Se avanza en una alternativa para controlar dolor e inflamación en los dientes
El dolor en los dientes forma parte de las consultas más recurrentes en el servicio de odontología. Foto: Jeimi Villamizar, Unimedios.
Aunque en casos de dolor intenso se suele utilizar acetaminofén u opioides, todavía no existe un tratamiento más efectivo. Foto: Jeimi Villamizar, Unimedios.
La investigación abre la puerta a posibles alternativas de tratamiento para abordar el dolor en los dientes. Foto: Jeimi Villamizar, Unimedios.
Imágenes de inmunofluorescencia que ayudaron a visualizar y cuantificar la presencia de proteínas de receptores cannabinoides. Foto: Marcela Navarro Saiz, magíster en Odontología de la UNAL.
Laura Marcela Navarro Saiz, magíster en Odontología de la UNAL. Foto: Laura Marcela Navarro Saiz, magíster en Odontología de la UNAL.
El dolor dental es una señal de que algo no anda bien en la boca; puede ser causado por caries, enfermedad periodontal, traumatismos o sensibilidad, que afectan la pulpa dental provocando inflamación. Si no se trata de manera oportuna, en algunos casos el desenlace es una profunda infección que conlleva la pérdida del diente, e incluso a la muerte.
Aunque en algunos casos el dolor intenso se trata con medicamentos como acetaminofén u opioides, la preocupación de los especialistas radica en que, hasta el momento no se ha encontrado una alternativa eficaz para mitigar el padecimiento. Incluso algunas personas, ante el desespero, eligen automedicarse o recurrir a remedios caseros, pero en realidad se trata de “paños de agua tibia” que no solucionar la afección.
Con su investigación, la odontóloga Laura Marcela Navarro Saiz, magíster en Odontología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), ha dado un interesante avance en la búsqueda de una solución para mitigar el dolor. Para ello escudriñó sagazmente las células odontoblásticas, que recubren la pulpa o parte interior del diente.
Utilizando técnicas avanzadas de análisis molecular, la magíster encontró que en los odontoblastos se encuentran los receptores cannabinoides CB1 y CB2, proteínas que se podrían emplear como nuevas dianas terapéuticas para controlar el dolor y la inflamación en los dientes. En otras palabras, así se abriría la puerta al desarrollo de nuevos fármacos que, al interactuar con los receptores cannabinoides, ofrecerían un tratamiento específico para estos casos.
En el sistema nervioso central, que funciona como un centro de comando y control para todo el cuerpo, se encuentra el receptor cannabinoide CB1, y en las células inmunes que ayudan a combatir infecciones y enfermedades del cuerpo se encuentra el CB2.
Cuando los dos receptores se activan, ya sea con moléculas como los endocannabinoides (producidas por el cuerpo de forma natural) o con los fitocannabinoides (compuestos que se encuentran en la planta de cannabis), ayudan a regular funciones fisiológicas como el dolor, la inflamación, el apetito, el estado de ánimo, e incluso la memoria.
La odontóloga explica que “nunca se había confirmado que en la pulpa se expresaran estos receptores y eso motivó el estudio”. La metodología involucró el análisis de cultivos celulares de odontoblastos en condiciones normales e inflamatorias, además de la evaluación de muestras de pulpa dental obtenidas de pacientes con dolor dental y pulpas sanas de pacientes que requerían extracción dental por otras razones.
También aplicó la técnica PCR, la misma que aún se utiliza para detectar el virus del COVID-19, “la cual tiene el plus de detectar cualquier tipo de ARN mensajero, precursor de las proteínas. En este caso se hizo con los receptores cannabinoides en las muestras de pulpa dental para identificar su expresión génica”, señala.
Como una secuencia a los anteriores procesos, se realizaron experimentos de inmunofluorescencia para visualizar y cuantificar la presencia de proteínas de receptores cannabinoides en las células de la pulpa dental. Así se ubicó la posición de los receptores dentro de las células.
Por último, se realizaron experimentos de estimulación celular utilizando sustancias que se unen a los receptores cannabinoides y los activan; a estas se les conocen como agonistas y antagonistas específicos de receptores cannabinoides. Estos compuestos se aplicaron a los cultivos celulares para activar o bloquear los receptores, y así se evaluó la funcionalidad en la modulación de respuestas celulares, como la concentración de calcio intracelular.
“Vimos que cuando los agonistas y los antagonistas también se ponían con cannabidiol (CBD) –sustancia química del Cannabis sativa– sí cambiaban esas concentraciones de calcio, demostrando que sí eran funcionales”, precisa.
Cabe resaltar que los “blancos terapéuticos” mencionados se podrían usar¿ al activarlos con fármacos para controlar el dolor dental. Sobre este tema, la experta deja algunas recomendaciones: