Transporte público puede ser más incluyente en Valledupar

Las sugerencias nacieron dentro del proyecto de aula “Condiciones de Accesibilidad del Transporte Público de la ciudad de Valledupar”, de la asignatura Fundamentos de las Ciencias Sociales, en el que participaron estudiantes de diferentes programas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede de La Paz, representantes de colectivos de personas con discapacidad y cuidadoras.

Para su concreción, indagaron primero acerca de las experiencias de uso del transporte en la capital del Cesar. Lo hicieron a través de un grupo focal con representantes de cuidadoras del municipio de La Paz, de la Asociación de Limitados Visuales del Cesar (Asolvice) y de la Veeduría Ciudadana a la Implementación de la Política Pública de Discapacidad e Inclusión Social en el Departamento del Cesar (Vecipopudinso).

También se entrevistó a una integrante de la Veeduría del Comité Municipal de Discapacidad de Valledupar; y se diseñó y aplicó una encuesta a 213 individuos mayores de edad, de dicha ciudad y municipios aledaños, quienes reportaran al menos una de estas situaciones: persona con discapacidad, cuidadora habitual de personas con algún grado de dependencia funcional, mujer gestante -o que lo haya estado en los últimos doce meses-, o ser adulto mayor. 

En ellas les preguntaron sobre los desafíos y recomendaciones para avanzar hacia un transporte público más accesible e incluyente.

El reporte fue remitido a la gerencia del SIVA, esperando que contribuya para hacer de este servicio público una oportunidad para el avance real en el disfrute de derechos de los cesarenses.

Acciones inclusivas en la Sede de La Paz

La iniciativa liderada por los estudiantes de la Sede de La Paz está muy ligada al trabajo que viene realizado la Institución con respecto a la consolidación de una política para la educación inclusiva, que en la UNAL quedó establecida mediante el Acuerdo 036 de 2012 del Consejo Superior Universitario.

Esta se encuentra en consonancia tanto con las disposiciones internacionales como la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas como con los mandatos constitucionales y normativos nacionales relativos a la garantía para el ejercicio de derechos de estos colectivos y la obligatoriedad de disponer acciones conducentes a su reconocimiento material.

Al respecto, Olga Luz Peñas Felizzola, profesora de la UNAL Sede de La Paz, resalta que “más allá de las respuestas políticas se requieren también transformaciones en las prácticas cotidianas y en la cultura institucional para alcanzar de manera progresiva y sostenible esos derroteros”.

En la actualidad, la sede cuenta con seis personas de su comunidad estudiantil que reportan discapacidad: tres de ellas con discapacidad física y casos individuales de discapacidades psicosocial, auditiva y visual. En el primer semestre de 2023 ingresarán tres estudiantes más con discapacidad.

“En el caso particular de la Sede de La Paz se adelantan acciones en diferentes frentes con miras a fortalecerse como institución educativa incluyente; por ejemplo, con la verificación de condiciones y la adecuación de su infraestructura física actual y el diseño de la siguiente fase, teniendo en cuenta criterios de accesibilidad en el espacio físico”, anota la profesora Peñas Felizzola.

Asimismo, existe un semillero de investigación y se han desarrollado proyectos enfocados en impactar de manera positiva las posibilidades de participación en el campus.

Entre otros aportes, estas acciones han servido para identificar recorridos accesibles en la sede (resultado de un ejercicio participativo con comunidad académica y local); georreferenciación del campus, incluyendo atributos de accesibilidad; y generación de material audiovisual accesible (con interpretación en lengua de señas y subtitulación) para consulta de los interesados.

Política de inclusión

En relación con la parte académica, Isabel Acevedo León, asesora de la Dirección Nacional de Bienestar Universitario, anota que, entre otros frentes, la UNAL fortalece acciones mediante el Plan de equiparación de oportunidades en el proceso de admisión a programas curriculares de pregrado y posgrado para aspirantes con alguna situación de discapacidad.

Es importante anotar que la Universidad no ofrece cupos especiales ni calificación diferencial para la población con discapacidad. “Para ser admitido todo aspirante deberá presentar la prueba de admisión, obtener un puntaje que lo ubique dentro del cupo disponible de los programas curriculares y cumplir con los requisitos exigidos por la Universidad para ser estudiante”, se indica en el portal de la Dirección Nacional de Admisiones.

La UNAL tiene el beneficio de matrícula mínima para estudiantes de pregrado con discapacidad, reglamentado con el Acuerdo 172 de 2014 del Consejo Superior Universitario y con el Acuerdo 004 de 2014 del Consejo de Bienestar Universitario se establece como un factor prioritario ser una persona con discapacidad dentro de las convocatorias de adjudicación de apoyos socioeconómicos que son entregados por Bienestar Universitario.

Además cuenta con una Hoja de Ruta para la accesibilidad física, lineamientos que permiten a las diferentes sedes contar con campus más incluyentes para el uso, disfrute y participación de la población. También, con la Ruta de Acompañamiento a la comunidad universitaria, que orienta la respuesta institucional desde el ingreso hasta el egreso de estudiantes con discapacidad y el desarrollo de material de apoyo para la adopción de estrategias pedagógicas inclusivas que mejoren la experiencia formativa de estudiantes y docentes.