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Medioambiente

Si no se concluyen obras en La Mojana, el desastre será peor

  • Figura 1. La Mojana-Depresión Momposina al norte del país: 1. Río Magdalena, 2. Río Cauca, 3. Río San Jorge y 4. Río Nechí.

  • Los principales centros urbanos, como el municipio de Nechí que quedó totalmente inundado, están a la orilla del río Cauca, prácticamente dentro del canal. - Notimex

  • En La Mojana se fueron construyendo diques en concreto para protegerse de la erosión, pero en lugar de resolver el problema de las inundaciones incrementó el impacto negativo. Archivo particular

Un estudio de la Universidad Nacional propuso desde el 2002 construir cinco diques fusibles para proteger de las inundaciones a la región de La Mojana. La misión de las estructuras es dosificar el agua y permitirle llegar hasta los caños que transitan hacia la cuenca del río San Jorge. Hasta hoy solo se ha construido un dique y aún no está funcionando.

Aunque La Mojana está sometida a inundaciones periódicas del río Cauca, la ola invernal de finales del 2010 fue también inclemente con esta zona. Sucre, Achí, Nechí, Guaranda, San Jacinto del Cauca, Magangué y Ayapel fueron los municipios principalmente afectados.

El desastre pudo haber sido peor, sin embargo, las obras de infraestructura que se construyeron a partir del Conpes 3421 de 2006 y otros recursos del Fondo Nacional de Regalías y del Invías amortiguaron en gran medida los efectos del crudo invierno.

Hasta mediados del año 2010 se habían invertido 216 mil millones de pesos (Dirección Nacional de Planeación, 2011) y el Plan Nacional de Desarrollo 2010"2014: Prosperidad para Todos dedica especial atención al programa de crecimiento integral para La Mojana. En consecuencia, el Gobierno nacional constituyó una gerencia público"privada para plantear alternativas de solución integral a los problemas generados por las inundaciones en la región (en el corto plazo), restablecer las condiciones básicas y crear otras para un desarrollo sostenible (mediano y largo plazo).

La región de La Mojana es la parte de la Depresión Momposina comprendida entre el río San Jorge (desde Ayapel, Córdoba), el río Cauca (desde Colorado, Antioquia) y el brazo de Loba del río Magdalena; ocupa 604.786 hectáreas (FAO, 2002) y alberga unos 400 mil habitantes, de los cuales el 83% se ubica en los cascos urbanos de 11 municipios de los departamentos de Antioquia, Bolívar, Córdoba y Sucre. El 17% de esta población son productores del sector agropecuario, dedicados fundamentalmente a ganadería, agricultura, caza y pesca.

Gran zona inundable del mundo


La Mojana abarca un número considerable de ciénagas y zapales (bosques de pantano), brazos (corrientes de agua) y caños antiguos y recientes, activos y taponados, que conforman una intrincada red de drenaje conocida también como el delta interior del río Cauca. La Depresión Momposina es una de las enormes zonas fluviales inundables del mundo, y encierra una gran planicie aluvial edificada con los sedimentos de los ríos Cauca, San Jorge, Cesar y Magdalena (ver figura 1).

El proyecto de control de inundaciones se focaliza en 87 km de orilla del río Cauca, lugar por donde entran descontroladamente las aguas y a su paso afectan grandes extensiones de este territorio, uno de los más fértiles y productivos del país.

Por ello, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) tiene instaladas tres estaciones de medición de caudales de ese río en La Mojana: Las Flores, cerca de Nechí; Las Varas, cerca de Guaranda, y Tres Cruces, aguas abajo de Achí. El efecto de almacenamiento en las zonas inundables y el trasvase de caudal hacia el río San Jorge se observa en los valores de la figura 2, muy similares a los de dichas estaciones, espaciadas 60 y 36 km, respectivamente. En otro punto cualquiera, el caudal aumenta con la distancia de recorrido del río (rendimiento hidrológico).

