El académico jubilado de la UN en Medellín, reconociendo que los animales son grandes perjudicados en esta mecánica, aseguró que aunque el mundo necesita de la alta productividad en proteínas, grasas y leches que aportan los animales domésticos, se deben revisar los mecanismos usados actualmente para su aprovechamiento.
"Hemos creado un tipo de animal que no se acomoda a un medioambiente natural, y eso a veces va en contra del libre movimiento de la dinámica ecológica", dijo, "estos han sido sometidos a procesos de mejoramiento genético que obedecen a fines de producción económica".
Por ejemplo, indicó, ya casi no contamos con la gallina campesina que comía lombrices y grillos, sino gallinas bajo techo, confinadas, que consumen alimentos especiales producidos agroindustrialmente con temperaturas controladas y corrientes de vientos y humedad específica.
En Colombia, los animales domésticos de mayor importancia por su aporte a la dieta alimenticia son: el ganado por su producción de carne y leche, la gallina que además de carne aporta huevos y el cerdo.
El experto también manifestó su preocupación frente a la sustracción de alimentos que son de consumo humano para la producción de comida para animales. "Estas especies domésticas podrían nutrirse de otras fuentes que no compitan con nuestra alimentación".
Afirmó que los alimentos agroindustriales están elaborados con base en granos tradicionales para la alimentación humana, como soya, maíz y cebada. De estos se utiliza entre el 40% y el 48% de su producción para la dieta animal.
Y es que aunque se reconoce la necesidad de generar desarrollos innovadores que apunten al mejoramiento de las condiciones genéticas de los animales y, asimismo, a la competitividad del mercado, los expertos insisten en la importancia de garantizar el bienestar animal y un adecuado manejo ambiental.
De acuerdo con el docente de la Facultad de Ciencias Agropecuarias Ariel Tarazona, es posible lograr importantes avances científicos y obtener beneficios económicos y sociales mejorando la relación del hombre con la naturaleza. Por eso es fundamental generar en los seres humanos una cultura de cuidado y respeto por estos recursos.