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Socotá, Sativasur y Sativanorte, municipios boyacenses con mayor riesgo por deslizamientos

  • En la Cuenca media del río Chicamocha hay municipios de Boyacá que tienen mayor riesgo de deslizamiento. Foto: Diego Felipe Velásquez Giraldo, magíster en Geología de la UNAL.

Aunque históricamente la cuenca media del río Chicamocha ha tenido un alto riesgo por movimientos de tierra, es poco lo que conoce sobre los puntos específicos en los que estos se pueden producir durante el año. Un experto de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) utilizó el poder de un novedoso método estadístico para determinar que el 28 % de esta zona tiene una susceptibilidad elevada antes estos eventos naturales, y que se debe poner la lupa sobre los municipios de Socotá, Sativasur y Sativanorte, pues tienen el mayor riesgo.

La cuenca del río Chicamocha es una importante área hidrológica de Boyacá a la que llegan grandes afluentes como los ríos Suárez, Sotaquirá y Tuta, represas como la de la Copa en Sogamoso, además de la intensa lluvia en algunas épocas del año y otros arroyos. Es como un gran tazón que recoge el agua de un área amplia y la dirige hacia un punto específico, y cuya parte media está compuesta por casi 4.000 km2que se extienden a lo largo de los municipios de Monguí, Chita, Covarachía y Chiscas.

Toda esta extensión es vital tanto para surtir el agua de la población que vive alrededor o en las inmediaciones de su cauce como para actividades como la ganadería, la agricultura y otras labores cotidianas o industriales de Boyacá; además es el hogar de cientos de especies de plantas y flores, entre ellas las fabáceas y algunos helechos, y aves como el cucarachero del Chicamocha y la quincha de Soatá.

Sin embargo no todo es color de rosa, pues la cuenca es vulnerable a eventos como los deslizamientos de tierra que pueden desencadenar grandes catástrofes si no se toman las medidas de evacuación y prevención en la zona. Además, una pequeña porción de 160 km2, que abarca los municipios de Socotá, Socha, Sativasur y Sativanorte, tiene un mayor riesgo ante estos fenómenos geológicos.

Así lo asegura Diego Felipe Velásquez Giraldo, magíster en Geología de la UNAL, quien probó un método estadístico nunca implementado en el país para estudiar deslizamientos de tierra, y que aumenta la precisión y confiabilidad a un 87 % en la predicción de las regiones de la cuenca media del río Chicamocha que necesitan acciones más concretas y planes de manejo enfocados en la gestión del riesgo.

“En esta región de Boyacá no se había adelantado un estudio juicioso de la causa y la ubicación de los deslizamientos, por lo que la idea del proyecto era generar un mapa a mejor escala que fuera un aporte para entender y prevenir estos fenómenos naturales”.

Y así lo hizo utilizando RStudio, un lenguaje de programación con enfoque estadístico, y QGIS, el sistema de información geográfica de libre acceso que facilita el análisis de la información en mapas de las regiones de interés.

Estos instrumentos digitales fueron el punto de partida para evaluar cientos de mapas del Instituto Geográfico Agustín Codazzi –gratuitos en internet– e imágenes aéreas y satelitales que desde principios de 1990 han registrado esta cuenca en Google Earth, Bing Maps y otras bases de datos; las más recientes son de 2015.

Y es aquí donde aparece el método estadístico usado, que se convierte en el protagonista del estudio; se llama “modelo de regresión logística geográficamente ponderada”, pero que su nombre no lo asuste, pues en palabras más sencillas se encarga de considerar cómo varían factores y variables como el tipo de roca (litología), la proximidad a fallas geológicas, la pendiente y la altura, la curvatura, la densidad del drenaje, y las zonas con mayor deterioro, entre otras.

“Este método se comparó con el modelo convencional empleado en la literatura y en investigaciones anteriores sobre este tipo de fenómenos, y se halló que su efectividad se incrementó al pasar del 84 al 87 %, una mejora considerable pues abarca una zona más precisa, y para un lugar que no se había estudiado tan a detalle como en este estudio”, indica el experto Velásquez, quien contó con el apoyo del profesor Juan Manuel Moreno, del Departamento de Geociencias de la UNAL.

Con el análisis de estas variables fue posible determinar que los municipios de Socotá, Sativasur y Sativanorte requieren de una mayor prevención, pues están en una zona más susceptible a estos eventos, y además necesitan más investigaciones que puntualicen las causas que pueden estar incrementando los deslizamientos, como por ejemplo la minería de carbón o de hierro y la deforestación, que incrementan la probabilidad de movimientos en masa.

“El estudio es un insumo para los decisores y los entes gubernamentales, y para generar consciencia sobre los riesgos asociados con los deslizamientos, y que sea la misma comunidad quien apropie estos conocimientos y tome acciones frente a posibles deslizamientos”, concluye el investigador.