidades y centros de investigación, autoridades ambientales o universidades, con el propósito de entablar relaciones que perduren en el tiempo y que cuenten con un acompañamiento que permita fortalecer los procesos y el desempeño de los líderes comunitarios.
En Latinoamérica la oferta de programas de educación superior sobre turismo es de 1.705 programas, de los cuales Colombia solo tiene un 3,6 %, lo que sugiere que en el país la oferta formativa en este campo es baja.
El turismo comunitario surge como una alternativa económica de las comunidades rurales, campesinas, indígenas, mestizas o afrodescendientes propias de un país, con el propósito de generar ingresos complementarios a sus actividades económicas diarias, y además defender y revalorizar los recursos culturales y naturales locales.
En todo el mundo este sector se ha convertido en una de las principales actividades económicas; en Colombia es el segundo generador de divisas después del petróleo, lo que demuestra su importancia y potencial económico, recuerda el investigador.
Procesos consolidados
Para identificar los lineamientos educativos en la implementación de procesos de turismo comunitario con enfoque ambiental, el magíster de la UNAL se reunió con expertos temáticos e integrantes de la Asociación de Protectores de los Recursos Naturales y del Ambiente de Tibacuy - Cundinamarca; la Asociación Comunitaria Yarumo Blanco " Risaralda; y Descubrir ONG " Boyacá, que actualmente cuentan con procesos consolidados de turismo comunitario.
Al respecto, comenta que tanto los profesionales en turismo consultados como las comunidades visitadas identifican la formación dirigida a fortalecer el tejido social como lo más relevante para tener en cuenta en un proceso educativo inicial de turismo comunitario.
"La construcción de confianza, la cooperación y la resolución de conflictos, entre otros factores, permiten contar con un grupo humano con alta resiliencia que le puede hacer frente a los retos que involucran la asociatividad y el trabajo en la atención de visitantes", señala el magíster.
Cabe recordar que en Colombia el turismo comunitario se abrió paso en 2003 gracias al desarrollo de iniciativas como el programa de posadas turísticas, y se fortaleció con la formulación de políticas públicas de turismo de naturaleza y turismo social, y con los Lineamientos de política para el desarrollo del turismo comunitario en Colombia, publicados en 2012 por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.
Las experiencias de turismo comunitario visitadas que se mantienen en el tiempo han contado con el apoyo de diversas organizaciones académicas o de conservación, las cuales han proporcionado procesos formativos y de planificación, lo que demuestra la importancia de contar con instituciones que puedan acompañar a la comunidad en el mediano plazo.
"La construcción de valores, conceptos y competencias le permite a la comunidad ajustar sus procesos en función de los desafíos que se presenten, como la entrada en vigencia de nuevas normas en turismo, los cambios en el mercado o las presiones en los ecosistemas, evitando construir relaciones paternalistas que generen dependencia institucional para su funcionamiento", comenta.
Además del acompañamiento de las instituciones, los intercambios constituyen una importante herramienta metodológica para la formación de una comunidad en procesos de turismo comunitario, pues permite conocer experiencias en funcionamiento, en las cuales se aprende del camino recorrido y se crean redes.
El magíster resalta que el turismo comunitario, como una forma de obtener ingresos complementarios en comunidades rurales, puede llegar a ser beneficioso siempre y cuando cuenten con un proceso social fuerte que los mantenga cohesionados en el tiempo.
Finalmente, también es necesario desarrollar una infraestructura básica y un acompañamiento no solo en términos financieros, sino también en procesos formativos y de soporte técnico.