Simular el riesgo vial, una manera preventiva de salvar vidas
La propuesta del ingeniero civil Lenin Alexander Bulla Cruz, doctor en Ingeniería – Ingeniería Civil de la UNAL Sede Bogotá, se basa en un indicador preventivo –relación entre eventos indeseados y exposición al riesgo– que utiliza los conflictos del tráfico como eventos sustitutos de los choques y que propone una unidad de exposición basada en encuentros. Para ello, evaluó tres intersecciones en zonas neurálgicas de Bogotá.
“La metodología propuesta es preventiva y por lo tanto no emplea información de siniestros, sino que usa los encuentros, es decir la presencia simultánea de dos usuarios viales en un área de interés, como por ejemplo un bus de TransMilenio y un peatón en una cebra peatonal, lo cual indica que existe la posibilidad de que estos actores viales tengan o no un conflicto de tráfico en el futuro”.
“La utilidad del método propuesto radica en la posibilidad de evaluar la seguridad vial mediante eventos observables que no implican colisiones ni siniestros”, explica el investigador.
Desde 2010 hasta hoy se han registrado cerca de 620 siniestros viales en las intersecciones de la Avenida Caracas con calles 6ª., 13 y 19, de los cuales 17 fueron choques entre buses de TransMilenio.
Estas cifras de la Secretaría de Movilidad de Bogotá muestran la importancia de desarrollar herramientas que permitan simular el riesgo vial como una manera preventiva de salvar vidas.
Para realizar el estudio, el magíster ubicó dos cámaras opuestas durante 12 horas (de 6 de la mañana a 6 de la tarde) para grabar la operación vial en cada intersección.
“La validación del indicador de riesgo propuesto, basado en la relación conflictos/encuentros, consistió en observar los videos buscando dichos eventos. Inicialmente se vio la ocurrencia de encuentros, y luego se verificó si cada uno de estos terminó o no en un conflicto de tráfico”.
Dichas observaciones se realizaron con ayuda de la herramienta T-Analyst –para el rastreo de usuarios viales– y la Técnica Sueca de Conflictos de Tráfico, que emplea variables conocidas como medidas sustitutas de seguridad vial (tiempo al accidente y velocidad conflictiva) para determinar la severidad de un conflicto de tráfico.
El estudio evidenció que en la Avenida Caracas con calles 6ª. y 13 existe una probabilidad del 16 % de que un usuario termine involucrado en un conflicto de tránsito debido al encuentro entre un peatón y un vehículo motorizado (automóviles, motos, TransMilenio, buses o camiones), y entre un bus de TransMilenio y un automóvil.
“La causa de estos encuentros se debe a que los peatones, a pesar de estar el semáforo en rojo, cruzan las calles y se ven sorprendidos por buses de TransMilenio que giran a la derecha o a la izquierda”, señala el experto.
También se presentan encuentros entre buses de TransMilenio y automóviles, ya que el semáforo no le da el tiempo suficiente al articulado para que salga de la intersección de forma segura, y por lo tanto los vehículos de vías opuestas se encuentran con la parte trasera del articulado.
Por otro lado, en la Avenida Caracas por calle 19 la probabilidad de que el usuario termine en un conflicto de tránsito es del 13 %, debido al encuentro entre un automóvil o una motocicleta y un peatón.
Cabe recordar que esta zona tiene una alta concurrencia peatonal, y además algunos semáforos permiten que de manera simultánea los peatones crucen y los vehículos giren a la derecha, lo cual produce confusión entre los actores viales implicados sobre quién tiene la vía.
“En los semáforos, la falta de definición de la prioridad entre vehículos y peatones, los giros que realizan los automotores y la percepción de inseguridad ciudadana en los separadores son causas de inseguridad vial peatonal en Bogotá”, señala el ingeniero civil.
Con la información recolectada se realizó una simulación de los eventos en el software especializado VISSIM, que permite representar la operación del tráfico de forma realista.
Lo anterior, con el objetivo de identificar y calibrar parámetros del programa informático que lleven a simular la misma cantidad de conflictos observados. Así, concluyó que la tasa de desobediencia de los peatones ante los semáforos es de un 30 % en cada intersección.
“Este estudio validó una metodología preventiva con la que se puede evaluar y simular el riesgo vial, que no requiere de la ocurrencia de siniestros viales”, destaca el experto, quien señala que para su trabajo contó con la colaboración y los aportes del Grupo de Investigación Translogyt de la Facultad de Ingeniería de la UNAL y la profesora Liliana Lyons.