La necesidad de dotar las aulas de clase existentes en la universidad con un sistema de tableros que brindara características atractivas respecto a los tableros acrílicos tradicionales, motivó a los estudiantes Miguel Rodríguez, Sergio Porras y Camilo Gómez, a construir este sistema sin incurrir en los elevados costos y complejidad de operación propios de sistemas de última tecnología, como los tableros multimedia.
El tablero, diseñado bajo la orientación de los profesores Nelson Arzola y Edwin Cárdenas, consta de tres módulos o paneles montados en la pared de auditorios y salones con paredes muy altas, "la idea es bajar el tablero a la altura del conferencista o profesor y luego subirlo".
Este sistema permite mantener el programa o la clase completa durante la jornada académica sin tener que estar borrando. "Los módulos siempre se verán en simultánea", dijeron los diseñadores.
El sistema permite, mediante un control de mando sencillo, poseer la posición de cada tablero con el objetivo de tener mayor permanencia de los contenidos expuestos en la jornada. "Con esto se pretende guardar el histórico de la exposición y, por ende, brindar un soporte a la actividad académica", anunciaron sus creadores.
El funcionamiento del sistema es controlado en su totalidad por el usuario quien, por medio de dos botones fácilmente identificables, acciona el desplazamiento de cada tablero en la dirección que desee, y para frenarlo basta con suspender el accionamiento ejercido sobre el botón. Esto garantiza que cada panel pueda estar a la estatura del orador con una posición ergonómica, lo que cuida la salud de los maestros, ya que evita que ellos deban estar levantando demasiado alto los brazos para poder escribir.
Los estudiantes afirmaron que en otros países existen tableros que se asemejan a este sistema diseñado por ellos. Entretanto, en Colombia no se tienen estos tableros que fueron elaborados con el fin de brindar ventajas comparativas frente a los ya existentes, mejorando significativamente la optimización del espacio y la economía.
Los estudiantes esperan ofrecer esta alternativa y producirlos a gran escala para colegios, universidades, hoteles y salones de conferencias, entre otros.
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