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Para la Dirección de Patrimonio y Memoria de MinCultura, este proyecto de turismo comunitario y sostenible en territorio de posconflicto permite la apropiación social de esta riqueza cultural.
El Prodigio, epicentro de la disputa territorial entre grupos armados a finales del siglo pasado, fue desocupado en 1995 por sus habitantes y allí se instaló el comando central de autodefensas del Magdalena Medio. Años más tarde, los pobladores retornaron con propuestas comunitarias alternativas a las actividades tradicionales: ganadería y minería de mármol y calizas.
Hace unos 10 años el líder Arnulfo Berrío encontró una talla con aspecto de búho en la roca de una caverna y la reportó al Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH). Después, en otras cavernas, encontró restos arqueológicos y pinturas rupestres.
Arqueólogos del ICANH corroboraron el gran valor arqueológico del territorio, y como también es un sitio de patrimonio geológico, de fauna y de flora endémica, algunos pobladores empezaron a considerar el turismo comunitario y de naturaleza como un renglón estratégico de desarrollo local.
En 2016, el líder Berrío le pidió ayuda al profesor Albeiro Rendón, cabeza del Grupo de Investigación en Geología Ambiental (GEA) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, para consolidar una ruta de turismo comunitario.
Para formular y ejecutar el proyecto, aprobado en 2016 en convocatoria de Extensión Solidaria de la UNAL, se conformó un grupo de investigación con estudiantes de Ingeniería Geológica del GEA, arqueólogos de la Universidad de Antioquia y miembros de la comunidad, quienes trabajaron en la identificación y caracterización de sitios de interés geológico y arqueológico.
Con el grupo "Vigías del patrimonio cultural y natural de El Prodigio", la comunidad participó en todas las etapas del proyecto: recolección de información, formulación de propuestas y diseño final de la Ruta. La capacitación en temas geológicos, arqueológicos y operación de la Ruta procuró formar los futuros guías.
Recorridos por cavernas y otros paisajes
La Ruta Geoarqueológica incluye 16 estaciones divididas en las rutas A y B. En la primera se recorren valles de rocas calcáreas y cavernas de formas caprichosas.
Saliendo del Museo Arqueológico El Prodigio, tras caminar 30 minutos por la vía a Puerto Nare, está la quebrada El Prodigio, desde donde se contemplan cerros con forma de pepinos estructurados con rocas carbonatadas (mármoles, calizas) y bosques del Pleistoceno. Este paisaje "denominado karst" es producto del levantamiento tectónico y los efectos de disolución de la roca por el agua.
Luego de unos minutos de senderismo se cruza la quebrada El Prodigio y se llega a la entrada de una caverna donde está tallado el petroglifo El Búho, sitio emblemático de la Ruta, que al parecer demarcaba el territorio de los Pantágoras y fue habitado por chamanes hace más de 500 años.
Bordeando la quebrada, durante una media hora se llega a un sitio con gran diversidad de sedimentos transportados por el agua, que resume todas las rocas "ígneas, metamórficas y sedimentarias" existentes en la quebrada arriba hasta su nacimiento, y que cuentan parte de la historia geológica de la región.
Quebrada arriba aparece una roca ígnea intrusiva "el famosos Batolito Antioqueño" formación que se enfrió y cristalizó a gran profundidad en una cámara magmática.
El recorrido finaliza en la Cascada del Amor y la Cuneta del Diablo, que la comunidad llama balnearios, remansos y cascadas para disfrutar del agua que cae lavando las rocas grises del gran Batolito.
En la Ruta B, que inicia en el Alto del Viejo, se observan rocas carbonatadas disueltas (karst) bajo tierra y cavidades en mármol, donde el agua de escorrentía desaparece y aparece metros más adelante, formando túneles, galerías, cavernas y ríos subterráneos.
En la última parada del recorrido "una caverna con pictografías y un balneario" se hace senderismo, avistamiento de fauna, como los monos aulladores y diversas aves, y de flora.
El arte rupestre encontrado en cavernas como El Búho, El Loro y Caritas, fue vinculado con asentamientos humanos prehispánicos de los siglos X y XVI. En El Prodigio se han encontrado más de 25 petroglifos.
La Ruta, que antes de la pandemia recibía turismo internacional, está tan posicionada que la Alcaldía elaboró un Plan Municipal de Turismo con un componente de patrimonio cultural y natural, y le solicitó a MinCultura la certificación como Ruta de Interés Cultural.
"El apoyo de la Universidad es muy importante para fortalecer estas iniciativas comunitarias. Además de logros académicos, la estrategia de Extensión Solidaria en comunidades vulnerables en zonas de posconflicto tiene gran impacto social y materializa la misión social de la Universidad", concluye el profesor Rondón.