El análisis lo hace el profesor Víctor Valencia Alaix, del Departamento de Ingeniería Civil de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín, a propósito de la reciente restricción de operación de la Línea A del Metro, entre las estaciones Níquia " San Antonio.
Alpujarra, Exposiciones, Industriales, Poblado, Aguacatala, Ayurá, Envigado, Itagüí, Sabaneta y La Estrella fueron las estaciones que estuvieron sin servicio desde casi las 3 de la tarde del martes 13 de febrero hasta las 6 de la mañana del día siguiente, por cuenta del daño en la catenaria, cable que conduce energía eléctrica para alimentar los motores del metro.
Los usuarios debieron buscar alternativas como taxis o buses porque la movilidad colapsó. En horas pico estas tienen colmada la capacidad, y ante la falla se magnificó el problema.
Según el profesor Valencia Alaix, la enseñanza que esto deja es que el sistema de transporte de Medellín es deficiente en cuanto a la capacidad, lo que significa un problema de planificación.
Para él, "existen problemas que la gente no conoce o que ha olvidado y que deber recordar porque esto ayudaría a otras ciudades a tomar decisiones, como sucedió con el caso del Transmilenio de Bogotá, del que varios países aprendieron a no apresurarse a implementar sistemas de transporte menos convenientes".
Entre esos problemas se refiere a que la decisión de tener un metro en Medellín, que se tomó hace 22 años, no tenía un sustento técnico robusto, y que a medida que se desarrolló se notó la improvisación tanto en el diseño como en la ejecución.
Recuerda que el recorrido era a lo largo del cauce del río, luego se modificó el trayecto y la Línea A ingresó al centro. El valor del metro inicialmente era de 600 millones de dólares, pero terminó costando más del triple y ahí se derivó la Ley Metro, un impuesto a la gasolina cuyo fin fue financiar el proyecto.
"Se podría pensar que el transporte en Medellín es muy bueno por tener el Metro, el Tranvía y el cable, que si bien son sistemas de transporte modernos no están funcionando con un criterio de integración. Esas decisiones se han tomado para aparentar desarrollo e innovación, pero no porque sean verdaderas soluciones", enfatiza.
¿Faltan vías? ¿Cuál es la solución?
Está claro que cuando los sistemas de transporte fallan las medidas deben ser inmediatas, para no afectar a la ciudadanía, y también deben ser eficientes.
Esto considerando que entre las medidas para atender la contingencia estuvo la suspensión del pico y placa, aunque no fue recomendable.
"Una medida que habría podido ser eficiente era tener vías dedicadas a ciertos modos de transporte: unas para el público y otras para el particular", según el profesor Jhon Jairo Posada Henao, del Departamento de Ingeniería Civil de la Facultad de Minas de la U.N. Sede Medellín.
Por el levantamiento de la medida la congestión se agudizó, y el docente menciona que además de que en Medellín faltan vías, el parque automotor se ha excedido.
Ante el panorama, la reflexión a la que invitó en este caso es a que ninguna ciudad sea dependiente de un sistema de transporte.