La pasada ola invernal afectó gran parte del territorio ocupado por el sector agropecuario, destruyendo alrededor de un millón y medio de hectáreas (ha) en cultivos. La Costa Norte fue una de las más afectadas: bajo el agua quedaron cerca de 130.000 ha agrícolas y 6 millones de ha ganaderas, ocasionando la muerte de 40.000 animales. Según Fedegán, las pérdidas económicas en el sector se estiman en más de un billón de pesos.
Las consecuencias se observan hoy en la escasez de oferta forrajera y en la subalimentación y nutrición del ganado, que ha conllevado al suministro de suplementos alimenticios, cuyos sobrecostos están perjudicando la producción y rentabilidad, al tiempo que empujan el alza en los precios de la carne y la leche.
Con miras a recuperar una extensa área de esta zona, la academia y el sector productivo (privado) han unido esfuerzos técnicos y económicos para implementar el silvopastoreo, un sistema de producción pecuaria que maneja criterios de sostenibilidad y respeto con el medioambiente. Su gran potencial para mitigar y adaptarse al cambio climático ha sido comprobado durante 14 años por investigadores del Grupo de Biotecnología Ruminal y Silvopastoreo (Biorum) de la UN en Medellín, en fincas ganaderas de diferentes regiones del país.
Los beneficios
En silvopastoreo, el estrés que padecen los animales por las altas temperaturas se reduce entre 4 ºC y 10 ºC, comparativamente con potreros sin cobertura arbórea, debido al microambiente favorable bajo el dosel de los árboles. De igual manera, reciben 90% menos de luz directa, particularmente en verano, época bastante acusada en la Costa Norte y magnificada por el cambio climático.
De igual manera, se modifica la dinámica hídrica de los sistemas productivos; hay un 35% menos de escorrentía y por tanto menor erosión (26%, al pasar de 30 t/ha de suelo erosionado en potreros, a 8 t/ha en silvopastoreo). Aumenta en 60% la capacidad de infiltración del agua (cm/hora) a través del suelo, y su drenaje reduce las posibilidades de inundación. De esta manera, los sistemas silvopastoriles optimizan la provisión de servicios ambientales hídricos con relación a su cantidad, calidad y continuidad.
La investigación, información técnica y experticia que sobre el tema posee el grupo Biorum le ha permitido, durante la práctica en fincas comerciales, obtener resultados relevantes y prometedores, demostrando su potencialidad para mejorar la producción animal en diferentes regiones tanto de clima frío como caliente del país.
Mejor producción
Al implementar los sistemas silvopastoriles en el trópico cálido, se han presentado incrementos en la producción animal. Por ejemplo, la ganancia diaria de peso de los bovinos llega a ser superior entre 18,6% y 22,6%, dependiendo de la carga animal, la densidad de árboles y las condiciones de suelo y clima de las distintas regiones.
Este aumento en la ganancia de peso se ve también reflejado en la producción de carne/ha/año, que mejora en un 80% al pasar de 314 a 564 kg/ha/año, y en un 361%, al pasar de 54 a 249 kg/ha/año, variación correspondiente a cada región. La carga animal es superior entre 43% y 120%, y la compactación (degradación) del suelo en silvopastoreo disminuye entre 9% y 38%, dependiendo asimismo de la densidad de árboles y la topografía del suelo.
Dichos cambios obedecen al microambiente que forma el silvopastoreo en beneficio del ganado, al reducir el estrés climático al que se expone.
En diferentes zonas del país, hemos evidenciado que bajo la sombra de los árboles la temperatura ambiental es 4,5 ºC menos en silvopastoreo que a pleno sol. Del mismo modo, la cantidad de radiación que reciben los bovinos durante el mediodía es 90% más baja, lo que representa confort para el ganado, una reducción de su frecuencia respiratoria (30,3 resp./min.) "en comparación con el área sin árboles (35,5 resp./min.)" y una temperatura corporal disminuida en 1,8 ºC.
Estas mejoras hacen que el ganado consuma más forraje con respecto al sistema tradicional (sin árboles). De igual manera, en clima cálido el número de especies de avifauna incrementa en un 75%.
Ganancia ambiental
La cantidad de gases efecto invernadero, como el carbono, capturados en diferentes sitios de zonas cálidas y frías del país, con el silvopastoreo varía entre 66 y 260 tCO2. Según el sitio y la densidad de árboles, el promedio de captura es 60% superior al que se logra en los sistemas de ganadería tradicionales.
Finalmente, las emisiones de metano entérico por el ganado son 20% menores, debido a la mejor calidad nutritiva de los forrajes tropicales que consumen los bovinos.
Sobre la base de estos resultados, la recuperación que la UN y el sector productivo adelantarán sobre una vasta área de la Costa Norte afectada por las inundaciones, implementará el silvopastoreo ligado al sector maderero y al sector ganadero, usando la reforestación como actividad básica para darle valor agregado a la producción maderera y ganadera, y así garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sistema mediante un manejo integral.
El proyecto se implementará en el segundo semestre de este año y tiene como meta intervenir 5.000 ha plantadas en reforestación comercial de Eucalyptus tereticornos y E. camaldulensis, y Melina (M. arbórea) para la producción de pulpa, postes y madera, asociadas con pasturas de las gramíneas guinea y brizantha, leguminosas como centrosema, maní forrajero, leucaena y veranera, bajo un manejo integral con la cría de ganado y la producción de leche.
La inversión total es de 2.517 millones aportados en diferentes proporciones por Colciencias, el Sena, la Universidad Nacional Sede Medellín, Madeflex S.A., la Reforestadora San Sebastián, Faber Castell & T.H. y Conif. Su zona de influencia cobija áreas del departamento del Atlántico (San Sebastián de Buena Vista y El Cortijo) y el departamento de Bolívar (Montes de María).