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Política y Sociedad

Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación no debe estar fragmentado

  • 'Debates UN: Ciencia e Innovación ¿para qué modelo de país'' fue inaugurado por el rector de la U.N. Ignacio Mantilla.

  • Eduardo Posada, presidente de la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia.

  • Dolly Montoya, vicerrectora de Investigación de la U.N.

  • Alicia Ríos Hurtado, directora de Redes del Conocimiento de Colciencias.

  • El evento se realizó en el Auditorio Alfonso López de la Universidad Nacional de Colombia.

  • Carlos Garzón, director nacional de Planeación de la U.N. fue el moderador del evento.

Un sistema entendido como totalidad, espacios creativos para nuevos doctores y regalías como semilla de cambio fueron algunas conclusiones a las que llegaron los expertos invitados a la segunda sesión de los Debates UN sobre educación.

Alicia Ríos, de Colciencias; la profesora Dolly Montoya, vicerrectora de Investigación de la U.N.; y Eduardo Posada, presidente de la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (ACAC) se dieron cita hoy en el Auditorio Alfonso López Pumarejo para disertar en torno al tema del encuentro: "Ciencia e Innovación ¿para qué modelo de país?".

Los expertos coincidieron en señalar que la apropiación social de la ciencia y la tecnología es una herramienta fundamental para inducir un cambio cultural desde la enseñanza dinámica y creativa, especialmente en la actualidad, con los cambios vertiginosos que tiene el mundo.

El Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología incluye universidades -como elemento central-, centros de investigación y desarrollo tecnológico, empresas, organizaciones de la sociedad civil e investigadores independientes.

En opinión de los panelistas, todos estos actores son vitales para el desarrollo del país, pero la descoordinación y fragmentación no les permite ir en el mismo sentido ni hablar el mismo lenguaje. Además, advirtieron que la investigación básica y aplicada debe ser motor de crecimiento económico y social y que producir conocimiento propio es el eje central de ese desarrollo.

Dejar atrás los mitos

Eduardo Posada afirmó que mitos como "no inventar lo que ya está inventado", "todo existe en el mercado internacional", "zapatero a sus zapatos" o "es más barato comprar tecnología que invertir en la capacidad de generarla" hacen mucho daño al desarrollo y se deben dejar atrás.

"Existe instrumentación adaptada a nuestros problemas y condiciones, que podemos desarrollar de manera competitiva, disminuyendo la dependencia con otros países. Hay que creer en nuestra capacidad", explicó el presidente de la ACAC.

Además destacó la necesidad de fortalecer el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, favorecer la consolidación de Colciencias y obtener una financiación estable para el sector. "Las regalías representan el 0,13 % del PIB y se hace necesario llegar a más del 1 % para ampliar la cobertura financiera", concluyó.

Promover cambios de fondo en la educación básica, desarrollar programas de formación de investigadores, consolidar la colaboración universidad-empresa y reforzar los centros de investigación y desarrollo tecnológico es el camino para conseguir ese fortalecimiento.

Asimismo, Posada señaló que la integración del sistema es clave y que producir conocimiento es un continuo que va desde la investigación básica hasta el desarrollo tecnológico. Para el experto, la producción comercial no se debe manejar de manera fragmentada.

Una de las metas del Gobierno es que Colombia sea innovadora, productiva, sostenible y que logre solucionar sus propios problemas, incluidos los sociales, donde se encuentra la consecución de la paz.

Equidad con paz y educación

Alicia Ríos Hurtado, directora de Redes del Conocimiento de Colciencias, enfatizó en la equidad con paz y educación como un punto importante de trabajo.

El presupuesto de Colciencias destina un 70 % para la financiación de becas. El trabajo está dirigido a mejorar el impacto de la formación y a determinar si se priorizan áreas estratégicas del país, consultando todas las partes del sistema, logrando que el territorio nacional se sienta representado y que esa ciencia e innovación que impulsa genere beneficios.

"A partir de las consultas, Colciencias emprenderá una política concertada y representativa, en la que todos participen, incluyendo las regiones, de manera que se impregnen del proceso, fortalezcan sus instituciones, sean competitivas y no se queden atrás en el desarrollo", indicó la directora Hurtado.

Por su parte, la profesora Dolly Montoya cuestionó el papel de Colciencias y se preguntó: "¿Con la nueva ley de ciencia y tecnología, Colciencias sigue siendo únicamente de los investigadores o podemos entender que también tiene el papel de articular el sistema nacional de ciencia y tecnología?".

"Un debate sobre el papel de este ente nacional es necesario para discutir quién va articular el sistema constituido por empresarios e instituciones de investigación que no funcionan como redes, no hablan el mismo idioma y no tienen una apuesta de país unificada", afirmó de manera enfática la investigadora de la U.N., una de las fundadoras del primer Instituto de Biotecnología del país, creado hace más de dos décadas.

Para mejorar la relación entre estos dos sistemas, es importante concentrarse en la formación del ser humano. Las instituciones de educación se preocupan por desarrollar la aptitud de las personas, convirtiéndolas en excelentes profesionales a quienes se evalúa y compara constantemente.

La apuesta por la actitud y el desarrollo del ser humano se queda corta. Ha faltado entender mejor el proceso educativo. En el inconsciente colectivo está el estudiante como un vaso vacío a quien hay que llenar con información.

Según la profesora Dolly Montoya, un maestro debe ser un escultor que devela su obra de arte, la educación es extraer del humano lo mejor, se debe hacer énfasis en que el poder de la nota de calificación no puede coartar la libertad del estudiante ni ejercer miedos sobre él. La calidad de la educación se define en la relación entre el estudiante y el maestro.