El cúmulo de problemas

- La inclinación de la Depresión Momposina hacia el brazo de Loba, evidente en la distribución desigual del flujo del río Magdalena, que para esta corriente de agua es del 88% mientras para Mompós es del 12%. También hay reducción de la lámina de agua en la ciénaga de Pijiño, al occidente del brazo de Mompós.

- La vecindad de la serranía de San Lucas en la margen derecha del río Cauca, que origina una inclinación preferencial de la zona deprimida hacia el río San Jorge, la cual se advierte por los numerosos caños efluentes que se desprenden de la margen izquierda del Cauca y por la concentración de ciénagas en la cuenca baja del río San Jorge.

- La pérdida de capacidad de transporte de los canales del Cauca y San Jorge, debido al efecto de remanso que le imprime al flujo la cubeta de agua deprimida en el tramo final, aumentando la frecuencia y los niveles de inundación, retardando o deteniendo el movimiento de los sedimentos y, en ocasiones, presentando flujo en sentido contrario.

- La sobrecarga de sedimentos que puede explicarse por el crecimiento poblacional de la cuenca del río Cauca y la actividad minera en el bajo Cauca y el río Nechí. La corriente no puede evacuar ese volumen de material sólido y lo deja regado en numerosas barras que le restan capacidad para albergar el caudal líquido.

- A lo largo del siglo XX, la ocupación del territorio de La Mojana fue catastrófica para la red de caños, ciénagas y humedales, debido a que la ganadería extensiva se impuso como modelo productivo frente a la producción agrícola tradicional. Así, se inició la construcción de caminos y jarillones artesanales cuyo fin principal era servir como carreteras y caminos y controlar las inundaciones impidiendo la entrada del agua del Cauca por los caños de La Mojana.

- Las continuas inundaciones que ocurren cuando se rompe el jarillón representan grandes pérdidas económicas para los productores del sector; los caminos se destruyen y el territorio que es invadido intempestivamente queda modificado física y ambientalmente. Las comunidades biológicas no son capaces de responder a estos cambios, y tanto la flora como la fauna se ven afectadas en alto grado. No obstante, se conoce que las culturas zenúes y malibúes aprendieron a manejar eficientemente las inundaciones; desde épocas coloniales se aprovechaban las vías fluviales de entonces (caño Barro, entre otros) como rutas comerciales.

- Los centros urbanos ubicados a la orilla del río fueron creciendo hacia el canal y la erosión de orillas fue dejando estas poblaciones prácticamente dentro del cauce; se construyeron diques en concreto para protegerse de la erosión, como es el caso del casco urbano de Nechí, Guaranda y Achí.

Esta intervención antrópica sobre el sistema, en lugar de resolver el problema de las inundaciones lo que ha hecho es incrementar más el impacto negativo, porque actualmente el río Cauca no evacua sus excedentes en forma ordenada a través de todos los caños y brazos de su delta, sino que se represa hasta que finalmente el jarillón o dique se rompe por la parte más crítica (curvaturas fuertes, caños, comunicación subsuperficial con ciénagas y zonas bajas), para drenar los excesos hacia el río San Jorge.

- La mayor dificultad en La Mojana se ha dado por la deficiencia marcada de las vías de comunicación, de los caminos rurales y las redes fluviales, y el hecho de que la inundación sea frecuente hace que las actividades de conservación, mejoramiento y construcción de caminos prácticamente desaparezcan en los periodos de aluvión, con intensidades casi impredecibles.

Soluciones ignoradas

En esta región no se puede proponer un método cualquiera o tradicional de control de las inundaciones como el que se ha implementado en otras zonas inundables del país. Es necesario restablecer, en la medida de lo posible, las condiciones naturales de funcionamiento del sistema para que las obras sean sostenibles a mediano y largo plazo.

