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Salud

Registran jejenes vectores de leishmaniasis que circulan en la Amazonia

    Los flebotomíneos son insectos que se alimentan de sangre para completar su ciclo de vida, lo que los convierte en posibles portadores del parásito causante de la leishmaniasis, enfermedad que produce lesiones en piel, nariz y boca, y que puede afectar el bazo o el hígado. Por primera vez en Colombia se confirmó la presencia de Sciopemyia fluviatilis, junto con nuevos registros en Caquetá y Amazonas. De las especies identificadas 8 son transmisoras de la enfermedad, lo que refuerza la urgencia de fortalecer tanto la vigilancia como las estrategias de control en la región.

    Aunque en Colombia se han identificado 14 especies de flebotomíneos transmisores de leishmaniasis, hasta ahora su distribución y diversidad en la región Amazónica seguían siendo un campo poco explorado.

    Katerine Caviedes Triana, estudiante de la Maestría en Ciencias - Biotecnología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, capturó 1.103 individuos, 859 de ellos recolectados en las veredas Jericó, Sebastopol, Santo Domingo y el Centro de Investigaciones Amazónicas Macagual en Florencia (Caquetá), y 244 en zonas aledañas a la Reserva Natural Tanimboca y en la comunidad indígena de San Pedro de los Lagos en Leticia (Amazonas).

    Recolectarlos no es tarea fácil, se requiere gran destreza y el uso de recursos muy específicos. “Los flebotomíneos habitan en ambientes selváticos; los criaderos son principalmente tierra húmeda enriquecida por materia orgánica y hojarasca, necesarias para la alimentación de las larvas”, relata la estudiante Caviedes.

    Durante su ciclo de vida estos insectos atraviesan por 4 estadios: huevo, larva, pupa y adulto. Cuando llegan a su etapa adulta se refugian en las raíces de los árboles cercanos a los sitios de cría. “Realizamos la búsqueda durante la noche, cuando son más activos, con otros investigadores del grupo Microbiodiversidad y Bioprospección (Microbiop)”, especifica la investigadora.

    Para atraerlos se utilizan trampas de luz tipo CDC y Shannon, las cuales emiten una luz a la que los insectos difícilmente se pueden resistir. Cuando ellos se acercan la luz son succionados, de ahí se capturan y se mantienen en un recipiente de recolección.

    Vectores confirmados y nuevos registros

    En el análisis de su taxonomía la magíster confirmó que 8 de las especies identificadas  juegan un papel importante en la transmisión de la leishmaniasis, entre ellas Nyssomyia antunesi, Psychodopygus amazonensis y P. chagasi.

    “Las especies identificadas tienen relevancia epidemiológica, ya sea por ser vectores comprobados o vectores sospechosos del parásito de Leishmania. Dentro de ellas también están P. amazonensis, P. paraensis, P. panamensis y Nyssomyia antunesi”, precisa la investigadora.

    Además, en Caquetá se registraron por primera vez especies como Evandromyia (Evandromyia) georgii, y en Amazonas Viannamyia tuberculata, y también se hizo el primer reporte en el país de Sciopemyia fluviatilis. “Estos nuevos registros amplían la comprensión sobre la distribución geográfica de los flebotomíneos en Colombia y refuerzan la necesidad de monitorear sus poblaciones”, señala la estudiante de la UNAL.

    Se redefine el mapa de la leishmaniasis

    Para lograr una clasificación taxonómica precisa, los insectos –que no superan los 4 mm de longitud– se sometieron a un meticuloso proceso de análisis que incluyó la fragmentación (disección) de sus segmentos abdominales y cabeza. Este proceso permite organizarlos y clasificarlos en diferentes niveles, desde los grupos más amplios hasta los más específicos.

    Cuando pasan por este proceso, los ejemplares se sumergen en un líquido preservante y se inicia el análisis de sus características. “Para la identificación nos apoyamos en una herramienta llamada claves dicotómicas, que son como libros ilustrados con fotografías. Nosotros utilizamos las versiones más actualizadas, que incluyen los trabajos de la doctora Eunice Galati de Brasil, y de Young y Duncan, además de los reportes científicos actuales sobre flebotomíneos en la región Amazónica, tanto brasileña como colombiana”, anota.

    Además fue necesario emplear técnicas de biología molecular, como la extracción de ADN total de los especímenes, lo que permitió identificar fragmentos de genes. Estos fragmentos se compararon con bases de datos genéticas, lo que no solo corroboró la identidad taxonómica de los insectos, sino que también permitió descubrir esos nuevos códigos de barras genéticos para la fauna de la Amazonia.

    La investigadora manifiesta que estos resultados servirían como base para fortalecer los programas de vigilancia entomológica en la Amazonia colombiana y optimizar las medidas de prevención de la leishmaniasis.

    El estudio fue dirigido por la profesora Claudia Ximena Moreno Herrera y codirigido por el doctor Rafael José Vivero Gómez, de la Facultad de Ciencias de la UNAL Sede Medellín.