"Lo importante en un proceso es que el estudiante sea capaz de mirar el conocimiento, de criticarlo y comprenderlo para poder crear; es ahí donde se llega a un desarrollo superior del ser humano", subrayó la vicerrectora de investigación de la U.N.

De igual forma enfatizó que mientras no se promuevan, desde la escuela y en todo el sistema educativo, las actitudes del ser humano, este no podrá desarrollar su sentido reflexivo, autónomo y libre. Si se incentivan solo las aptitudes, las personas seguirán siendo copiadoras y consumidoras.

Inequidades regionales

Un balance real de la capacidad del país en cuanto a conocimiento debe ser una buena herramienta para saber cómo usarlo y así proyectar sectores descuidados y no valorados.

Para Alicia Ríos, combatir las inequidades regionales y analizar sus redes del conocimiento es importante, pues existen regiones que tienen el recurso humano para consolidar el conocimiento, pero no poseen el equipamiento ni la infraestructura para lograrlo. Es allí donde las redes deben trabajar.

Por su parte la docente Dolly Montoya aseguró que no hay un conocimiento de las capacidades que tiene el país. Los estudios en este tema muestran datos cuantitativos, número de doctores en el país, pero no especifican cuántos de esos doctores han hecho algo.

Asimismo recalcó la importancia de mirar el país como es, de reconocer las diferencias de sus regiones y de legislarlo, mirando las grandes ciudades y las zonas que todavía necesitan desarrollo.

Actualmente, existe la oportunidad de promover el progreso regional con la financiación de regalías para ciencia y tecnología. Estos recursos deben ser aprovechados para diseñar estudios y políticas que lleven a la comprensión de la diversidad de culturas.

Para llegar a niveles de países de reciente industrialización se debe invertir por lo menos el 1 % del PIB en investigación y el 1,5 % en actividades de ciencia y tecnología.

Según Eduardo Posada, el presupuesto de Colciencias debe ser triplicado, además se debe quitar la carga de las becas doctorales, que hoy representan el 70 %, lo cual deja muy poco para la financiación de proyectos de quienes se graduaron de doctores. Esta es una de las razones por las que muchos de ellos deciden emigrar.

Priorización de campos de conocimiento

La política actual de doctorados muestra las áreas sociales como el campo más apetecido; así el 25 % de ellos pertenecen a esta área. Para la innovación se requieren más doctores en ciencias básicas, ingenierías, tecnologías de la información y comunicación, áreas de ambiente, entre otras.

Colciencias, según su representante, priorizará estrategias de manera que las otras áreas sigan creciendo; realidad que Dolly Montoya cuestionó.

Según Colciencias, ¿qué es lo que se debería priorizar?, se preguntó nuevamente la profesora Montoya. "Existen temas de primera necesidad que pueden ser abordados por grupos interdisciplinarios sin que estos sean solo de ciencias básicas. El país no puede negarse a seguir fortaleciendo disciplinas de todas las áreas", aseguró la vicerrectora.

Financiación de la investigación, la innovación y el desarrollo

La fragmentación de la financiación de la investigación y el dilema de si financiar capacidades o proyectos investigativos fue otro de los temas a los que se refirieron los panelistas.

Para Alicia Ríos es necesario articular las fuentes y llegar a acuerdos de inversión, siguiendo con lineamientos acordes con el Plan Nacional de Desarrollo.

En cuanto a las universidades, la mayoría de requerimientos para la calidad de la educación superior están soportados en investigación. Es ahí donde se debe dar un diálogo fluido y construir en conjunto, pues los recursos son escasos.

Desde la academia, la opinión se centra en la existencia de diversos principios constitucionales que rigen la financiación de la educación y que cada vez se hacen más esquivos para el sector público. Por eso, "es necesario definir si todas las universidades son de investigación y si las que no tienen investigación y son solo docencia se deben llamar universidades. Esa categorización no es solo tarea de Colciencias y del Gobierno sino también de la misma academia, la cual debe cooperar en su definición", aseveró la profesora Montoya.

Adicionalmente criticó la medida mediante la cual se le giran recursos a las universidades no por su investigación sino por el número de estudiantes que posee. Esta medida va en contra de un sistema que está creando y construyendo capacidades para el desarrollo del país.

Doctores en el país para la innovación y la creatividad

Eduardo Posada se refirió a la poca innovación de la industria en Colombia y a su papel de resolver problemas del día a día. No obstante algunas empresas han creado grupos dirigidos a innovar y a investigar.

Una de las soluciones es la vinculación de doctores formados en el exterior a empresas creadas y pensadas para bases tecnológicas. Se debe apoyar a los doctores en la creación de empresas y de esta manera, paulatinamente, subir el nivel de la industria colombiana.

El índice de doctores se mide por el número de habitantes de un país. "A pesar de que el nuestro está lejos de los índices internacionales, la idea de acoger los que se encuentran en el extranjero no significa traerlos y ya, debe haber un espacio y un ambiente en el que puedan seguir creciendo y colmar sus expectativas, evitando que vuelvan a salir", aseguró la profesora Montoya.

La vinculación de doctores a empresas que los ocupan en las áreas de producción va en contra del desarrollo del conocimiento y del crecimiento profesional. De ahí que la creación de empresas con bases de investigación sea una salida para este capital humano que al final creará una necesidad para otras carentes de conocimiento científico.

Otros espacios con cabida para nuevos doctores son los centros de investigación y de desarrollo tecnológico, que se encuentran en muchos casos más cerca del lenguaje de la industria que del de la propia universidad.