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Medioambiente

Somos agua y no lo sabemos. El río Bogotá y la UNAL en el tercer día de la FILBo

    Desde niños nos enfrentamos al mundo y a sus diversas dinámicas, pero a veces no llegamos a dimensionar lo que significa, por ejemplo, el cuidado del agua y su importancia, la forma en que un río permite que tengamos agua en nuestras casas y que los cultivos se puedan regar. Una de las novedades de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo) 2023 es la obra Por los caminos del agua, novedad presentada por el Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la UNAL.

    Sensibilizar a la población joven acerca del agua es un reto fundamental para la academia, uno que no se agota en una sola discusión o enseñanza, sino que es un trabajo progresivo y que conlleva un compromiso real con el medioambiente y que se hace más urgente y determinante ya que los ríos cada vez están más contaminados. Algunos ejemplos de este desconcertante escenario se encuentran en los ríos Salween, en Asia; el Danubio, en Europa; el de La Plata, entre Argentina y Uruguay, y el Bogotá, en Colombia.

    Las profesoras del IDEA Olga María Bermúdez y Carmen Alicia Hernández crearon una historia para que los niños entre 5 y 12 años conozcan el mundo del río Bogotá y sus caminos. La compañía de personajes como la rana sabanera y sus aventuras hacen que la experiencia sea más fácil de emprender.

    Pero para diseñar una rana que se vista de científica, o incluso de muisca –ya que en el libro, de 42 páginas, se recalca en la importancia de las comunidades indígenas en el mantenimiento de un sistema hídrico en una región como Bogotá–, se necesita un ilustrador, y este fue el trabajo de Arturo Larrahondo Avendaño, biólogo y magíster en Medioambiente y Desarrollo de la UNAL.

    Río esencial para los capitalinos

    La profesora Bermúdez cuenta que “el contexto histórico fue determinante: durante la conquista, los españoles escogieron este lugar para fundar una ciudad que estuviera en una zona plana, a la falda de la montaña, y con una fuente de agua cristalina que tuviera un gran caudal, así encontraron a Bacatá, que hoy es Bogotá”.

    Este fragmento del libro recrea el contexto de la historia del río, que se enmarca en la forma en que las comunidades lo han cuidado, idea que hoy se ha desdibujado y ahora es asfixiado por las basuras y los residuos que lo contaminan, generando una seria problemática ambiental.

    Según la Corporación Autónoma Regional (CAR), la contaminación del río Bogotá llega a través de los ríos Salitre, Fucha y Tunjuelo, los cuales reciben tanto las aguas domésticas y de residuos industriales como los escombros y otros restos, por un manejo equivocado de basuras en la ciudad.

    Por eso la obra es un libro didáctico e ilustrado que guía a los niños por los distintos cauces y puntos por donde pasa el río Bogotá, y les explica la importancia de cuidarlo.

    Según datos de la Alianza Grupo Río Bogotá, este cuerpo de agua tiene influencia en cerca del 31,7 % del PIB del país, y además se estima que representa una ayuda del 26 % en las actividades del sector agropecuario nacional, al pasar por 194.000 hectáreas de cultivos, y por ejemplo el Embalse del Muña (Soacha) produce un 8 % de la demanda nacional de energía en el país.

    Un encuentro con los jóvenes

    Por su parte, la profesora Hernández menciona que “este libro es un encuentro con los jóvenes, pero no solo desde un lenguaje sencillo y comprensible, sino también simbólico e histórico, que demuestra que el entendimiento del agua en Bogotá es un fenómeno complejo, en el que confluyen cuencas, quebradas, comunidades, y por supuesto los ríos de todo el país”.

    Añade que “la idea es recuperar esa capacidad de asombro tan importante que tienen los niños cuando conocen algo nuevo; es desde ahí que se puede empezar a crear conciencia, ya que cuando los soñamos empezamos a hacerlo realidad, y con las narrativas se puede comenzar”.

    La investigadora Bermúdez explica que la clave está en no olvidar los caminos del agua que recorren la ciudad y son sumamente importantes para la vida, y que no solo incide en Bogotá sino también en los municipios Villapinzón, Chocontá, Suesca, Sesquilé y Gachancipá, entre otros.

    El biólogo e ilustrador Larrahondo indica que “la contaminación es y será un problema muy grande en el río Bogotá, y con el libro también se busca que los niños se pregunten realmente qué es lo que está ocurriendo y cómo pueden ayudar desde sus casas a minimizar esta problemática”.

    En el lanzamiento del libro fue muy importante la presencia de distintos grupos de jóvenes de colegios de la ciudad, quienes participaron activamente en las preguntas de las investigadoras y tuvieron la oportunidad de llevarse un ejemplar del libro para sus casas, que entre otras cosas tiene una serie de actividades con las que pueden conocer sobre el río.

    Así fue la presentación en FILBo de Por los caminos del agua.