El estudio Control de inundaciones en la región de La Mojana, como parte del contrato 073 de 2002 celebrado entre la Universidad Nacional de Colombia en Medellín y el Ministerio de Transporte, permitió el diseño de un dique marginal de 52,2 km entre Colorado (Antioquia) y Las Brisas (Bolívar), y diques de cierre en Colorado, Caimital, Guaranda y Boca del Cura"Achí, para totalizar una protección de 87 km a lo largo del Cauca.

De igual manera, se diseñaron cinco diques fusibles para incorporar agua en forma regulada a los caños, aliviando la carga en el canal del río. Dichos caños se debían adecuar para que el flujo entrante, según su capacidad, no causara problemas de erosión ni de inundación.

Se proyectó una estación de bombeo para tomar agua del Cauca en épocas de sequía; se diseñaron obras de protección de orillas para reforzar las bancas en los sitios más vulnerables e históricamente atacados por el río; frente a los centros urbanos más frecuentemente inundados se propusieron obras de control del flujo para que la corriente fuera menos implacable (canal de excesos en Nechí, canal piloto en San Jacinto).

Posteriormente, el Invías aprobó la construcción de murallas de protección marginal en los principales centros poblados. Los diques fusibles son parte esencial del sistema de protección de La Mojana, ya que permiten el drenaje parcial de las aguas del río Cauca a través de los efluentes naturales que conforman el delta interior del mismo. De esta forma, la intervención es más amigable con la dinámica propia del río.

Al diseño inicial se le hicieron muchos cambios: se redujo la altura del dique y consecuentemente la sección transversal, se eliminó el enrocado de protección de la cara húmeda (buscando reducir costos) y se modificó el alineamiento horizontal para evitar problemas con los propietarios de predios (Nuevo Mundo, Santa Anita, Guaranda, etc.).

Por dificultades presupuestales, solo se contrató la construcción de uno de los cinco diques fusibles programados. Apenas se construyó el de Las Brisas, pero no se hizo la adecuación del canal de evacuación por problemas de predios y falta de socialización del proyecto. Entretanto, se complementó el levantamiento del dique hasta llegar a Achí (aproximadamente 11 km más de lo estimado).

La principal falla del proyecto fue la falta de los diques fusibles, desconociendo su vital importancia para el sistema de protección concebido. Acercar el dique a la orilla, además de representar una amenaza constante, implicaba obras de protección adicionales que no estaban contempladas en el proyecto inicial ni fueron diseñadas por la Universidad.

En situaciones de emergencia (erosión de orillas amenazando la destrucción del jarillón existente y retrasos en la construcción del dique) se realizaron obras de protección mediante controles adicionales (cierre de rompederos de Santa Anita, La Tea"Guaranda, Boca de Arelis, Nuevo Mundo"Junín, control de vorticidad en San Jacinto). Asimismo, se ejecutó un dragado en Boca del Cura y en San Jacinto para ayudar al encauzamiento del flujo y retardar el problema de erosión. Sin embargo, no se construyeron los diques de encauzamiento en San Jacinto ni el canal de excesos en Nechí. Tampoco se programó la construcción de la estación de bombeo, ni se contrató la adecuación de caños para evacuar el flujo en los diques fusibles.

La reconstrucción de La Mojana debe empezar por:

- La construcción de los diques fusibles diseñados por la Universidad Nacional en Medellín y la adecuación de los caños que van a recibir el flujo que entrará por ellos.

- La evaluación de los efectos de las inundaciones en el municipio de Sucre, para iniciar el diseño de las obras de protección en el casco urbano, dado su valor histórico y preponderante en la región.

- Reconocer las zonas aledañas a los caños que se van a adecuar para el drenaje de los diques fusibles, con el fin de plantear la reubicación de las comunidades que puedan estar en la zona de influencia de los mismos.

- Identificar zonas viables para posible amortiguación del flujo en épocas de crecidas y almacenamiento para épocas de sequía.
Paralelamente, se debe planificar la nueva ocupación del territorio, analizar los proyectos formulados en el programa de la FAO para La Mojana y proveer un sistema de manejo de tierras, acorde a los hábitos de los ocupantes tradicionales de la región.