Sehabita, un formador ambiental

El grupo, que pertenece a la Facultad de Arquitectura de la UN en Medellín y trabaja en convenio con la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia), realizó la labor con integrantes de las mesas ambientales municipales en las ocho territoriales integradas por 80 municipios.

"Bajo el enfoque de pensamiento ambiental complejo, los participantes lograron avanzar en el reconocimiento de su papel en el entorno, de las situaciones que los afectan y lo que se debe hacer para que dicha actuación tenga menos efectos negativos sobre ese entorno.

Al mismo tiempo, en la recuperación y difusión de los conocimientos propios de los individuos, acerca de su municipio, cómo cultivar y combatir plagas de manera amigable para asumir técnicas y formas de actuación en el medio que sean menos contaminantes", explicó Ana Mercedes Múnera Brand, docente de la Escuela del Hábitat de la UN en Medellín.

Las temáticas del curso comprenden los procesos de indagación e investigación en los contextos, economía ecológica, identificación de agentes, formas de participación de la comunidad en la política pública ambiental, conformación de redes a través de las mesas ambientales y conflicto ambiental.

Según la experta, en una etapa inicial de contexto y diagnóstico se encontró que, a pesar de la existencia de mesas ambientales, había dificultades en los procesos de participación, ejecución y reconocimiento en las estructuras administrativas. "En esta primera fase se desarrollaron contenidos sobre participación, reconocimiento de contexto, métodos de investigación, procesos de recolección de investigación y conformación de redes", puntualizó Múnera Brand.

En algunas de las mesas se lograron establecer planes de acción, se identificaron unas problemáticas donde la participación de la comunidad fue muy importante y se definieron cronogramas y actividades para realizar en el futuro.

Los resultados en las mesas con procesos más consolidados se orientan a integrar  una Mesa Territorial, propuesta que integraría a las diferentes mesas ambientales de los municipios y mediante la cual se realizarían trabajos conjuntos para formar redes, potenciar la participación e incursionar en instituciones ambientales.

Para Múnera Brand fue una experiencia muy enriquecedora, tanto para la academia como para los líderes de los municipios y la Corporación, porque se tuvieron en cuenta los conocimientos de los habitantes de los municipios, su relación con el entorno y sus aportes a la consolidación de las políticas ambientales en la región.

El proyecto Curso de Formación en Gestión Ambiental Participativa se inició en agosto del 2009, tuvo la participación de cuatro profesionales en el proceso formativo y siete asesores para las áreas temáticas. Además, contó con una inversión de 250 millones de pesos, financiados por Corantioquia.