Servicio de homeopatía se habilita en el Hospital Universitario Nacional
El Hospital Universitario Nacional (HUN), de la UNAL, habilita el servicio de homeopatía. FRED TANNEAU / AFP
La homeopatía no es solo una terapia, sino un sistema médico natural, científico y holístico. Su creador fue el médico alemán Samuel Hahnemann. Dominio Público
La medicina homeopática podría ayudar a pacientes que toman muchos medicamentos convencionales. Foto: Archivo Unimedios
En la homeopatía son importante los factores emocionales del paciente que acompañan su enfermedad.
La homeopatía se puede aplicar sin importar la enfermedad.
Este tipo de medicina también se puede usar para tratar animales.
La apertura de agenda para la especialidad de Medicina Homeopática en el Hospital Universitario Nacional de Colombia (HUN), de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), surgió de la Maestría en Medicina Alternativa de la UNAL, cuyo objetivo es formar profesionales que puedan aprovechar las herramientas de este campo para hacer un mejor diagnóstico y adelantar terapias más efectivas para los pacientes.
Dentro de las líneas de profundización del posgrado se encuentran: homeopatía, medicina tradicional china, acupuntura, osteopatía y medicina neural terapéutica.
La doctora Gloria Helena Casas, magíster en Medicina Alternativa de la UNAL, indica que “después de abrir el servicio de homeopatía vendrán poco a poco las demás especialidades”.
La palabra homeopatía nace de la unión de dos raíces griegas: homeios (semejante) y pathos (padecimiento o enfermedad), etimología que refleja la naturaleza de su tratamiento.
En ese sentido, la medicina homeopática ve al ser humano como un todo, y su objetivo es promover y conservar la recuperación de la salud a través del equilibrio de algo que en este campo llaman “energía vital”, armonía entre el cuerpo y la mente que permite una mayor recuperación, y que se apoya en el espíritu, parte que une al paciente con el entorno en el que vive.
Según la experta, “esta energía presenta un desbalance por tres razones: la predisposición heredada que traemos desde que nacemos, llamada miasma; los virus bacterias y parásitos que producen la enfermedad, también llamados noxas; y los factores que mantienen la enfermedad, como por ejemplo tener diabetes y seguir consumiendo azúcar”.
“Es importante educar a nuestros pacientes y hacer que formen parte de su proceso, haciendo que vean que tienen una responsabilidad con la enfermedad, y que es posible tener una mejor calidad de vida”.
Agrega que “aunque en el imaginario de la sociedad algunos campos, como el uso de plantas medicinales –técnica que en su profundización se llama naturismo–; el diagnóstico mediante el análisis del iris; el espiritismo o la magia, y la religión se han asociado con la homeopatía, estos no guardan ninguna relación determinante”.
De igual manera, esta técnica médica se centra en promover los mecanismos propios de autocuración que tenemos los seres vivos pero que por alguna razón perdemos en el transcurso de nuestra vida por factores como el medioambiente, la radiación, las emociones y la alimentación de productos procesados, entre otros.
La elección del medicamento dependerá de las particularidades de cada persona; el profesional escoge uno que pueda curar totalmente a quien lo consume, y para ello los profesionales deben conocer a fondo a su paciente.
La experta menciona que “esas cosas que forman parte de la vida cotidiana y que nadie pregunta son muy importantes para nosotros como especialistas; si por ejemplo alguien se molesta porque le llevan la contraria o si llora mientras escucha música, presentará reacciones distintas al suministrarle algún medicamento”.
La elaboración de los medicamentos homeopáticos consiste en diluir sustancias naturales en agua y alcohol, una y otra vez, como por ejemplo de abejas, esporas de helecho lycopodium y minerales tipo Silicea terra,o sal de la belleza.
La principal crítica de los científicos frente a este procedimiento es que al diluir tantas veces se van perdiendo las propiedades de estos sustratos, por lo que se produciría un efecto placebo, es decir que la persona cree que está siendo curada pero el medicamento no está generando efectos reales en su enfermedad o padecimiento.
Sin embargo, en el mundo se han reportado efectos positivos en la salud de pacientes expuestos a este método, por lo que los límites de su efectividad siguen siendo discutidos e investigados hoy.
Lo interesante de su funcionamiento es que parte de la idea de que un medicamento que provoca determinados síntomas en una persona sana, como por ejemplo fiebre, en dosis pequeñas puede ser capaz de curar las mismas dolencias, o similares, en pacientes enfermos.
Para más información sobre cómo agendar una cita se puede visitar el siguiente enlace: https://www.hun.edu.co/atencion-al-usuario