"Se trata de una muestra de cómo esta sede de la Universidad Nacional se ha convertido en espacio para la investigación y la enseñanza de la biodiversidad del país", afirma el profesor Gabriel Colorado, director del Laboratorio de Fauna y Flora de la U.N. Sede Amazonia.
Según el docente, Colombia es el país más diverso del mundo en aves, con cerca de 1.890 especies. "Las que habitan en la Sede Amazonia representan un importante patrimonio para la biorregión", advierte.
Diversas investigaciones adelantadas en dicho laboratorio han reportado más de 45 especies de polillas pertenecientes a la familia de los esfíngidos, que representan más del 90 % de las reportadas para este grupo en toda la Amazonia colombiana, un dato interesante, si se tiene en cuenta que existen más de 100 especies, de las cuales la mayoría se encuentra en América.
Según el profesor Colorado, una de las razones por las que existe un grupo importante de especies en el campus es la heterogeneidad espacial del área así como la historia, ocupación, manejo y uso del terreno. El resultado: "Un crisol natural de especies, herramienta para la investigación y enseñanza de la flora y la fauna", sostiene el académico.
La Sede Amazonia fue inicialmente un bosque maduro formado sobre suelos de sedimentación aluvial del río Amazonas, que, con el paso del tiempo, fue perdiendo su cobertura original por la intervención humana.
En 1989 se adquirieron 16 hectáreas del Ministerio de Defensa, propietario de una amplia área del terreno, el cual, casi en su totalidad, estaba conformado por pastizales y potreros. A partir de ese año, se inició un proceso de regeneración de la cobertura vegetal, conocido como "sucesión secundaria de vegetación". En este proceso, la cobertura boscosa empezó a recuperarse, de manera que hoy en día se puede encontrar un bosque secundario recuperado.
La sede posee un sendero ecológico que permite reconocer esta diversidad a través de todo el campus. En él se puede encontrar una chagra, una maloca, una torre de observación en la que se pueden apreciar los estratos de la selva así como estaciones para el avistamiento de aves, mariposas, hormigas y mamíferos.
El profesor Colorado afirma que esta sede de la U.N. es un buen ejemplo de la gran diversidad con la que cuenta la Amazonia colombiana, desde lo biológico hasta lo cultural. Por tanto, la conservación y el cuidado resultan fundamentales para proteger la inmensa riqueza con la que cuenta la Sede. Esto es más relevante aún, si se considera que el campus se encuentra dentro del área urbana de la ciudad de Leticia.